martes, 14 de mayo de 2013

POLICRONICA


¿Guerrilleros?...El estado de Guerrero ha sido cuna genuina de la guerrilla, por lo menos dos líderes rebeldes ha parido nuestra tierra suriana, por lo que no se descarta que se esté gestando un importante grupo subversivo ante tantos abusos de los gobernantes.



El jueves 9 de mayo de la semana anterior, en nuestra entrega preguntábamos ¿guerrilla?, y nos referíamos a la Policía Comunitaria que fue fundada por el entonces gobernador sustituto, Angel Heladio Aguirre Rivero en el municipio de San Luis Acatlán, y escribimos que nunca se imaginó que después de casi 18 años, sería su dolor de cabeza ahora como mandatario constitucional pero por otro partido. Ese mismo día, pero por la noche, el ahora jefe del ejecutivo por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue entrevistado por la periodista Adela Micha en el canal 2 de Televisa, sin cortes y ahí salió a relucir la palabra guerrilla, pero Aguirre Rivero la contextualizó en torno al movimiento magisterial de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), ahora insertada en el Movimiento Popular Guerrerense (MPG), pero si observamos es lo mismo, nada más que Aguirre Rivero perversamente habla de ella, pero no señala al MPG, pues solamente indica que el movimiento magisterial está financiado  por la guerrilla y el narcotráfico. Abría que recordarle al mandatario amarillo, que en el MPG, están participando activamente varios grupos de la Policía Comunitaria, coincidentemente de San Luis Acatlán y de Acatempa, municipio de Tixtla ambas pertenecientes a la Coordinadora  Regional de Autoridades Regionales (CRAC). ¿En donde ha surgido la Policía Comunitaria?, inicialmente fue en San Luis Acatlán, región de la Costa Chica hace casi 18 años, luego de que comisarios municipales se quejaron de la inseguridad pública con el mandatario y estuvo de acuerdo y se creó, para ello los armó, los uniformó, les dotó de camionetas, municiones y hasta los capacitó. Sin embargo había estado  la Policía Comunitaria, aislada, sin saberse mucho de sus actividades, más que cada año, cuando hacían sus aniversarios en alguna población de la región de la montaña y que invitaban a algunos medios de información, incluyendo a La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, que cubrían sus eventos y ahí está plasmado en nuestras páginas, mismas que se pueden consultar en nuestra hemeroteca. Comenzó a recobrar fuerza el nombre de Policía Comunitaria a partir de que los habitantes de Huamuxtitlán, se armaron de valor y enfrentaron a los delincuentes del crimen organizado, y como fiebre, otras localidades como Olinalá, Cualac, Ayutla de los Libres, Tecoanapa, Atliaca, Acatempa,  en la región norte, Coyuca de Benítez y Acapulco rural, y ahora más puntos de la entidad. Sin embargo en donde nació y está actuando con mucha presencia la Policía Comunitaria, es en el municipio de San Luis Acatlán, tierra del comandante guerrillero, Genaro Vázquez Rojas, y en ese lugar el fin de semana liberaron a Policías Ministeriales y municipales, tras ser arrestados en respuesta de que el 6 de mayo habían sido detenidos comunitarios en Acapulco por el ejército y Marina, quienes los pusieron a disposición de la subdelegación de la Procuraduría General de la República, los desarmaron, hasta el momento no se las han regresado junto con sus pertenencias y  únicamente dos camionetas a cambio de la libertad de los efectivos. También  el 5 de enero del 2013, en Ayutla de los Libres y Tecoanapa, surgieron los llamados grupos de autodefensa dependiente de la Unión de Pueblos y Organizaciones de Pueblos del estado de Guerrero (UPOEG), encabezados por el cuestionado Bruno Plácido Valerio. Habría que recordar que el 7 de junio de 1998, el Ejército Mexicano masacró a 11 indígenas e hirió a cinco más, en una escuela de la comunidad de El Charco, municipio de Ayutla de los Libres, se dijo que eran miembros del naciente Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI). Otro lugar en donde está vigente la Policía Comunitaria, es en la comunidad de Acatempan, y también habría que recordar que en el municipio de Tixtla ha tenido  fuerte presencia del Ejército Popular Revolucionario (EPR), no solamente ha hecho sus apariciones en la misma cabecera municipal en el aniversario del natalicio del general Vicente Guerrero Saldaña el 9 de agosto, si no hasta enfrentamientos con el ejército como el ocurrido en el punto conocido como  «El Ahuejote»  sobre la carretera Tixtla-Chilapa de Álvarez, con saldo de heridos y muertos de personas y lo mismo que en el municipio de Coyuca de Benítez, en donde hace unos