jueves, 27 de junio de 2013

COLUMNA

Enfoque
Carlos Díaz Figueroa

 Abusos y extorsión en el Congreso del Estado

Con la investidura y el fuero constitucional del Diputado perredista Bernardo Ortega Jiménez se respalda la extorsión en los elementos de seguridad y el abuso de autoridad a la falta de oficio del reportero en falso director de Comunicación Social.

Sorpresivamente se ha observado como elementos de seguridad del Congreso local en protección y solapamiento en la investidura del diputado perredista le pasan la charola a la mayoría de los legisladores.
La extorsión económica  ha sido notable en las entradas y partes estratégicas en el inmueble del congreso a  la exigencia  del personal de seguridad a la mayoría de los diputados.
El cuerpo de seguridad con prepotencia no respeta las formas de quienes visitan día con día el Poder Legislativo, en donde se ha observado preclaramente una actitud soberbia de ellos. 
La persecución es constante con unos cuantos que cubren la información para los distintos medios de comunicación, inclusive, el martes hubo una molestia del alcalde de Alpoyeca por el poderío de la seguridad.
A esta conducta de mal juicio esta emanada por su jefe superior el diputado del PRD, Bernardo Ortega Jiménez, en donde reiteradas ocasiones se escudan de su posición y protección constitucional
El nuevo jefe de la seguridad es un tipo engrandecido con demasiados complejos similar al anterior con un rostro lleno de frustraciones debido a un egocentrismo en externo radicado en una perra soberbia.
La imagen en comunicación social para los que conforman 60 Legislatura, particularmente, en la figura del presidente de la Comisión de Gobierno es una práctica a medias por el titular Antonio Jiménez Gómez.
El trato del director del área de prensa es similar a la actitud trivial del cuerpo de seguridad con preferencias a la propia conveniencia del diputado vulnerable Bernardo Ortega.
Los abusos en el congreso local imperan en una amplia descomposición a falta de cordura, incluso, en las galeras del recinto todos quieren opinar a los tramites y decisiones en la votación de los acuerdos legislativos.
En una actitud de protagonismo y exhibicionismo es el escenario en las galeras del pleno, principalmente, en donde están ubicados medios de comunicación y personal convertidos en orejas de Ortega Jiménez.
Es decir, un desorden a consecuencia del abuso de autoridad propiciada por los elementos de seguridad y por las conductas triviales de quien ejerce como reportero disfrazado en jefe de prensa del Congreso del estado.
El cabildeo de la fracción del PRI
Mientras en el interior del Congreso del estado prepondera  el abuso y extorsión, diputados de la fracción del PRI han dado muestra del cabildeo a las formas para aprobar ciertos procesos legislativos.
Particularmente, se ha observado la experiencia de los diputados Héctor Apreza Patrón y Alicia Elizabeth Zamora Villalva, ambos con un amplió criterio para homologar tramites y acuerdos parlamentarios.
En congruencia, los diputados priistas han elevado en medio de un debate sustancial han tenido oportunidad para privilegiar acuerdos a las causas y necesidades más sentidas de la entidad.
En Héctor Apreza  Patrón y Alicia Elizabeth Zamora Villalva se confirma un potencial en vitales razonamientos para que los acuerdos legislativos este sujetos  a la legalidad en la Ley Orgánica del Congreso del estado.
Aun cuando no son mayoría, la fracción del PRI ha venido elevando las premisas hacía a la consolidación del avance democrático que debe personificar en ese  poder de estado.
Por ello, no hay duda de alto grado y sentido de capacidad y responsabilidad, respectivamente, de la bancada priista para elevar los acuerdos legislativos para  la reconstrucción del desarrollo político, económico y social de Guerrero.

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