jueves, 17 de julio de 2014

POLICRONICA

    Engañabobos…Esos funcionarios federales chilangos, creen que están cumpliendo con su trabajo al convertirse en unos auténticos “engañabobos”, con el proceso de reconstrucción, como es el caso de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), que ya cuantifican que ya está al 70 por ciento.



Con el paso del huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel”, en septiembre del 2013, el estado de Guerrero, fue de las pocas entidades federativas de México de las más devastadas, por lo que el presidente de México el priísta Enrique Peña Nieto, de inmediato estuvo en tierras surianas por casi 15 veces, encabezando reuniones para el inicio del proceso de reconstrucción y ayuda. Pomposamente se anunció que se invertirán más de 67 mil millones de pesos desde este año y en los próximos, aunque los políticos lo han malinterpretado que es nada más para el 2014. Las diversas instancias federales hicieron sus propios diagnósticos de los daños, entre ellos conocer más o menos el número real de familias que se quedaron sin vivienda, por ende necesitan se les construya al ciento por ciento, en otros casos parcialmente y otros más reubicarlos no solamente de terreno por vivir en zonas de alto riesgo, sino hasta de pueblos enteros. Desde el mes de septiembre a la fecha, en materia de vivienda, su proceso ha sido “superlento” por las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), gracias a que el voluminoso titular, Jorge Carlos Ramírez Marín, más que estar en Guerrero a acelerar los trabajos de la reconstrucción- edificación total y parcial—de más de 11 mil viviendas, viene a turistear y a engañar a la gente en desgracia de que esas casas durarán toda la vida, por aquello de afirmar que tienen una vida útil de por lo menos 30 años como mínimo. Luego llega a la entidad Sheila Ortega, Coordinadora de Delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), no va a otra parte de las zonas devastadas, sino al cómodo y paradisiaco puerto de Acapulco para presumir hace 24 horas de que existe un 70 por ciento de avances en torno a la reconstrucción del estado de Guerrero. La muy oronda funcionaria afirma: “Para nosotros es un avance del 70 por ciento en lo general, desde el desplante de los terrenos y la regularización de los mismos. El problema del Estado de Guerrero es ese que tenemos que reubicar la mayor parte de las viviendas y esto incluye reconstrucción total, parcial y reubicación”. Además hasta en su discurso no sabe explicar, pues los terrenos no “se desplantan”, se nivelan o se aplanan y son las casas las que se “desplantan sus muros”. Pero esta servidora pública federal al igual que su jefe el regordete Ramírez Marín, vienen a Guerrero a hacerla de “engañabobos” al sostener “entregamos las casas ya habitables, no entregamos cascarones”.  Tanto  el titular de la SEDATU como su empleada Sheila Ortega afirman burdamente de que se han hecho “una prueba de fuerza con las viviendas y sus paredes y son garantizadas completamente”. Primero es totalmente falso de que la reconstrucción de vivienda esté al 70 por ciento, pues el mismo Ramírez Marín el sábado pasado en una de los tantos paseos que ha hecho por estos lares, reconoció que se han entregado apenas 600 casas, que si hablamos en términos porcentuales apenas es el 0.05 por ciento de las 11 mil viviendas a edificar y reconstruir en todo Guerrero. Además habría que refutarles a estos mentirosos “chilangos” que el terreno de Guerrero es húmedo por la cantidad de agua que conserva durante todo el año, por lo tanto, no podrán tener una vida útil de más de 30 años, cuando mucho y si es que les va muy bien quienes hoy en día ya están recibiendo el beneficio aunque con retraso tal vez el tiempo no supere a los 10 años. A 10 meses del paso del dueto meteorológico, es un “superetraso”, porque muchas familias al ver que no llega el beneficio anunciado por el presidente priísta Enrique Peña Nieto, muchos ya se fueron a vivir nuevamente a su antigüa casa y otros más siguen albergados con familiares y otros como el caso de Chilpancingo, se les sigue dando una  ayuda, más que de voluntad, a la de producto de gallina por las autoridades locales y estatales. Ya estamos en plena temporada de lluvias y estamos a dos meses de que se cumpla el primer aniversario de la tragedia, ni siquiera mil casas preconstruídas se han podido entregar por la SEDATU, sin embargo Ramírez Marín viene hacer apología de las “supercasas”. Sin ser técnicos en la materia de construcción de vivienda, todo mundo opina de que se pueden calificar como “casas de cartón”, por lo que rechazamos a estos “pinochos federales”  y todavía vengan a burlarse de las familias en desgracia, porque son casas para otro tipo de climas y terrenos, por ello que no habrán de durar mucho tiempo. Deseamos que efectivamente duren una treintena de años, pero no será así, desgraciadamente para ese tiempo, bueno ni siquiera para los 10 años, para ese tiempo seguramente ya no estarán en la función pública estos “engañabobos” para restregarles en su cara de todas sus falsedades. En todo caso desde este espacio exigimos al priista de Enrique peña Nieto, llama a cuentas primero a su titular de la SEDATU el porqué va muy retrasado en la construcción y entrega de casas, y segundo, que venga a Guerrero a constatar que esas no se están levantando como lo ofreció en reiteradas veces cuando estuvo en la entidad recorriendo las zonas afectadas.  