meses también se dio a conocer de la creación de la Policía Comunitaria, junto con pueblos del medio rural de Acapulco, pero también es necesario rememorar que el 28 de junio de 1996, apareció por  vez  primera el EPR en el primer aniversario de la masacre de 18 campesinos en el vado de aguas blancas cometido por la policía estatal. El EPR, depende del Partido Democrático Popular Revolucionario. El gobierno de Aguirre Rivero tiene el mapa en dónde coexiste la guerrilla, no es ignorante de las cosas y casualmente los movimientos armados están surgiendo en esos lugares, pero disfrazados de Policías Comunitarios, quienes ahora  por sus armas no solamente le exigen soluciones a sus demandas al gobierno del estado, si no al mismo gobierno federal, pues se tiene programado para este 17 de mayo un encuentro entre representantes de la CRAC con funcionarios de la Secretaría de Gobernación federal, para entregarle un pliego petitorio con 14 puntos, entre lo que destaca curiosamente es el otorgamiento de una licencia para portar armas por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), utilizar armamento de grueso calibre, la cancelación de los procesos penales y averiguaciones previas en contra de integrantes de la Policía Comunitaria que se iniciaron en días pasados por su detención, entre otros. ¿Quién nos garantiza que en medio de toda esta confusión y con la complicidad del mismo gobierno perverso que encabeza el ometepense de Angel Heladio Aguirre Rivero, se esté gestando la guerrilla en Guerrero?, no se debe olvidar que aparte de Genaro Vázquez Rojas estuvo como comandante de un grupo guerrillero Lucio Cabañas Barrientos. Si Aguirre Rivero y ahora secundado por su incondicional senador de la república perredista y virtual secretario general de gobierno en sustitución de Humberto Salgado Gómez, Socorro Sofío Ramírez Hernández,  afirman que el movimiento de la CETEG está financiado por la guerrilla y el narcotráfico, es que tienen elementos. Bien dice el refrán popular, «cuando el río suena, es que agua lleva», entonces si surgiera algún movimiento rebelde en Guerrero, sería el autor intelectual Angel Heladio Aguirre Rivero, porque en esa entrevista televisiva siempre habló de sus bondades que tiene la Policía Comunitaria, de la cual afirmó que no ha tenido problemas, sin embargo ese mismo día estaba en cierne la detención y desarme de la policía ministerial y preventiva de San Luis Acatlán, y a consecuencia de ello ahora hasta las negociaciones se harán en la Secretaría de Gobernación federal, para resolver sus peticiones. Además en días pasados Policías Comunitarios de Tixtla, entraron armados hasta Chilpancingo, en donde vinieron a exigir la libertad de uno de sus comandantes. Si existe en su lenguaje de Aguirre Rivero y de sus acólitos como Ramírez Hernández,  de que la existencia de la guerrilla y narcotráfico es un indicativo que tienen información privilegiada, porque sin ofrecer pruebas y afirmar que estos transgresores de la ley están atrás del Movimiento Popular Guerrerense, es convertirse en cómplices porque si es así son dos delitos del orden federal y ya debieron haber presentado la denuncia correspondiente ante las autoridades  como la Procuraduría General de la República o es una bravuconada de este par de políticos trasnochados y prófugos del PRI…Gafete…El tan ansiado gafete que fueron vendidos por algunos vivales del movimiento magisterial de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), seguramente volverá aparecer mañana en la manifestación que harán en Chilpancingo, con motivo del «Día del Maestro». Como se sabe desde el 25 de febrero los maestros de la CETEG están en paro indefinido en rechazo a la Reforma Educativa y Laboral. El gafete con letras mayúsculas «Observador», se llegó a cotizar hasta en 500 pesos, que fueron adquiridos por policías federales, estatales, ministeriales que la hacen de «orejones» y agentes de gobernación federal y estatal quienes se infiltraron en el movimiento. Este gafete lo autorizaron los dirigentes  de la CETEG para que los periodistas se acreditaran y pudieran cubrir la información del magisterio, con menos restricciones, pero siempre hubo medidas de acotamiento. Seguramente volverá aparecer ese gafete, que los hacía pasar «como gente de ellos», porque quienes no lo portaran al pecho, simplemente eran corridos y hasta increpados, inclusive aunque lo trajeran, siempre hubo reclamos y hasta connatos. Vamos a ver mañana cual es el comportamiento de los miembros de la CETEG con los medios de comunicación, la mayoría de las veces crean un ambiente hostil,  gritando la consigna «Prensa