martes, 14 de mayo de 2013

COLUMNA


Gobernador reprobado


Apolinar Castrejón Marino 


«Yo quisiera que le preguntaran a la población, que opinión tienen de su gobernador». Así se ha referido ante los reporteros, en la radio y en la televisión, Ángel Aguirre. Quizá esté usted de acuerdo en que tal expresión denota una gran dosis de soberbia, pero además, una falta de criterio para comprender la realidad.
 Seguramente, el gobernador del Estado de Guerrero creé que las muestras de adulación y halago que recibe cuando se presenta a entregar «beneficios» en las poblaciones, a las colonias y poblaciones representan el sentir de todos los guerrerenses. Creerá que le colocan cadenas de flores, porque es una deidad.

 La verdad es que muchos guerrerenses quisieran tomarle la palabra para decirle por ejemplo, que están defraudados de su actitud pasiva ante la violencia desatada en su gobierno. Que están hartos de las agresiones y amagos de las organizaciones de maestros, de estudiantes y de transportistas.
 Seguramente quisieran decirle que su actitud «pachorruda» queriendo excusar su incompetencia para resolver los problemas, invistiéndose como un político conciliador y tolerante está completamente desfasada con la realidad. Para decirlo coloquialmente; está reprobado como gobernador, por incompetente.
 Porque a cambio de su proceder permisivo y complaciente, los estudiantes de las normales, han abusado de la población bloqueando las carreteras, los centros comerciales y las principales calles de la ciudad. Los «maestros» se han atrevido a destruir e incendiar edificios y sedes oficiales a plena luz del día y ante las cámaras de televisión, porque saben que nadie les puede poner el alto. Y saben también que a pesar de sus desmanes, el gobernador les dará bonos y compensaciones por el Día del trabajo, el Día de las Madres, y el Día del Maestro.
 Como si se tratara de una gran hazaña, mandó publicar en los medios impresos, la «noticia» de que a las madres se las ha dado regalos económicos superiores a los de cualquier administración anterior. Pero si así de fácil fuera repartir dinero ¿Por qué no aumenta los salarios? ¿Por qué los precios de los alimentos se han incrementado desconsideradamente?
 Ángel Aguirre ha afirmado en los medios impresos, radiofónicos y hasta en la televisión, que no responderá a provocaciones, como si ahora fuera una cualidad no hacer nada. A la gente no le importa si son provocaciones o no, la gente quiere que los agitadores sociales dejen de bloquear las calles para que puedan llegar a sus trabajos, a la escuela o a sus consultas médicas.
 Los «medallones» de los vehículos de transporte público se han convertido en el medio para que Ángel Aguirre, presuma los «logros» obtenidos en lo que va de su gobierno: muchas consultas médicas, muchos guerrerenses alfabetizados y muchos kilómetros de carreteras construidos.
 Pero no da noticias de los guerrerenses asesinados y secuestrados, de las hectáreas consumidas por los incendios forestales, ni de los jóvenes que no tienen trabajo. Nada dice de los cotidianos actos de corrupción, ni del robo y despilfarro en todas las dependencias. Para nada se refiere al nepotismo de sus funcionarios y al tráfico de influencias, al compadrazgo y a la venta de favores.
 La gente va haciendo cuentas del tiempo que le resta a la gentuza que colocó en su gobierno, sin que tenga el perfil profesional necesario para los altos cargos de la administración. Porque toda esa gente incompetente y mediocre, no tendrá ninguna oportunidad de quedarse en sus puestos, ya los veremos arrastrando sus miserias dentro de dos años.

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