viernes, 2 de mayo de 2014

PRIMERA PLANA

Por soberbia Gold Corp dejó
de sacar oro hace 32 días 

CARRIZALILLO, Mpio. EDUARDO NERI, GRO.—Debido a que actúan con soberbia los representantes de la empresa canadiense Gold Corp, ésta dejó de sacar oro, plata y zinc hace 32 días, luego de que fuera cerrada por los ejidatarios de esta comunidad, pues no les resuelven sus demandas legítimas de mejorar sus ingresos.

El primero de abril, los  ejidatarios de esta comunidad  cerraron los accesos a la planta de procesamiento de minerales de oro, plata y zinc, confirmó  Julio Peña Celso, presidente de la comisión de vigilancia del comisariado ejidal.
Luego afirmó que los enviados de la empresa minera Gold Corp, se han conducido con soberbia porque se niegan a resolver el conflicto, pese a que desde el 2007, explotan minerales en mil 200 hectáreas de tierras mediante el pago de una renta.
Recordó que el primero de abril, fecha en que estallaron su movimiento, el gerente de la minera, Francisco Ballesteros Corrales, les ofreció 4. 5 onzas de oro por hectárea, además de un seis por ciento de aumento anual durante cinco años de renta.
Sin embargo, el 5 de abril, Horacio Bruna, envió un escrito a los ejidatarios en el que les dice que la empresa solo podrá pagar 3. 5 onzas de oro por cada una de las mil 200 hectáreas.
Julio Peña Celso, señaló que se le pidió a los representantes de la empresa que acudieran al lugar donde está el campamento para platicar con los ejidatarios y tratar de llegar a un arreglo.
“Los funcionarios de la empresa se niegan a venir para dialogar pese a que en estos 15 días que no se han explotado los yacimientos minerales ha tenido pérdidas económicas incalculables”, señaló.
Peña dice que realmente lo que parece es de que la empresa se niega aumentar los beneficios que son pírricos en comparación con las estratosféricas ganancias millonarias que obtienen por la extracción de minerales a costa de los daños ambientales y a la salud que han provocado.
Recordó que la Gold Corp, sigue sin cumplir un acuerdo del contrato pasado que establece la construcción de un sistema de agua segura para la población.
Y es que el manantial que tenía el pueblo para abastecerse del vital líquido lo ocupa la empresa para el patio de los dos lixiviados.
Julio Peña, afirmó que otro de los acuerdos aprobados en la asamblea es de exigir a la empresa una indemnización por los daños ambientales que provocaron los trabajos de explotación de los minerales.
“Tenemos el presentimiento de que las enfermedades de la garganta que continuamente sufre la gente del pueblo principalmente en los niños y ancianos son provocadas por el polvo contaminado que arroja la empresa minera”, mencionó.
Al cumplirse18 días del bloqueo de los trabajos de la mina, todos los habitantes de Carrizalillo se trasladaron al campamento.
Aquí acompañados por el párroco del pueblo, celebraron los actos religiosos de Semana Santa.
Otro de los acuerdos que aprobaron los campesinos es  mantener cerrada la planta de procesamiento de minerales y los dos lixiviados.
En un recorrido por las instalaciones se pudo detectar que un grupo de campesinos de la comunidad de Carrizalillo, se encuentran adentro de la planta de procesamiento.
Pero también hay policías privados que tiene contratados la empresa minera.
“Acordamos que los policías permanezcan en las instalaciones para que la empresa no vaya acusarnos de algún saqueo”, expresó Julio.
Según los ejidatarios, la Gold Corp, ha perdido más de diez millones de dólares por dejar de explotar los yacimientos minerales en estos últimos 15 días.
En el 2013, según las autoridades del Ejido, la empresa tuvo una producción de 332 mil onzas de oro.
En ese año, los 179 ejidatarios de Carrizalillo recibieron 48 millones de pesos por la renta de mil 200 hectáreas de tierras a la Gold Corp.
Durante el recorrido por la planta de procesamiento, los dirigentes del movimiento, dijeron que el patio del lixiviado donde se utiliza el cianuro para extraer los minerales existe el riesgo de que se registre un derrame hacia una barranca que va a dar a las aguas del río Mezcala.
“Estamos hablando de que se podría dar una tragedia ambiental de enormes proporciones y todo por la irresponsabilidad de la empresa canadiense”, afirmó Julio Peña.
Doña Martina López, señala con el dedo índice hacia el cerro árido, y dice: “ahí estaba mi parcela y pronto se la va a tragar el mar”.
La anciana le dice “mar” al agua con cianuro que está en una piscina que es utilizada para el procesamiento de los minerales.
“Esa agua azul turquesa se parece al mar de una playa de Cancún”, dice en broma uno de activistas que apoyan el movimiento de la gente de Carrizalillo.
Son casi las 13 horas con 30 minutos, el sol pega duro y los dirigentes invita al resto de la comitiva subirse a una camioneta para partir hacia el campamento.
Doña Martina voltea a ver las instalaciones de la planta donde sobresalen letreros con leyendas de “peligro”, por los residuos tóxicos que aquí se manejan.
Y cuenta: “miren mi sobrina Sofía Juárez, aquí trabajaba en la planta y un día llegó a mi casa y me dijo, tía me duele mucho la cabeza y tengo muchísima fiebre”.
“La llevamos de emergencia a un hospital y murió, pero no fue a consecuencia de una gripa; se murió por este mar (cianuro)”, indica.

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