martes, 25 de febrero de 2014

PRINCIPAL DE NOTA ROJA

Al parecer se suicidó al
 discutir con su esposo

Antonio Cantú Rendón.—Presuntamente por una discusión que tuvo con su marido, una comerciante de comida de una fonda del mercado de la colonia “Los Angeles” de Chilpancingo, la mañana de hoy martes decidió salir por la puerta falsa suicidándose en el interior del sanitario.

La ahora occisa respondía al nombre de María Luisa Hernández Salinas de 52 años de edad, tenía su domicilio en la calle “Durazno”, manzana 04, lote 44 de la colonia “Guadalupe” que se ubica frente el asentamiento humano “El Salado” de Chilpancingo.
Sobre los hechos, el esposo de la presunta suicida Filemón García Cortés de 52 años de edad, dijo que desde hace tiempo su pareja comenzó a ingerir bebidas embriagantes, siempre llegaba alcoholizada a su domicilio, luego de atender su fonda de comida que tiene en el mercado de la colonia “Los Angeles”.
Manifestó el ahora viudo antes las autoridades que ayer lunes cerca de las 22 horas tuvo un pequeño problema con su esposa, debido a su enfermedad de alcoholismo, pero hasta ahí llegó todo.
Enseguida ambos se acostaron en su recámara, y alrededor de las tres de la madrugada, su esposa se levantó para dirigirse al sanitario, tras dos horas de esperar a que saliera, comenzó a preocuparse, por lo que decidió buscarla.
Al salir de la puerta de la recámara descubrió que en la entrada del sanitario estaba colgada su esposa, pero para hacer esto, tomó un mecate para tendero de ropa, y lo ató en un polín de madera que se ocupa para la colocación de una cortina.
Posteriormente el mecate lo amarró a su cuello, para después colgarse, por consecuencia perdió la vida en minutos, quedando hincada en el piso, hasta ese lugar, arribó la policía municipal y peritos de la Procuraduría General de Justicia del estado quienes iniciaron las primeras diligencias de ley.
El personal de la fiscalía guerrerense, le notificaron al esposo y al hijo del ahora suicida que se tenían que llevar el cadáver a la morgue para que el médico determinara si ella sola se había quitado la vida o la habían privado de la vida, ya que el mecate se marcó el cuello,  según su experiencia de los técnicos normalmente un suicida  cuando se cuelga no deja huellas.
Cuando se hacían las diligencias de ley, llegó un familiar que trabajaba para ella, y murmuró que desde hace algunos días, decía la comerciante  en comida que ya se quería morir, estaba harta de la vida. 

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