jueves, 30 de enero de 2014

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

--La ciudadanía está indefensa.--Primero hay que controlar nuestros hogares.--Se ha abusado de la defensa de los derechos humanos.


Después del artero atentado que sufriera el prominente político y empresario de Chilpancingo, Pioquinto Damián Huato, consideramos que toda la ciudadanía está indefensa; Damián Huato se ha caracterizado por denunciar robos, secuestros y extorsiones cometidos por presuntos grupos delincuenciales en contra de sus compañeros comerciantes, esencialmente los que laboran en el mercado “Baltazar R. Leyva Mancilla”; es más, es gran simpatizante de que en la capital del estado se formen grupos de autodefensa para combatir la inseguridad que prevalece, no solamente en Guerrero, sino en todo territorio nacional y por ello, al parecer,
había ido a buscar asesoría al Valle de El Ocotito, donde días antes, la autodefensa de la UPOEG casi “tomó” varias comunidades logrando detectar, incluso, un plantío de amapola que, extrañamente, las fuerzas policiacas y militares no habían encontrado; definitivamente, el Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana, implementada por las huestes de Bruno Plácido Valerio, han logrado que, al menos en sus comunidades, la inseguridad haya bajado, si no al 100%, sí en una forma significativa; el implementar esta especie de cuerpos de seguridad en las grandes ciudades del país, bien puede resultar demasiado complejo, aunque finalmente beneficioso; sin embargo, hay que destacar que no todos los vecinos, sea en el barrio, la colonia o cuadra, se conocen al 100%, pero sí se pudiera intentar la organización; no obstante, para controlar la situación, la ciudadanía, la gente del pueblo, primero deben de “controlar” –válgase la rebuznancia –sus propios hogares; es decir, mantener bajo vigilancia estricta a su familiares, principalmente a los jóvenes de 15 o más años de edad; recordemos que son éstos los que se “salen del carril” y cometen atropellos en las ciudades, son éstos los que se erigen como grafiteros y rayonean las paredes con grotescos dibujos, a los que tienen el cinismo de llamar “arte”; esas muestras de “expresionismo” solamente han demostrado que, desde hace décadas, la verdadera educación de nuestros jóvenes ha venido en decadencia, presuntamente con el abuso que se le ha dado a la “defensa de los derechos humanos”; los que fuimos educados al estilo de los años 70’s, nos consta que en ese entonces los niños, los alumnos, respetaban a los adultos y a los maestros, así como a cualquier persona dentro y fuera del salón de clases; no hacíamos aquelarres como lo hacen los chamacos en la actualidad, a quienes ya nadie, absolutamente nadie, ni siquiera sus progenitores, puede llamarles la atención porque “violan sus derechos humanos”; consideramos que valdría la pena revisar esta parte de la sociedad y, sin mostrarnos o comportarnos de una forma un tanto arcaica, podríamos subsanar muchas situaciones; en fin, tenemos el problema encima y se hace indispensable tratar de buscar soluciones, de otra forma, seguiremos en el tobogán de la ignominia, viendo cómo nos acabamos unos contra otros; si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com

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