lunes, 16 de diciembre de 2013



Una tradición que conserva su encanto de proporcionarnos esa deliciosa mezcla de añoranza y gratitud hacia la vida es el envío de tarjetas navideñas a nuestros seres queridos, amistades y compañeros. Aquí les ponemos unos ejemplos para que los escriban y los envíen o entreguen personalmente.
“Señor, quisiéramos poner en estos días un árbol dentro de nuestro corazón, y en lugar de regalos, colgar los nombres de nuestros seres queridos, los de siempre y los de ahora, los de cerca y los de lejos, los que vemos cada día y los que encontramos raramente”. 
Aunque ahora hay medios más rápidos y versátiles como el correo electrónico, el “face” y el “twitter”, habremos de tomar en cuenta que la tecnología aún no ha llegado a todas las personas y entonces tenemos la opción de escribir con nuestro puño y letra, esos mensajes que ensanchan el corazón y que nos hacen suspirar.
“El finalizar este año, quisiéramos nombrar a todos los que pasaron por nuestra vida, a los que conocemos profundamente y a los que solo conocemos por su apariencia. También quisiéramos pronunciar los nombres de los humildes y a los importantes, aquellos a quienes herimos sin querer, aquellos que nos deben y a quienes nos dan”. 
Las tradiciones importadas de países nórdicos han arraigado en nuestros hogares, por ello, es común referirse al árbol de navidad, que colocamos y adornamos familiarmente, y así podemos referirnos a este ícono navideño.
“Queremos un árbol de raíces profundas para que sus nombres nunca sean arrancados de nuestro corazón, y que cuando florezca el año próximo esté lleno de amor, de paz y de felicidad, que nos ayuden a sortear los momentos difíciles, porque  en la vida no se trata de sobrevivir a una tempestad. Se trata de danzar bajo la lluvia"
Las fiestas decembrinas también están cargadas de misticismo y religiosidad, y en consecuencia la referencia a dios, a la Virgen y al Espíritu Santo están presentes en nuestros mensajes.
“El Señor Jesús nace piadosamente, en el pesebre de amor que palpita en nuestro corazón para que en cada rostro se dibuje un destello que nos recuerde su presencia eternamente”. 
Finalizamos con unos mensajes y pensamientos más cortos y más actuales, pero muy significativos:
“Cuando estés con tus seres queridos, disfrútalos. Apaga tu celular o guárdalo. Ellos algún día se irán, y entonces cambiarás tu celular por un minuto más con ellos. Que el celular no te robe la vida”.
“Aléjate de la gente que trata de empequeñecer tus ambiciones. La gente pequeña siempre hace eso, pero la gente realmente grande te hace sentir que tú también puedes ser grande”. 
“El beso es un dulce movimiento que la naturaleza ha inventado para cerrar las conversaciones cuando las palabras se vuelven inútiles”.

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