jueves, 11 de septiembre de 2014

PRIMERA PLANA

Cosmos

Perder mi brazo fue una desgracia con 
suerte: Isaías Gaspar Donjuan, el artista



-Isaías perdió el brazo; era operador de maquinaria pesada; 
-Se dedicó a hacer artesanía en repujado pero no hay apoyos; 
-La Secretaría de Cultura lleva al extranjero sólo a sus amigos;
-Usa la mano izquierda para producir y pintar bellísimas obras;
 -El invaluable apoyo de su esposa y familia lo tienen muy activo

Héctor Contreras Organista. ZUMPANGO DEL RÍO, Gro. 5 de septiembre de 2014.-Este día visitamos en su taller de producción artística al cordial amigo Isaías Gaspar Donjuan, conocido como “El Pituso”, apodado así desde niño por sus muchos amigos. Dice que el apodo se lo aplicaron por ser muy travieso.

La charla se desarrolló en su domicilio, Galeana 53 del barrio de Xalpa, una casa amplia, a la típica usanza de las casas de antes de esta población y donde tuvimos la suerte de saludar a su señora madre y a su esposa. El local es amplio, cómodo, se respira mucha paz y tranquilidad; ambiente exacto que necesita el artista para crear.
Dispersos en una especie de corredor amplio en el segundo piso de la residencia se encuentran algunos muebles sobre los cuales el artista conserva cuadros de atractivo colorido con marcos de madera tallada lo mismo que en las paredes. 
Hay una silla de plástico atrás de la mesa principal donde pasa muchas horas haciendo figuras, coloreándolas y en forma minuciosa aplicando su especialidad, el repujado, que tanto interés ha despertado a la gente que goza del arte.
-Mi estimado Isaías, qué gusto saludarte, agradeciendo tu gran hospitalidad y la de tu querida familia.
“Gracias a usted por visitarnos y de antemano agradecerle esta molestia de la entrevista”.
-No es ninguna molestia, todo lo contrario, porque es muy interesante conocer artistas guerrerenses tan dedicados, tan empeñosos en su obra como tú, una personalidad que nació el 6 de julio de 1970, aquí en Zumpango.
-Don Demetrio Gaspar Salmerón fue su señor padre. Es su mamá la muy atenta y respetable señora doña Amalia Donjuan Pastor.
-¿Cómo te nació la idea de dedicarte al repujado?
“Para hacer el repujado se necesita mucho esmero y paciencia y comencé a hacerlo por casualidad, porque antes era operador de maquinaria pesada, hasta el día de mi accidente que fue el 21 de diciembre de 1997. Yo estaba en Cozumel, Quinta Roo, y como al año comencé a ver lo de mi traslado. Ya en Chilpancingo vi una obra que me encantó y le pregunté a la maestra qué era, y me dijo que me daba unas clases, las que con gusto y acepté y dos días fui a clases, la señora se cambió de domicilio y ya no supe de ella. Por medio de revistas que compré fui aprendiendo lo básico y de ahí se fue dando, poco a poco el repujado”.
-¿En qué tiempo aprendiste a hacer el repujado?
“Esto es rápido, es cuestión de paciencia, más que nada y un poco de práctica, pero se aprende en unos dos o tres días y ya con eso uno empieza a elaborarlo”.
-Me llama mucho la atención que me dices fuiste operador de maquinaria, ¿de qué tipo?
“Lo que es trascabo, Payloder, que hay de oruga y de neumáticos, yo soy de neumáticos; de retroexcavadora, de todo tipo de tractor y operador de Yucle, todos esos en ICA (Ingenieros Civiles Asociados). Nací y fui de ICA. 
Cuando comenzó a construirse la autopista del sol, trabajaba en el gobierno en Contabilidad. En unas vacaciones que me dieron, aproveché para trabajar con ICA y me gustó el ambiente porque los mismos compañeros enseñaban a manejar los tracto-camiones. 
Entre como checador, después fui checador de camiones y de personal y al año me hice operador de Payloder. Nos impartieron un curso de cuarenta horas y brincamos a operador y me dieron la oportunidad ahí mismo los ingenieros, construyendo en la autopista en los tramos de Paso de Agua, El Zapote, Tuxtepec, Mazatlán, Agua de Obispo. Anduvimos recorriendo todos esos tramos con el Payloder, hicimos algún ahorro y aprovechamos para construir en la casa lo que está viendo. Ahorramos un poquito; ya ve que cuando es uno joven y soltero a veces la vida la vemos fácil y malgastamos”.
-¿Cómo sucedió el accidente?