vendida, cuentas bien, no somos uno, no somos cien». Pero bueno ese es el riesgo de andar cubriendo la información y muchas veces sale, que no es agradable para ellos, porque quienes tenemos el compromisos de informar tal como suceden los hechos sin maquillaje, mucho menos tergiversarla, siempre ocurre lo inesperado: el rechazo y hasta acusaciones de que somos empleados u «orejas» del gobierno, cuando en realidad no es así, al menos nosotros que participamos en este vespertino hacemos periodismo independiente, ni recibimos chayotes, mucho menos publicidad de ese gobierno aguirrista represivo y escribimos apegado a los sucesos. Seguro que mañana habremos de cubrir esa información de la marcha y veremos otra vez la aparición de ese gafete que por varias semanas no solamente fue vendido, si no hasta revendido con más pesos.…Genocida…En la sala del Tribunal Primero de Alto Riesgo de Guatemala se había pronunciado la sentencia de la jueza Jazmín Barrios: el expresidente de facto, general en retiro José Efraín Ríos Montt fue encontrado culpable de los delitos de genocidio y falta de deberes contra la humanidad y era condenado –a los 86 años, casi 87— a cumplir una sentencia de 80 años. La jueza había reconocido lo excesivo de la pena para un hombre tan mayor, pero explicó que había antepuesto el derecho de las víctimas a la justicia. Y había absuelto al exjefe de inteligencia militar José Mauricio Rodríguez, dándole permiso de retirarse de la sala en su silla de ruedas. El 10 de mayo de 2013, eran las 5:10 de la tarde, hora local. La sentencia fue emitida: «Los juzgadores consideramos que la conducta del acusado José Efraín Ríos Montt encuadra en el delito de genocidio en calidad de autor, por lo que debe imponerse la pena correspondiente». Y agregó: «Se ordena la inmediata detención por la naturaleza de los delitos y se ordena el ingreso directamente a prisión». Y se soltó el pandemónium en la sala que había sido abarrotada desde primeras horas de la mañana por indígenas de todas las etnias, activistas de la sociedad civil, prensa, cineastas, políticos, diplomáticos. Las primeras fotografías que empezaron a circular de la escena muestran a un Ríos Monttex presidente de la república de Guatemala, que se quita los audífonos, por primera vez sin la máscara de la sonrisa que exhibió a lo largo del juicio que empezó el pasado 19 de marzo, con una mirada de desconcierto. «¡Cordura, cordura!», pedía la jueza. Una nube de periodistas le bloqueaban la vista del acusado que acababa de ser sentenciado en un proceso judicial de dimensiones históricas. Ríos Montt es el primer exjefe de Estado sentenciado por genocidio en un tribunal de su propio país en Latinoamérica. Quizá en el mundo. En la sala, entre el público que se movía agitado, que gritaba de júbilo o, en el caso del sector que ocupaban los familiares y simpatizantes de Ríos Montt, proferían amenazas por lo bajo, se escucharon gritos de advertencia: «¡Se va, se fue!». La jueza Barrios ordenaba: «El señor acusado no puede abandonar la sala, sus abogados no pueden llevarse al imputado, sus escoltas no lo pueden sacar de la sala porque la sentencia es en firme». Acto seguido, la jueza pidió que se llamara «de inmediato» a la comisaría de la policía más cercana para que se trasladaran de inmediato a la torre de tribunales para detener al general imputado de genocidio. Y ante la insistencia de la defensa de desacatar la orden judicial y sacar del lugar al atarantado militar, la jueza tuvo que recurrir a una advertencia: «Señores abogados, no obstruyan la acción de la justicia». El caos siguió y entonces Barrios dio la orden a los agentes de seguridad del organismo judicial de formar una valla. «Hay que hacer una valla para evitar una posible fuga del imputado», dijo. Poco a poco, desde el presídium y sola, con un micrófono, la jueza logró controlar la escena. Primero fueron desalojados los familiares y simpatizantes de Ríos Montt, del general Rodríguez y el propio José Mauricio Rodríguez, es G2, empujado en su silla de ruedas. Luego salieron los asistentes que acudieron en apoyo al Ministerio Público y a la parte querellante. Pero antes de que los indígenas salieran de la sala, mirando hacia la tribuna, sin gritos, pronunciaron al unísono: «¡Tantixh! (gracias, en ixil). A las 5.50 –diez minutos antes de que se cumplieran las dos horas del capítulo final de este truculento juicio—ingresaron elementos de la Policía Nacional y retiraron de la sala al ex dictador Efraín Ríos Montt. Preso. …Frase…Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas. Benjamín Franklin.

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