viernes, 7 de junio de 2013

COLUMNA

Cosmos
Héctor Contreras Organista

 Foco Rojo

“Foco Rojo” se llamó uno de los primeros prostíbulos “oficiales” que hubo en Chilpancingo. Estuvo instalado, primero, sobre la calle 5 de mayo, casi esquina con Uruguay, arteria citadina que desde hace tiempo lleva el nombre de Heroico Colegio Militar. 
Tiempo después, don Federico Gómez “El Puro”, dueño del “Foco Rojo” junto con “La Teté” se ubicaron –uno frente a otro- con dos locales de servicio nocturno especializado (para quienes ya desde entonces cantaban “Urge”) a la vuelta, sobre lo que era la nueva calle de Omiltemi.

En fin que, ahora que hablamos de “Foco Rojo” no nos referimos a ese atractivo lugar donde noche a noche se aprendía a bailar danzón -¡de a peso la bailada!-, con señoras que sí conocían y dominaban el arrejunte musical propiciado por Gamboa Cevallos, Carlos Campos o Acerina o con algunos filarmónicos que tocaban en la Banda de Música del gobierno del estado. 
No hablamos de ese “Foco Rojo” donde había danzón  pero del bueno, del de a “cartoncito de cerveza”, no como ese feo que bailan los jueves alrededor del quiosco unos ancianitos que se andan cayendo de viejos y se quedan dormidos en el hombro de las ancianitas bonitas y alegres. 
 El “Foco Rojo” al que hoy hacemos referencia no es ese donde el trompetista del grupo musical del antro se echaba un trata ra rá ra-rá…  y a grito pelón decía: ¡¡¡Danzón dedicado a fulano de tal y putas que lo acompañan!!!
Así, a lo pelón y en directo lo pregonaban y entonces el guapachoso grupo musical se arrancaba tocando Nereidas, Pulque para dos, Teléfono a larga distancia, Mocambo, Almendra, Kid Azteca, Zacatlán de las manzanas o cualquier otro danzón, y el halagado por los músicos, les mandaba en obsequio un cartón de cerveza o un ron Potosí o un ron Batey, o cualquier otra bebida.
¡Ah!, qué bonitos recuerdos, pero, insistimos: No estamos hablando de ese “Foco Rojo” bullanguero y muy sociable, sino del Foco Rojo que se acaba de encender en el Comité Central Ejecutivo del Sindicato Único de Servidores Públicos (SUSPEG).
El asunto tiene como base inquietante que desde febrero pasado, de acuerdo al calendario interno del poderoso sindicato, debieron haberse empezado a mover los pretensos a la secretaría general para relevar a David Guzmán Sagredo, cuyo periodo como dirigente del SUSPEG es de cuatro años.
Ahora, empezando junio debió haberse escuchado la voz de: ¡¡¡¡Arrancaaaaaaannnn!!!!, claro, para los que quieren ser, pero no. No hay nada en el SUSPEG. Todo está en silencio, “el músculo duerme y la ambición descansa”. ¿Por qué? La explicación es simple. 
Hace 4 años hubo bronca entre David y Héctor, candidatos al liderazgo. El pleito duró un año y Sagredo lo va a reponer. Va a estar 5 años como dirigente. Los que quieren relevarlo, guardan silencio… ¿Hay de otras?: El músculo duerme, la ambición descansa... ¿descansa? ¡¡Foco Rojo!!

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