COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato 

Mazón y De la Rosa: necedades 

Pese a la crisis política del PRD en Guerrero, derivada de los sangrientos acontecimientos ocurridos en el municipio de Iguala, hay personajes dentro de ese partido que no acaban de entender ni asimilar la lección. Y ya se placean mediáticamente como si nada hubiera ocurrido. No se atreven a evaluar que dichos eventos los tocaron de muerte. Política y socialmente, quedaron tendidos en la lona. Pero su propensión morbosa a no renunciar al manejo de los presupuestos públicos, los obliga a moverse otra vez. A no resignarse a la debacle, haciendo caso omiso al escarnio público. Ese tipo de reapariciones, más que confirmar un hambre desmedida por el poder, devela la careta más nítida del cinismo y de la codicia. Hay que ubicar la forma en que dichos personajes pretenden acaparar de nuevo, los potentes reflectores mediáticos.REGRESO SIN GLORIA-. La tragedia de Iguala no

fue suficiente para ir hasta el fondo contra los responsables de esos lamentables hechos. Directos e indirectos. Con ello, la palabra presidencial quedó sin valor en un país contaminado por la impunidad. Dos personajes se mueven ya en la ruta de olvidarlo todo. Borrón y cuenta nueva: 1.- El diputado federal por el distrito ocho de Costa Chica, Sebastián de la Rosa Peláez, entregaba obras gestionadas presumiblemente por él, en aquella región. Pero la noche del pasado lunes fue tomado como rehén por parte de integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC). Los inconformes demandaban la liberación de Rolando Romero Benito, identificado por la Fiscalía General del Estado (FGE), como el autor material del homicidio cometido contra el director de Seguridad Pública de Tlacoachistlahuaca, Miguel Gutiérrez Carbajal, ocurrido el pasado 30 de julio, cuando miembros de la CRAC irrumpieron en la comandancia policiaca de ese municipio. De la Rosa Peláez atrajo la atención del recién estrenado secretario general de gobierno, David Cienfuegos Salgado, quien acudió al lugar y atingente, lo liberó de sus captores. A cambio, también gestionó la liberación de Rolando Romero. Es decir, se impuso el criterio de la impunidad con el que De la Rosa ya está muy familiarizado, pues fue quien apuntaló políticamente a través de su tribu Nueva Izquierda (NI), al ex edil de Iguala, José Luis Abarca Velázquez. Y sigue operando como si nada. Al paso que va, podría incluso, llegar a la aberración de pretender disputar la candidatura a gobernador por el PRD. Y desde el centro, la dirigencia nacional de ese partido a cargo de Carlos Navarrete Ruiz, guarda silencio. El que calla, otorga. 2.- Otro que ya se despabiló, es el ex secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso. Ante la entrada en vigor del año electoral, el ex funcionario estatal parece evaluar erróneamente, que su capital político permanece intacto después del igualazo que lo flameó e hizo arder grotescamente, en la pira pública. Apenas el pasado martes –justo el día de la captura del ex alcalde de Iguala, a quien Mazón Alonso también apadrinó políticamente y hoy reniega de esa amistad de la que fue beneficiario-, apadrinó a la generación del Tecnológico de Chilpancingo. Pero desde el centro, el peje López Obrador, ya lo despojó de la candidatura del Morena a gobernador y pidió que lo investigaran. Sin embargo, el Consejo Estatal de ese partido no ha determinado cuál será su situación. Y quizás por ello, Mazón Alonso se sigue moviendo. Asume que el sacrificio político de su hermano Luis Mazón, como suplente de José Luis Abarca en la alcaldía de Iguala, ya fue suficiente para expiar sus culpas políticas y reivindicarse ante los electores guerrerenses. Pero: ¿Quién garantiza que el ex titular de Salud ya no volverá a tender pactos y acuerdos con miembros de la delincuencia organizada, cuando ya lo hizo y al ser descubierto se hizo como el Tío Lolo? Por elemental salud pública, tanto Sebastián de la Rosa como Lázaro Mazón, deberían pasar a retiro político. No son de fiar para un PRD y un Morena, instalados de golpe y en la coyuntura sangrienta de Ayotzinapa, en una crisis política terminal. Porque son sus hechos y acciones los que acabaron no solo con sus aspiraciones de poder, sino incluso, lo están haciendo con su carrera política. Pero ambos son necios y se niegan a aceptarlo.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Una duda comienza a poner nerviosos a muchos dirigentes de las tribus perredistas locales. Y consiste en ubicar hacia dónde jalará el gobernador interino Rogelio Ortega, en la definición del próximo dirigente estatal del PRD. Calladito se percibe el polémico dirigente de la tribu Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo. Y la tribu Izquierda Progresista de Guerrero (IPG) del ex gobernador Ángel Aguirre, ya le pavimentó el camino al diputado local, Oscar Díaz Bello. A ver de qué cuero salen más correas.

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