martes, 17 de junio de 2014

COLUMNA

Retraso en la educación 

Apolinar Castrejón Marino

Al finalizar el año lectivo 2013-2014 y ver el atraso educativo de nuestros niños y jóvenes ¿No sentirán un poco de pena las “autoridades educativas”? Quizá no, porque los Secretarios y Secretarias, subsecretarios y subsecretarias, y los directores fueron colocados arbitrariamente por los gobernadores, y su santísima voluntad.
El lenguaje que hablan los gobernadores con sus achichincles es el de la fidelidad, y no del cumplimiento en el trabajo, de resultados positivos, ni de satisfacción de la gente. Dice el comediante “El Costeño” que si quieren fidelidad, que se compren un perro, o que compren un estéreo Sony que tiene “Alta Fidelidad”.
Es difícil saber qué estado de la República Mexicana tiene los mejores niveles de aprovechamiento de los estudiantes, pero es muy fácil saber cuáles son los estados más atrasados en educación: Oaxaca, Guerrero y Michoacán.

Y en el caso del estado de Guerrero, los niveles de mayor rezago son la educación primaria y la universidad. Los motivos saltan a la vista, el abandono de las aulas por parte de los “maestros” para andar en la grilla, y la grilla desatada en las diferentes escuelas de la universidad, por los suspirantes a cualquier puesto político.
La prensa al servicio de las autoridades educativas se dedicaron un buen tiempo a “echarle tierra” a las escuelas particulares, pregonando que la educación es de mala calidad. Y al mismo tiempo afirmaban que la educación pública es mejor porque se basa en estándares internacionales.
Acudimos a preguntarles a algunos maestros que laboran en los colegios de la Ciudad de Chilpancingo, y nos sorprendió lo que nos dijeron. Todos coinciden que ahí no se puede andar echando grilla, ni política ni sindical. Maestro que sea sorprendido adoctrinando a otros maestros, es obligado a “dar por terminada la relación laboral con la institución”.
Al principio de cada año, todos los maestros tienen que entregar su plan de trabajo y su calendario de actividades, escrupulosamente elaborado en computadora. Trabajan los 200 días del año que marca el calendario oficial, y los maestros no tienen ninguna oportunidad de reunirse para ver el futbol en horas de clase.
Nos saltamos al nivel superior de la educación pública, es decir, a la universidad. Cuando era rector de la Universidad Nelson Valle, tuvo la peregrina idea de que si les cambiaba de nombre a las escuelas, automáticamente se acabarían las luchas intestinas y la politiquería barata.
Nelson Valle ordenó que se les llamara “unidades académicas” para indicar que solo se dedicarían a cumplir actividades de enseñanza. Pero eso no dio ningún resultado y seguimos viendo que cuando hay vacaciones, los universitarios son los primeros que abandonan las aulas, cualquier festividad es buena para realizar “puentes” y dejar desiertas las aulas.
Las “quemas” del libro, de las batas, y de las bitácoras son verdaderas bacanales llenas de mezcal y sexo, en las cuales ya han muerto “estudiantes”. 
En la búsqueda de información, tuvimos acceso a unos documentos que revelan que 13 de cada 100 estudiantes dieron “mordida” para obtener calificaciones aprobatorias, pero la mitad de los universitarios aseguran que sus maestros no preparan sus clases. 20 de cada 100 estudiantes aseguran haber sido víctimas de acoso sexual, pero solo 1 de cada 200 lo denunció.
Nos contaron que cierto maestro universitario un poco entrado en años, fue abordado por una alumna de formas suculentas, y le dijo que le quería pedir un favor. El maestro le dijo que sí como no. Entonces la alumna se lanzó a fondo: “quiero que me ponga un diez de calificación final en su materia. Y voy a su departamento y me hace lo que quiera”.
El veterano maestro le contestó un poco apenado: “hay mi hijita, te voy a poner un 6, y te voy a hacer lo que yo pueda”

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