“Mi accidente son como cosas que tiene el destino .Ya tenía mi boleto para venirme para Guerrero, el 21 de diciembre del 97. Eran como once y media o doce. Estaban reparando una lancha unos compañeros mecánicos y me dijeron: vente vamos a tomar una cerveza y les dije que no porque la cerveza hace ir al baño y yo tenía que viajar veinticuatro horas de playa del Carmen a México y de México a Chilpancingo. 
Les dije: tengo ganas de ir a nadar, a sacar unos corales negros, que están al fondo de la casa, me los traje. Fui por mis Snokers; las aletas las dejé en el barco y de ahí me metí a nadar. 
En una mano llevaba una varilla con punta y en la otra ya traía unas algas, como helechos. Cuando subí a la superficie vi que no hay lancha ni nada y cuando empecé a nadar hacia la orilla, de repente sentí que alguien se me cayó encima, como cuando uno anda en la alberca y sentí algo, pero, ¿quién se me cayó? Ya cuando salí a la superficie vi que la lanche estaba dando vueltas a la deriva y el lanchero iba hacia lo bajito, hacia el malecón. Fue cuando vi alrededor de mí una manche de sangre y cuando vi, mi brazo ya estaba amputado y pedí a los amigos auxilio y un amigo corrió a socorrerme, pero con la misma desesperación lo sumía y nos sumíamos hasta que llegó un buzo de la compañía de ICA, él nos fue empujando hacia lo bajito y ya de ahí me llevaron al Seguro y de ahí me trasladaron a Villa del Carmen, de ahí a Cancún donde no me hicieron nada, hasta Mérida que fue donde me amputaron el brazo. Fue una desgracia con suerte porque me agarró lo que es la Propela y la hélice me rozó un poco. Si me hubiera agarrado bien, ahí me hubiera despedazado. Por eso doy gracias a Dios que sí fue una desgracia con suerte”.
-Desgracia que transformó tu vida, te cambió totalmente.    
“Exactamente, hizo que cambiaran muchas cosas y no tenía conocimiento de esto, del arte. Ni me llamaba la atención ni nada. Gracias a Dios, poco a poco fui descubriendo lo que yo tenía de artista”.
-¿Qué fue lo primero que hiciste?
“Cuando llegué aquí, lo primero que hice le empecé a ayudar a un amigo en su carpintería y llegaron a restaurar un cuadro que está ahí, de alcatraces y que está hecho de botes; con ese practiqué, con la ayuda de mi esposa, ella me ayudó a recortarlos y él me dijo que había aluminio para repujado y anduve investigando y fui con la maestra que me ayudó con dos clases y fui practicando y ahora sí, hasta la fecha estamos dándole al repujado”.
-¿Cuándo llegaste de regreso a tu tierra de casaste?
“Con mi esposa ya habíamos sido novios y andaba en su tierra, en Colima. Ya aquí coincidimos y empecé a buscarla y se dio y nos juntamos y al año nos casamos en el Santuario de la virgen de Juquila, por la iglesia. Tuvimos ese honor de casarnos allá”.
-Es evidente que eres muy católico, este San José que tienes aquí, tan bien acabado y colocado en el centro de tu taller y veo aquí a la virgen de Guadalupe, plasmada en un costal de Tlacololero, y tienes a San Miguel Arcángel, y estás haciendo las alas para un angelito de Chichihualco”.
“Sí, somos católicos, y lo que más me gusta realizar es lo tradicional de Guerrero. Guerrero es tierra del Tlacololero. Son varias las obras que he entregado; le hecho botellas para el gobernador Aguirre, se las he hecho a personas que me las han encargado para regalárselas”.
-¿A partir de qué año te dedicas por completo a esta actividad?
“A partir de 1999 me dedico por ratos, cuando llegan y me piden que les haga algún trabajo.  Hubo un tiempo que dejé de hacerlo porque entré a trabajar aquí en lo que es la construcción del puente elevado de Zumpango. 
Ahí entre como checador, después agarré un trascabo y así, con una mano anduve con el Payloder. Se fue la compañía y volví a hacer lo que es el repujado y a hacer unas pinturas textiles y acrílicas, en morrales, en playeras y el costal que ve ahí es el que uso en febrero, en El recorrido, es la vestimenta que uso”.
-Y teniendo contacto con políticos que te vienen a comprar artesanía, gente del ayuntamiento, del gobierno del estado, de la secretaría de la cultura, ¿estas personas te apoyan, te alientan o se interesan en tu trabajo como para proyectarte de manera más amplia, más sólida? 
“De parte de los institutos y secretarías de la cultura no ha habido apoyo, no sólo a mi persona sino a los artistas, paisanos y amigos. Nos tienen muy desapartados, sin promoción porque falta más difusión a lo que es el arte, a la artesanía. 
