miércoles, 27 de agosto de 2014

ARTICULO

Aguirre:Oxigenación 
y oxidación política


Efraín Flores Maldonado*


“Las instituciones que no se renuevan… se oxidan”. César Cansino.
Mi maestro César Cansino, en el doctorado en Ciencia Política nos decía que las instituciones públicas, se oxigenan cuando se renuevan en sus estructuras y en sus liderazgos. De hecho mi maestro expresaba de manera jubilosa que era de su autoría el término “oxigenación” y que pretendía con ello enriquecer el lenguaje de la Ciencia Política, esperando que los estudiosos de esta ciencia en todo el mundo le reconocieran la autoría de dicho término. El que escribe, intervino en el debate sobre dicho termino con mis compañeros del postgrado, afirmando que desde  mi modesta posición  como alumno, yo también podía crear un nuevo término para la Ciencia Política, en
contra posición al concepto “oxigenación” creado por Cansino. Pretenciosamente afirmé  entonces que, si las instituciones políticas no se  oxigenaban, se anquilosaban al no renovarse. Que  estando hechas para contener en su estructura el poder y para ejercerlo en la normalidad…y en la crisis, al quedarse paralizadas sufrían un proceso de desgaste al que se me ocurría denominar “oxidación” y que al ser golpeadas por las crisis, las instituciones ,disminuidas,  se rompen, como dice Juan Linz en su texto “la quiebra de las democracias”. Solicite entonces a mi maestro y a mis colegas estudiantes, reconocer mi “derecho de autor” del término “oxidación”, rogándoles que cuando lo escriban y comenten reconozcan que soy su creador. En la línea del concepto oxigenación de mi maestro Cansino, las  estructuras poderosas se alimentan de nuevas ideas y nuevos usos del poder. Se oxigenan cuando los actores políticos que operan las estructuras, maximinizan la eficacia de sus ideas y generan respuestas  esperadas, inesperadas y sorprendentes ante cada conflicto o crisis que pretende desestabilizarlas. Esa evolución de los actores políticos y de las estructuras del poder se llama “desarrollo político”. Diríamos así, que el desarrollo político “oxigena” y que el estancamiento y el subdesarrollo “oxidan”. Por ello, con la sencillez y la humildad que todo investigador debe tener, me permito proponer al gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero, “un golpe de timón” que le permita “oxigenar” al poder ejecutivo estatal y a su gabinete, evitando que se oxiden y quiebren en sus manos. Nada del otro mundo; que en los últimos meses de su gobierno, depure estructuras del servicio público y privilegie las respuestas a los problemas generales del Estado  y en especial a los que tengan carácter de urgente por su alto contenido de beneficio social o de riesgo en caso de que no sean resueltos. Un Ejecutivo Estatal oxigenado y eficiente, le permitirá al gobernador despedirse con la frente en alto y como dice Makarenko, con las “banderas en las torres”. Es todo. *Doctorante en Ciencia Política.

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