COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

 Los extraterrestres y el curita chocolatero: ¿Palabra de Dios?

 A raíz de la nota publicada por nuestro diario LA CRÓNICA/Vespertino de Chilpancingo el pasado martes 7 de enero y acreditada a nuestro compañero periodista Alfonso Cerdenares Domínguez: “Nos vigilan extraterrestres, apareció ovni en la capital”, comentamos con nuestro editor don Javier Francisco Reyes que hace años en este mundo fantástico del periodismo entrevistamos para la columna COSMOS a una destacada deportista chilpancingueña, corredora maratonista quien nos platicó con lujo de detalles su experiencia vivida con un extraterrestre.

El único requisito que nos impuso nuestra paisana fue que no divulgáramos su nombre para evitar cualquier tipo de comentarios, sobre todo los que llevan morbo en este tipo de vivencias. Lo que nos informó ocurrió hace ya casi veinte años. Lo dimos a conocer en nuestra columna periodística de donde fue tomada y reproducida por una revista internacional especializada en experiencias de esa naturaleza editada en EEUU con circulación en América y Europa. Se nos dieron los créditos y siempre respetamos el anonimato de ella, a quien hace poco saludamos porque sigue haciendo deporte.

Palabras más palabras menos el relato es el siguiente: “Una mañana fuimos a correr, como por costumbre lo hacíamos con otros y otras compañeras, por el rumbo de Las Antenas, al oriente de Chilpancingo. Me rezagué y ellos siguieron corriendo. Después de pasar por las antenas y al comenzar a bajar vi en el fondo de la barranca un punto luminoso. Estaba saliendo el sol y me imaginé que era el reflejo de sus rayos sobre alguna lata de jugo o de cerveza. Mis compañeros ya iban muy lejos. Continué a trote bajando el cerro cuando más cerca de ese reflejo vi que era algo más grande que una lata que me había imaginado. 

Me acerqué con mucha curiosidad y vi que se trataba como de un enanito pero su cuerpo era como de algo parecido al peluche. Tenía unos ojos grandes y una cara extraña. Llegué a donde estaba y no me dio miedo, porque no infundía miedo. Levantó su brazo y con esa especie de peluche tocó mi mano deslizando la suya sobre la mía y sentí mucha paz, mucha tranquilidad. No hubo diálogo ni preguntas, sólo miradas. Estaba impresionada por estar frente a un ser tan raro y extraño. Reaccioné y quise ver la hora en mi reloj de pulsera pero se había parado, no caminaba.

Seguí trotando hacia abajo alejándome de ese extraño pero iba yo sintiendo mucha paz. Más abajo mis compañeros ya me esperaban cerca de la presa y les platiqué lo sucedido. Regresamos al lugar donde tuve la experiencia pero ya no había nada. Al paso del tiempo y ya estando en mi trabajo o andando en la calle siempre sentí algo diferente en mí, como que tenía yo mucha seguridad, mucha paz, mucha tranquilidad y ningún temor”.

Hasta ahí el relato que recordamos de aquella entrevista para nuestro COSMOS que le dio la vuelta al mundo. No ha sido la única experiencia. Han habido varios “avistamientos” por el mismo rumbo donde el 4 de enero pasado se produjeron los más recientes. Y otros por el rumbo de Petaquillas, en Tepechicotlán y Amojileca, por sólo citar algunos. Vemos que dice la Biblia al respecto: Libro de Ezequiel 1-Del 4 al 9:

“Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente (5) y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ella semejanza de hombre. (6) Cado uno tenía cuatro caras y cuatro alas (7) Y los pies de ellos eran derechos, y las plantas de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce bruñido. (8) Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados (9) Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacía adelante” 

¿Palabra de Dios?

Hay que preguntarle al curita chocolatero su opinión.