Veo que el profesor Juan Carranza se ha preocupado, pero veo que no mucho. Veo como que tienen un grupo de artesanos amigos de él y sólo a ellos los lleva a los eventos fuera del país. No soy el único. Habemos más que no nos toman en cuenta. Nos gustaría que nos tomaran en cuenta para esas expo-ventas que llevan fuera del país, es lo que nos hace falta. Aquí en Zumpango apenas hubo una en días pasados, hubo poca difusión y falta planeación para estos eventos”.
-Estoy observando en la pared principal de tu taller luces dos reconocimientos de Venezuela.
“Sí, son dos de grupos artesanos de Venezuela. Pertenezco a un grupo de manualistas y artesanos que por medio de la web hacemos desafíos y yo gané dos desafíos, es un diseño de servilleta alemana. No tenía servilleta alemana y tuve que hacer inventos con papel de regalos y le metí un bulito, que es un guaje, lo partí a la mitad y lo metí como florero y unas maripositas y con ese obtuve el primer lugar porque fue algo no visto allá porque desconocen del guaje, están unos girasoles y arriba le coloqué una mariposa que se ve como en tercera dimensión”.
-Muy hermoso cuadro, ¿qué tiempo te llevó hacerlo?
“Un ratito, como hora y media cuando más”.
-¿Y el apoyo?
“Hace falta que nos apoyen con proyectos productivos que nos facilitaran esos programas para que nosotros compremos y hagamos más artesanía y salgamos a vender porque a veces, por falta de recursos no salimos a vender y no producimos. Uno quisiera producir más pero por falta de recursos se queda uno estancado”.
-Y el repujado se puede colocar en marcos de madera, en aluminio o cualquier otro material para ponerlo en la pared como un lujo para quien guste del arte.
“Exactamente, y también se pueden hacer aplicaciones en ropa. Hace dos años le hice un corset a la señorita que representó al barrio de San Antonio de Chilpancingo, Roxana Ornelas, con una Flor de Noche Buena y en la falda llevaba un diseño de las danzas que participan en el Pendón. Eso fue en repujado y quedó muy bonito, ella lució excelente”.
-Isaías, quiero agradecer tu hospitalidad, observo que en tu taller tienes mucho material, pinturas, herramienta de trabajo, cuadros, servilleteros con la máscara del tigre.
“Sí es lo más tradicional en Guerrero, es lo que más se vende en lo referente a las danzas típicas de esta región. Me gusta hacer tlacololeros. A Estados Unidos he mandado los morrales, playeras, botellas, todo”.
-Pero hace falta más, hace falta apoyo.
“Sí, hace falta apoyo y publicidad, más que nada, y que nos den un programa como proyectos productivos que en realidad nos ayude, pero que se den a las personas que de verdad lo necesitan, porque a veces dan esos apoyos pero a personas que tienen con qué salir adelante y no nos lo dan a las personas que necesitamos ese recurso para salir. Y es lo que pido, que esos recursos lleguen a las personas que en realidad sí lo necesitan. Pido que se haga una investigación y que vengan del gobierno al domicilio de las personas que estamos produciendo y vean que en realidad necesitamos ese apoyo”.
-Mi agradecimiento y sentimiento de gratitud a mi amigo Isaías Gaspar Donjuan y a su respetable esposa la señora Ana Elia Torres Rolón, por la información que nos han proporcionado, por la hospitalidad y qué delicia estar aquí en tu hogar, Isaías. Se siente un ambiente de paz, de tranquilidad, de armonía, de bienvenida. Se siente la vibra.
“Sí, hay que tener buena vibra para hacer estos trabajos y no andar de carácter como el profe Juan Carranza, porque no lleva a nada, y yo aquí con los repujados se desestreza uno y ya ve, estamos al aire libre, viendo el Cerro Grande, enfrente (el de Huitziltepec, llamado cerro de La Chuparroza), una muy buena vista y cuando llueve es más bonito el espectáculo. Aquí donde estamos le decían Las Olas Altas, porque hubo por aquí en aquellos lejanos tiempos una cantina muy famosa que así se llamó: Las Olas Altas”.
-Ojalá que las olas altas en tu vida y en la de tus esposa sigan siendo de éxito, de buena ventura, de mucha armonía, de paz y te deseo muchos éxitos. Gracias, Isaías por esta bondad que has tenido para conmigo.
“Gracias a usted, don Héctor y ya sabe, cuando guste, aquí está su humilde casa”.
Muchas gracias, Israel, muchas gracias, señora”.    

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