martes, 30 de julio de 2013

8º PARLAMENTO INFANTIL



Legislador 33

 Dónde existe la esclavitud, es negada la dignidad humana; que avergüenza a todos los que dicen ser comprometidos, con los débiles y vulnerables del mundo.
Buenos días legisladores y legisladoras del honorable congreso del Estado de Guerrero; niños y niñas que integran el VIII parlamento infantil, público que con atención me escucha.
Mi nombre es Vanesa Farfán Martínez, soy alumna del 6º Grado Grupo “B” de la Escuela Primaria Federal “Teófilo Rivera Vega”, de la Histórica Ciudad de Iguala de la Independencia y me presento ante ustedes para disertar mis ideas en torno al tema:

LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD
Hoy,  hace más de 200  años que  la esclavitud fue abolida en nuestro país, por el Padre de la Patria; Don Miguel Hidalgo y Costilla; quien diera los primeros pasos para convertirnos en una nación independiente; sin embargo; considero que más que un día para celebrar, debe ser un día de reflexión y ejercicio de conciencia.
Puesto que un país no puede considerarse completamente libre cuando la inseguridad y la delincuencia obligan a comunidades enteras a desplazarse de sus lugares de origen. Un país no puede considerarse completamente libre cuando el número de pobres aumenta año con año y millones de sus habitantes deben buscar el sustento en el extranjero.  Un país no puede considerarse completamente libre cuando unos pocos son inmensamente ricos y muchos son inmensamente pobres. 
Por eso quiero hacer un llamado a que nos comprometamos con la libertad y trabajemos juntos para liberar a quienes son esclavizados por el hambre, la injusticia y la falta de oportunidades. Para lograrlo debemos garantizar la integridad de las personas, educar y alimentar a nuestros niños, apoyar a las jefas de familia y garantizar la seguridad de la gente. Sólo de esta manera podremos garantizar nuestra libertad y continuar la lucha que muchos años atrás comenzaron las mujeres y los hombres que ofrendaron su vida para que tuviéramos una patria libre y soberana.
De poco le sirve la libertad a un niño cuando no tiene que comer y mucho menos, la posibilidad de ir a la escuela. De poco le sirve la libertad a una ama de casa cuando tiene que mantener sola a su familia y como premio recibe violencia y discriminación. De poco nos sirve la libertad cuando no podemos salir a la calle sin temor y con los bolsillos vacíos.
Esto es la prueba de que la libertad no se convierte en realidad por decreto, ni se garantiza por estar plasmada en leyes o tratados.
Por eso coincido con el gran novelista mexicano Carlos Fuentes, quien decía que: “no existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres.” Por eso quiero exhortarlos a que todos los días continuemos con esa búsqueda, y que al final de la jornada, tengamos la certeza de que ejercimos nuestra libertad en favor de nuestros semejantes.
¡He dicho! 

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