martes, 10 de diciembre de 2013

COLUMNA

Enfoque 

Carlos Díaz Figueroa

Irritado Héctor Vicario Castrejón

Ahora resulta que el politiquillo  seudo funcionario y  con aires de caciquillo, Héctor Vicario Castrejón está irritado porque su jefe superior Jorge Ramírez Marín ha dado instrucciones precisas para que desde esa esfera federal se apliquen los recursos de vivienda y otros programas sociales en la reconstrucción en Guerrero ante la tormenta tropical del mes de septiembre.

Al grado que está responsabilizando a sus subordinados ante la evidencia que se vienen publicando en los diversos géneros periodísticos a consecuencia de la ingratitud, vulnerabilidad y falta de oficio para encabezarla restauración de los daños causados por ese fenómeno climatológico.
Los antecedentes oscuros en Héctor Vicario Castrejón es parte de una enfermedad de impotencia similar al alcoholismo y que se llama “abuso y corrupción” y que lo único que ha causado es lastima para lograr obtener un espacio público y de representación popular, gracias al grupo caciquil del figueroismo.
Prueba de ello, es el rostro de derrota en medio de la ambición y oportunismo en una serie de regalías por la vía plurinominal y que desde esa delegación pretende negociar un espacio como Diputado Local, dejando claro que no hay una visión de futuro político en este actual seudo funcionario.
En la Sedatu en Guerrero, sin duda, hay un delegado insensible en el servicio público, nunca ha dejado crecer a sus subordinados, por ello, las mujeres que tienen una responsabilidad en los programas en esa representación han sido ejemplo a seguir.
Entre ellas, Luisa Fernanda Fontova responsable del programa Hábitat quien ha dado muestra de madurez ante los grandes retos en esa tarea, emprendiendo intensas giras de trabajo, mientras Vicario Castrejon oculta su endeble labor  al frente de la Sedatu en Guerrero.
Por eso, el PRI debe poner un alto a todos aquellos oportunistas y egotistas que no quieren dejar de estar en el presupuesto y enriqueciéndose del erario del pueblo como la talla de este pillo señalado como el más corrupto dentro y fuera de ese partido que lo a acobijado para vivir privilegiado.
Y todo porque desde la cúpula partidista y por el cacicazgo de su aliado político, el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, Héctor Vicario Castrejón goza de algo que no ha sido dado de sacrificio, sino, de tanta descomposición en los cargos públicos y de representación popular.
Ojalá, siempre le perdure el padrino mas incomodo en Guerrero, que sin duda, también pretende imponer al hijo como candidato a la presidencia de Acapulco, dejando a un lado a César Flores Maldonado un cuadro que pudiera dar batalla a la alianza que habrán de conformar la llamada izquierda.

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