jueves, 17 de octubre de 2013

ARTICULO

Yo, ciudadano

Acapulco, un mes

Gustavo Martínez Castellanos

La foto: El sonriente gobernador perredista Angel Heladio Aguirre Rivero -que algunos articulistas recuerdan bajo la consigna: “En Acapulco llueve y llueve y el gobernador bebe y bebe”-; estaba feliz ese 13 de septiembre porque celebraba haber reunido a todas las fuerzas políticas de peso bajo su mando; ya podía nombrar sucesor. 200 años atrás Morelos había conseguido lo mismo pero con fines nobles y si Fox dijo que era más grande que Juárez, ¿por qué él –Aguirre- no podía ser más grande Morelos? La relación con la tormenta Manuel, sin embargo, es otra: en cada reunión de esa envergadura (Figueroa, Juárez Cisneros, etc.) debía estar ahí todo el gabinete para apoyar los compromisos políticos y económicos al respecto del pacto. Y si estaba ahí todo el gabinete ¿quién atendía las contingencias del meteoro? Además ¿con qué dinero? esos pactos no se sellan con apretones de mano.

El grito: En Acapulco, el día 15 el alcalde presentó su informe y declaró que así lloviera, tronara o relampagueara daría el grito; cuatro comicios ¿y no darlo?, imposible. Aún cuando “Manuel” había llegado el 13 Protección civil estaba presta a concentrarse en la explanada del ayuntamiento viejo. No podían estar al mismo tiempo en la tormenta.
Voz de alarma: Ese fin de semana hubo 40 mil turistas hospedados en los hoteles del puerto; cada uno previa reservación. Gobernación federal dice que avisó a tiempo sobre el advenimiento de “Manuel” pero parece ser que ningún hotel repitió esa voz de alarma a sus clientes. Todos tuvieron que salir de Acapulco como si huyeran de una zona de guerra.
O de desastres. Como el que dejaron tras de sí los tres alcaldes perredistas que Manuel Añorve flanqueó: Zeferino Torreblanca, Alberto López Rosas y Félix Salgado Macedonio: la década perdida en Guerrero y Acapulco no sólo se observa en la venta de terrenitos en humedales y cuencas sino en todos los aspectos de nuestra vida política, económica y cultural. En diez años el PRD demostró que el único cambio capaz de ejercer es para empeorar. Aún con su pasado priísta Aguirre Rivero no ha escapado a esa praxis.
Recuperar Acapulco. ¿Otra vez recuperar sólo a Acapulco? La tendencia es perniciosa; nuevamente se quiere dar soluciones turísticas a problemas complejos. ¿Quién fue el genio que autorizó la publicidad “Acapulco, 365 días de sol?” Seguramente el mismo que ahora anda buscando “el rostro de Acapulco”: o Plácido Domingo o Eugenio Derbez; cuando el rostro de Acapulco debe ser el de una ciudad limpia, segura, ordenada, capaz de enfrentar cualquier contingencia sin costos en vidas humanas.
Y otra vez, como con la violación de las seis turistas españolas, la salida de Acapulco de los vacacionistas en un puente aéreo con visos de escape de alguna república bananera en pleno estallido social le dio la vuelta al mundo más rápido que cualquier otra publicidad. Inclusive que la de políticos y funcionarios haciendo proselitismo con la ayuda que el país y el mundo generosamente han enviado para los guerrerenses caídos en desgracia.
Olvido. Ha pasado un mes. Guerrero llora a sus muertos. Este noviembre habrá más velas y comida en muchos altares de los hogares surianos. Algunos de esos altares ni siquiera se erigirán en un hogar. La costra de atraso y miseria que Morelos intentó borrar de nuestra geografía sigue ahí. “Manuel” parece habernos dicho que su lucha fue en vano o que en 200 años no hemos sabido merecer la libertad que para nosotros Morelos forjó.
Nos leemos en la crónica: http://culturacapulco.blogspot.com. Nuevo número: www.culturacapulco.com, con colaboraciones de Elena Kahn y el Dr. Floriberto González. Espero que la disfruten y la socialicen.

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