jueves, 18 de septiembre de 2014

COLUMNA

México y la Independencia 

 Apolinar Castrejón Marino 

Este fin de semana, los mexicanos estuvieron expresando sus opiniones en la red social de Twitter con respecto a la fecha histórica de la independencia de México, y nos pareció interesante que la gran mayoría tiene una percepción contraria a la “oficial”.

Un mensaje dice que “celebramos un acontecimiento falso en una fecha equivocada”. Este lo asociamos con otro que dice que “…deberíamos de celebrar la independencia el 27 de septiembre, que es cuando se firmó el acta de independencia, lo cual significa que México ya no era una colonia de España.
Por razones de espacio, solo citaremos otra más: “Con la independencia no se terminó la esclavitud, sol cambiamos de amo”. Y nos fuimos a investigar las razones históricas de estas opiniones.
Efectivamente, el 16 de septiembre se inició el movimiento armado encabezado por Don Miguel Hidalgo y Costilla. Según la revista México Desconocido, el 27septiembre 1821, Agustín de Iturbide, firmo en acta de independencia con Vicente Guerrero, a la Ciudad de México. 
El madrugada de ese día, Don Miguel Hidalgo mandó tocar las campanas de la iglesia del pueblo de dolores que se encuentra en el estado de Guanajuato. Cuando la gente se reunió, les dijo que él estaba dispuesto a dirigir la lucha armada en contra de los españoles, si ellos lo seguían.
Para que la gente se entusiasmara el cura Hidalgo gritó la arenga: ¡Viva México! Como a las 6 de la mañana, Hidalgo formó su contingente con los pobladores de Dolores, algunos indígenas de las localidades aledañas, mineros y peones de las haciendas de la región, y partieron hacia Atotonilco.
Como se iban caminando, tardaron 6 días para llegar solo a Celaya. Y bueno, después de 11 años de guerra y más de un millón de muertos, el comandante en jefe del ejército realista, convenció al general Vicente Guerrero, de terminar con las hostilidades. Y efectivamente, firmaron el acta de Independencia, el 27septiembre 1821.
Los historiadores nos dan cuenta de las condiciones de pobreza en que vivían los originarios de estas tierras, y el maltrato y explotación que sufrían por parte de los españoles. Y ya eran 3 siglos de esta dominación española, que solo se terminaría si los oprimidos terminaban con tal coloniaje, por medio de las armas.
Y luego nos fuimos a ver por experiencia propia, las condiciones en que ha vivido la población de México ya como país independiente. Y encontramos que impera la pobreza, la falta empleos, y la falta de servicios educativos y de salud.
Antes de la independencia, los terratenientes eran españoles y criollos, y ahora son los políticos, los dueños de las mejores tierras. Los políticos son los que realizan un sinnúmero de componendas para poder fraccionar terrenos, es decir, convertir terrenos agrícolas en fraccionamientos habitacionales. Y se adueñan de zonas federales para construir sus castillos.
Antes de la independencia, el virrey exigía altos tributos a los indígenas, y luego venía el clero a quitarles lo poco que tenían mediante trampas a las que llamaban diezmos y primicias. Solo los explotaban, y no se preocupaban por retribuirles en servicios y atención a sus necesidades colectivas.
Que es lo mismo que hoy. El secretario de hacienda tiene la función encargada por el presidente, de cargarles muchos impuestos a los mexicanos para quitarles el producto de su trabajo, y solo les da malos servicios de educación, salud y seguridad.
Los mexicanos viven en una casi esclavitud, trabajando toda la vida, sin tener una parcela propia, ni una casa para vivir. El gobierno se ha esmerado para mantener a la población en la ignorancia, y sumidos en el prejuicio y la superstición. Los mexicanos ya no adoran ídolos de piedra, pero deben tratar como dioses a los futboleros extranjeros. 
Deben idolatrarlos y venerarlos con sumo respeto, sin que se les ocurra expresar un comentario ofensivo. Lo cual significa más que una mordaza, pues cualquiera que sea su sentir respecto a los forasteros, debe callarse y solo expresar veneración e idolatría. Esta es una “mentalidad positiva”: ver todo bien, disfrutar del futbol y tomar cerveza. Salud.

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