Sacar aguas de Tixtla
con plegarias al Diablo
Javier Francisco Reyes. TIXTLA, GRO.—Con algunos miembros del Cabildo plural, el presidente municipal perredista, Gustavo Adolfo Alcaraz Abarca, junto con damnificados, en su mayoría mujeres, con plegarias le piden al Diablo que permita desalojar las aguas negras que llegaron de la laguna “Espejo de los Dioses” desde hace 25 días que inundaron la cabecera municipal tras el paso de huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel”.
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, el pasado jueves 3 de octubre, dio a conocer que es un secreto a voces de que por las noches aparece un hombre alto corpulento vestido de negro, pidiendo de 5 a 20 almas puras, para que permita desalojar los más de 13 millones de metros cúbicos de agua que han causado muchos daños a viviendas, comercios y a todo el pueblo en general.
En estos días han evacuado a la milagrosa Virgen de la Natividad y a Santo Entierro de la iglesia de El Santuario, y no ven que bajen sus niveles de agua, eso ha comenzado a generar enfermedades entre los habitantes damnificados.
Después de las 13 horas del sábado 5 de octubre, un grupo de damnificados, la mayoría mujeres, en compañía de una rezandera se reunieron y a través de sus medios, se trasladaron a visitar a “El amigo”, que dicen que es un demonio que habita en la caverna de Amatitlán.
La petición a Luz Bel, es que no obstruya las salidas del agua y a cambio le ofrendaron pan, cigarros y mezcal de diferentes sabores; almáciga, mole, tamales y pozole.
Cuando estaban las “oraciones a Dios”, y entregando ofrendas a “El amigo”, arribaron al ritual miembros del cabildo encabezados por el alcalde perredista Gustavo Adolfo Alcaraz Abarca, quien era “custodian” por los regidores Erika Alcaraz Sosa, María de Jesús Blanco, Víctor Bartolo y al secretario general Edilberto Vega, quienes también llevaron ofrendas y flores hasta la caverna de Amatitlán, “La Cueva del Diablo”.
Los damnificados llevaron la imagen de Jesucristo Crucificado, con quien compartió el altar en el suelo de la Caverna, en el centro estaba una cruz adornada de tiras de flores de cempasúchil y velas, cercada de ofrendas para “el ser que habita la cueva”.
Entre el contingente se escuchaba y se repetía varias veces la plegaria, “perdona a tu pueblo señor”, en tanto que otros regaban principalmente mezcal en forma de cruz en pequeños vasos con diferentes sabores de la bebida alcohólica y cigarros prendidos.
Los miembros del cabildo del Ayuntamiento tixtleco, se sumaron al ritual con flores, pan y mezcal y llegaron hasta el altar en el suelo, ahí los funcionarios agitaron, al igual que los damnificados un sahumerio de almáciga o copal mientras pedían en voz baja la salida del agua.
Pese a que no estaban todos convencidos de lo que estaban pidiendo, sin embargo reconocieron que desde hace 100 años no le había ido a pedir al “El amigo” un “favor”, sabían del rito como parte de las leyendas que sus ancestros les platicaron pero no tienen un antecedente reciente.
Aclararon los integrantes del Cabildo, que acudían
“no como autoridades sino como ciudadanos creyentes”, que se sumaron con los damnificados del huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel” a visitar la caverna de Amatitlán en donde vive “El amigo”.
La petición a seres sobrenaturales es para que ayudaran o permitieran sacar el agua de la Laguna “Espejo de los Dioses”, a 25 días de la tragedia, afectando a 7 de los doce barrios de la cabecera municipal.
Los asistentes al rito, confesaron que han acudido a pedirle al Diablo, es porque las autoridades de los tres niveles de gobierno no han podido resolver el problema de la inundación, y ya existe desesperación.
Para reforzar su demanda, también se ha recurrido al volanteo, acusando de “inepto” a la primera autoridad, pues afirman que no destaparon a tiempo los resumideros que desfogan agua hacia el municipio de Mochitlán.
El "diablo" ha impedido que se tomen las decisiones urgentes y oportunas antes, durante y después de la contingencia climática, como hemos constatado la ciudadanía de Guerrero, los que ostentan el poder del estado mostraron su ineptitud y no atinan a atender la problemática generada. Más allá de las creencias y costumbres una cosa es cierta: nuestros gobernantes no están calificados para ocupar las responsabilidades que afano$$$amente buscan y obtienen.
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