viernes, 12 de septiembre de 2014

COLUMNA

Sin Concesiones

Armando Patrón

Preocupados, angustiados y nerviosos, se encuentran los dirigentes de las diferentes corrientes perredistas, que a lo largo de estos últimos años manejaron a su antojo con las más viles prácticas antidemocráticas a ese membrete del priísta Enrique Peña Nieto. Ahora acusan al grupo del gobernador de agandallarse la elección interna de ese partido, cuando fueron ellos los que definieron las reglas y actuaron de forma infame comprando votos y despilfarrando dinero para que pudieran hacerse del mayor número de delegados. Y están preocupados porque a partir de ahora, tendrán que compartir los espacios de poder –llámese diputaciones  plurinominales, regidurías, etc., -- con la corriente del gobernador Izquierda Progresista Guerrerense.

La llamada corriente del gobernador del estado el perredista Angel Heladio Aguirre Rivero, fue la principal ganadora en esta pasada contienda electoral, por lo que la correlación de fuerzas dentro de ese instituto político cambia de forma radical. Ya no serán los llamados cuatro fantásticos, --David Jiménez Rumbo, Víctor Aguirre Alcaide, Evodio Velázquez Aguirre y Sebastián de la Rosa Peláez, los que decidirán en base a grandes sumas de dinero, quién o quiénes serán los candidatos. No, ahora se suma el representante de la corriente de Izquierda Progresista Guerrerense.
A partir de ahora, el grupo del ejecutivo y el mandatario, mismo tendrán bastante injerencia en las decisiones de ese partido a pesar de que las corrientes internas, otrora dominantes en ese partido pretenden avasallar a la corriente del IPG. Los grupos dentro del PRD, saben perfectamente cómo se realizó la elección, quiénes fueron los que votaron y cómo votaron. Así que el llamado a unirse en contra del grupo del gobernador, es un grito desesperado a no perder canonjías, además porque Morena les va arrebatar espacios de representación.
Las propias corrientes del PRD y el gobernador del estado, saben que quienes fueron a votar en la pasada elección, fueron en su mayoría gente ligada al Partido Revolucionario Institucional. El padrón se alteró para beneficiar a las corrientes mayoritarias. Aparecieron afiliados ciudadanos que jamás acudieron a realizar dicho trámite. El perredismo estuvo ausente. El voto duró desapareció.
La corriente más poderosa del perredismo,  ya no es la vigorosa y corrupta Nueva Izquierda, sino la integrada por ex priístas y ex panistas, llamada Izquierda Progresista Guerrerense. Por eso el virulento ataque de Sebastián de la Rosa y David Jiménez Rumbo, en contra del gobernador del estado, Angel Aguirre Rivero.
Las perspectivas para el PRD en el 2015 son demasiadas sombrías, la aparición de Morena en el escenario político que se ha llevado consigo el voto duro del PRD, no le promete un futuro halagador al sol azteca, por eso no se entienden los ataques virulentos de los líderes perredistas al gobernador del estado. Lo más viable es la prudencia, porque no se avizora nada bueno para el membrete de Peña Nieto. A ,menos que hayan pactado la gubernatura para Ríos Pitter. 

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