No debe dejarse que le tomen  el “copete”, porque de lo contrario será cómplice de la corrupción. También debe exigirle cuentas a su delegado en Guerrero de la SEDATU, el priista Héctor Vicario Castrejón, creyéndose de que con la presencia de su jefe Ramírez Marín está a salvo. Debe entender  Vicario Castrejón que está cargando una gran losa y una gran responsabilidad, pues la historia de los damnificados lo alcanzará con reclamos. Desde ahora debe exigir a las constructoras a que cumplan con todas las normas de calidad de cada una de las viviendas, porque de lo contrario se lo van a echar en cara de que fue también cómplice de la podredumbre de las “casas de cartón”, que tienen un costo variable, pero el mínimo no es menor a los 120 mil pesos. Si no se pone en su papel de delegado federal Vicario Castrejón lo habrá de juzgar la historia al prestarse al juego de los “engañabobos” federales …Botín…Lo que debiera ser una institución transparente, se ha convertido en un verdadero puerco botín, desde los anteriores consejeros al autofiniquitarse, para dejar el “elefante blanco” llamado Instituto de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de Guerrero (ITAIG), ahora se pelean los puestos los tres “monigotes” para tener a sus “aviadores”, por ello arbitrariamente están despidiendo trabajadores sin respetar la ley Federal del Trabajo. Sucedió este miércoles luego de que dos consejeros pretenden incluir a su gente “de confianza”. De acuerdo a la denuncia, los consejeros sesionaron este miércoles pero dos de ellos alteraron el orden del día, situación por la que el presidente del órgano, Crescencio Almazán Tolentino abandonó la sala, pero los otros dos continuaron acordando el despido de los dos colaboradores del área de finanzas. De tal hecho resultó la destitución del coordinador de Administración y Finanzas Yoshio Conrado González y su asistente Víctor Ulloa. A todas luces se trata de un acto arbitrario al haber alterado el orden del día de una sesión extraordinaria, lo cual no se puede hacer sin que haya una sesión ordinaria para avalarlo. En uno de los puntos del orden del día se disponía que todo el mobiliario y personal se transfiriera al nuevo instituto que será Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales; esto, en consecuencia de la reforma constitucional reciente. Por ello ahora dos de los tres consejeros están aprovechando la coyuntura para hacer lo que les viene en gana, pero resulta que también sale a relucir los abusos de poder, el mismo jefe de prensa de ese “elefante blanco” Alejandrino González Reyes, denunció que “en los últimos días, los consejeros Roberto Rodríguez Saldaña y Joaquín Morales Sánchez han estado confabulando para destituir arbitraria y de forma periódica a los empleados del ITAIG” y fue más allá, al revelar que este par de vivales tienen cuatro gentes  cada uno que cobran sin acudir a trabajar, es decir son unos viles “aviadores”. Pero no es todo, los inconformes sacaron a relucir  que este par de consejeros son unas verdaderas fichitas de cuenta, pues Joaquín Morales Sánchez llega borracho a “trabajar”—nunca hemos visto que un ebrio cumpla con su empleo-- y maltrata a sus súbditos, muy déspota, altanero y arrogante. Es más corrió al ex secretario ejecutivo Joel Eugenio Flores, sin fundamentos suficientes. Mientras que Roberto Rodríguez  Saldaña ha buscado la manera de evadir la Ley por un proceso legal en su contra, a través de la modificación de documentos oficiales en cuanto a su percepción salarial, situación a la que el encargado de la administración financiera no se ha prestado, por lo que decidió despedirlo. Pues este irresponsable marido está demandado por su ex pareja, y como todo un miserable, busca no entregar la pensión del 30 por ciento de su salario que por ley debe pasar  y como se le ha ayudado a cometer ilícitos, ahora despide a Yoshio Conrado, quien reveló: “nosotros pensamos que eso no era lo correcto. Él está ganando aproximadamente 31 mil pesos quincenales y tiene su compensación de 10 mil. Lo que hicimos nosotros sin su conocimiento es estarle quitando de retroactivo 500 pesos. De ahí el hombre, hace unas dos semanas me pidió que le expidiera una constancia en la que diga que él gana una cantidad mucho menor a la real en su salario”. Añadió “esto era para que él pagara una cosa miserable de la pensión, pero me negué simplemente porque está fuera de la Ley. Después de eso se enojó conmigo y me dijo: va a llegar la tuya, te vas a ir. Yo me imagino que es por eso que hoy me quitan el puesto”.  Es tan miserable el ex director de la unidad académica de Derecho, es lo mismo que está haciendo en la Universidad Autónoma de Guerrero, en donde lo están protegiendo  para no pagar la pensión  según la ley, según ya no trabaja, pero sigue cobrando como “aviador”. Desde que llegaron los tres consejeros a ese “elefante blanco”, fueron severamente cuestionados por la forma en que obtuvieron el cargo, es más una mujer aspirante Elizabeth Osorio Patrón interpuso una controversia, pero hasta el momento no se sabe en que terminó. Sería bueno que esa profesionista retomara el tema y con esto que está ocurriendo, bien puede ganar, porque ya está demostrado que por lo menos dos de los tres son unos verdaderos delincuentes de cuello blanco, aunque también podría salir volando  Crescencio Almazán Tolentino, quien también está siendo cuestionado por su pobre actuación, el último ridículo fue no obligar al presidente municipal de Mártir de Cuilapa, al perredista José Guadalupe Rivera Ocampo entregara completa la información que ha estado exigiendo Crisóforo Nava Barrios, entre otras cosas las nóminas de salarios del mismo alcalde, síndico y regidores, además de las inversiones de los programas de obras.

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