lunes, 6 de enero de 2014

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista 

Impresor Don Baltazar Castillo Zapata
 Sabido es que uno de los tres Reyes Magos se llama Baltazar, y es por ese motivo que doña Concepción Zapata Alday eligió el nombre de Baltazar para su primogénito, el desde hace muchos años prestigiado impresor don Baltazar Castillo Zapata en tierras guerrerenses. 

 Don Héctor Baltazar Castillo Zapata nació en Chilpancingo, Guerrero el día 6 de enero de 1947 y es por ese motivo que dedicamos este espacio para felicitarlos calurosamente.
 Perteneciente a una tradicional familia de impresores, desde su niñez estuvo muy ligado a las artes gráficas.
 Sus estudios de instrucción primaria los realizó en la Escuela "Fray Bartolomé de las Casas" y los alternó con el aprendizaje de la caja de tipos en el Taller de la Imprenta del Gobierno del Estado que se localizaba, en los años 50, a espaldas del antigüo edificio del Colegio del Estado, frete al taller mecánico.
 Su abuelo materno, don Alejandro Zapata fue de hecho el fundador de la imprenta del gobierno del estado y posteriormente algunos familiares suyos como don Alejandro Zapata Alday, fue director de esos talleres, responsabilidad que al paso de los años también ocuparía don Baltazar y años después su hijo Alejandro.
 Trabajadores de la imprenta oficial fueron sus tíos Félix y Tadeo reconocidos obreros de las artes gráficas.
 Desde su llegada a la Imprenta, el todavía niño Baltazar Castillo Zapata supo ganarse el aprecio y cariño de todos sus compañeros impresores quienes se empeñaron en que pronto aprendiera los secretos del oficio, habida cuenta de que "El Güero Balta", como le decíamos sus amigos de infancia, siempre demostró entusiasmo por superarse y conocer todo lo referente a esa interesante profesión.
 Logrados los conocimientos de la ubicación de los tipos en las cajas, pasó a la elaboración de pequeños formatos. Gente noble como don Efrén Leyva Adame y don Rogelio Muñiz Tapia le abrieron la puerta al oficio y personajes igual de apreciados como don Pedro Sosa Calvo le fueron ampliando las posibilidad de superación, enseñándole con especial cuidado la simetría de la impresión y poco tiempo después tendría que colocar y subirse a algunos cajones de apoyo para alcanzar a hacer sus primeras impresiones en las máquinas "Chandler" y después en la prensa plana. 
Llegadas de Alemania las impresoras "Heidelberg" ya automatizadas y con sistemas electrónicos avanzados, Baltazar Castillo Zapata se aplicó en ellas hasta lograr su total dominio.
 Alternó su interés por conocer y dominar el manejo de los linotipos e intertipos, por aventajar en la novedad de los diseños para más tarde capacitarse en el manejo de las primeras máquinas offesset que llegaron al estado.
 A todo esto, Baltazar Castillo Zapata también destacaba en los estudios de la Escuela Secundaria de la que egresó con brillantes calificaciones. Hizo la Preparatoria e ingresó a la Escuela de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero, carrera que truncó debido a que ya había adquirido una prensita Chandler y su taller era animadamente requerido por la clientela debido a la calidad de sus trabajos que pronto alcanzaron un gran prestigio.
 Eran ya los años '70. Nacía la famosa "Imprenta Gutenberg", en las calles de Altamirano. La gente comenzó a llamarla con justicia ¡La Mejor Imprenta de Chilpancingo!
 Baltazar Castillo Zapata se ha distinguido en la comunidad por ser un trabajador de tiempo completo. 
 Al abrir una modesta fuente de trabajo para otros compañeros suyos, no dejó de laborar en la Imprenta del Gobierno del Estado en la que rebasó los 35 años de servicio, pero que en el caso suyo no cuentan -según nuestra apreciación-, en la acumulación de tiempo sino de la calidad del trabajo que ha sostenido para dar continuidad al prestigio tradicional de los Zapata, los mejores impresores que hubo y que sigue habiendo en estas tierras.
 Don Baltazar finalmente y tal vez contra su voluntad, se jubiló como trabajador de la imprenta del gobierno del estado pero ha continuado con modestia y su ejemplar característica haciendo trabajos modestos.
 Motivo de satisfacción personal debe ser para él y su familia observar que por diversos puntos de la ciudad y en otras poblaciones tal vez, se abrieron imprentas exitosas por parte de algunos de sus compañeros en la imprenta del gobierno o en los talleres de la Guntenberg, donde él, como ejemplar guerrerense, enseñó a muchos o que con interés aprendió siendo muy niño.
En este recuerdo de felicitación para don Balta, recordamos con mucho cariño y especial gratitud a una gran mujer, su Mamá, don Conchita Zapata, mujer vigorosa que supo crear y educar a sus dos hijos queridos, don Baltazar y nuestra querida amiga Silvia, su hermana.
Felicitaciones para el estimado y muy valioso amigo Baltazar Castillo Zapata y un saludo especial para toda su familia y sus queridos hijos.   

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