jueves, 6 de marzo de 2014

COLUMNA

Cosmos
Héctor Contreras Organista

 La Profa Magda
 Hace algún tiempo, en su domicilio de la ciudad de Chilpancingo, localizado en las calles de Hidalgo, dialogamos con la respetable Profesora Magdalena Vázquez Martínez, ex presidenta municipal de Chilpancingo, acerca de las relaciones que duran

te su administración municipal se produjeron entre el ayuntamiento que presidió y el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado (SUSPEG).
Con su amabilidad característica, doña Magdalena Vázquez o “La Profa Magda”, como cariñosamente la tituló el pueblo, dio la bienvenida al reportero. Rodeada de algunos de sus hijos y de personas que le auxilian en los quehaceres del hogar, de un reportero entre los muchos que constantemente acuden a saludarla y acompañada de su cuñado, el también ex alcalde de Chilpancingo, el licenciado Darío Miranda Román, atendió generosamente la petición de hacernos algunos comentarios sobre el tema planteado.
“La pregunta que me haces es muy agradable. Yo tuve una relación muy buena con los compañeros trabajadores. Nunca tuve un problema. Cuando surgía, tratábamos de solucionarlo inmediatamente porque sabemos que con el gremio trabajador no nos podemos enojar, porque ellos hacen todo el trabajo del municipio y son gentes que gana en realidad un salario muy mínimo, nunca han podido tener un salario como lo merecen, son trabajadores que cumplen con sus horas, y con su sindicato, jamás tuvimos un problema. Al contrario, teníamos comidas, teníamos reuniones, les dábamos algunos premios cuando se trataba de homenajear el Día del Empleado; claro, dentro de nuestras posibilidades económicas. En aquel tiempo el ayuntamiento estaba mal económicamente, no teníamos el dinero que hubiéramos querido. Dicen que todo es proporcional, y también dicen que a menores empleados menores problemas; pero si teníamos pocos empleados teníamos que cumplir. Para nosotros el salario del empleado es sagrado, y como tal, procurábamos cumplir. Había veces que me preocupaba bastante, hasta me doblada los dedos y le preguntaba a nuestro tesorero: ¿Ya hay para la paga? Porque era para nosotros en realidad muy urgente pagarles y estar pendiente de ellos. No hubo nunca problemas, al contrario, todos salieron contentos por el trato que les dimos, al menos yo así pienso”.
-¿Cuál fue su periodo constitucional?
“1978-1980”.
-En ese periodo, ¿quiénes eran los dirigentes del sindicato?
“Eso ya no lo recuerdo, pero entre ellos había un regidor, Ernesto Ramírez Chávez, que era inquieto”.
-¿Había ya una Sección del Sindicato especialmente para los trabajadores?
“Sí, teníamos una Sección especial, ellos tenían su sindicato; yo nada más recuerdo que entre los trabajadores había mujeres dentro del sindicato, eran dos, una de ellas es Yolanda Nájera y otra niña que todavía está trabajando en el ayuntamiento”.
-¿Se otorgaban plazas de Base a los trabajadores?
“A mí no me tocó dar, todavía no podían darse tantas porque el erario no alcanzaba. A algunos se les dieron, porque ya por años les correspondían, pero muy pocas”.
-¿Quién era su tesorero?
“Don Roberto García”
-¿Quién era el sindico?
“Fernando Méndez Gatica. También Fernando se portó muy bien, y repito, nunca tuve problemas con los trabajadores porque cada vez que ellos querían algo o se alborotaban, porque sí, se inquietaban, luego corrían la voz: No nos van a pagar. No, les decíamos, eso e
s mentira. Sí, hubo veces que nos dilatamos dos días, pero ya al tercer día tenían su paga. Cuando se aproximaba la quincena yo les decía a mi síndico y a mi tesorero: Por favor, váyanse a El Ocotito, a todos los pueblos a conseguir dinero para la paga. Fíjate cómo eran las condiciones, tenían que irse a esos recorridos a traer el dinero para la quincena, estaban los ayuntamientos muy pobres”.
-¿Recuerda alguna anécdota?
“Nada, que estaba yo en Zihuatanejo, estábamos todos los presidentes municipales con el gobernador y funcionarios, se había organizado una reunión para darnos orientaciones sobre la cosa del municipio, que estaba Martínez Cabañas muy empeñado en la municipalidad, de cómo se tenía que cobrar, cómo se debía recaudar. Él era asesor de don Rubén Figueroa Figueroa, y estaba yo feliz por el acto ese, y me dice don Rubén: Maestra, tiene que regresarse a Chilpancingo. Y le pregunto: ¿Por qué? Porque una cabra está pateando el cristal, era este muchacho que te digo y que estaba alborotando porque yo me había ido y era ya la quincena y él pensó que no regresaba, y esa es la anécdota que tengo. Y me dice el gobernador: Váyase porque fulano de tal ya está rompiendo la cristalería, y me vine inmediatamente”.
-En resumen, usted tiene un buen recuerdo como presidenta municipal con los trabajadores.
“Sí, muy buena relación, jamás tuvimos que castigar a alguien, sacar a alguien o sancionarlo, nada, no hubo nada. Muchas gracias”.
-Muchas gracias a usted.
-La Maestra Magdalena Vázquez Martínez nació en 1927, el 21 de octubre. Sus padres fueron Isaías Vázquez Añorve, de Ometepec y la señora Leopoldina Martínez Calvo, de Chilpancingo.
Muchas felicidades por el cálido homenaje y reconocimiento que se le hace, Profa Magda.

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