jueves, 18 de diciembre de 2014

COLUMNA

 Lectura Política

Noé Mondragón Norato


La hora decisiva para el PRI
Hay cuando menos cinco variables fundamentales que van a definir en el PRI, su candidato a gobernador: experiencia en la administración pública; imagen labrada frente a los ciudadanos; soporte e impacto de sus acciones políticas y sociales; estructura electoral que garantice una cauda segura de votos y amarres políticos en el centro del país. Estos últimos, fundamentales para acordar y gestionar el envío permanente de recursos a la entidad. En esta tesitura, los cuatro aspirantes a gobernador por ese partido, muestran tendencias que los favorecen y otros no tanto. Hay que pulsar fortalezas y debilidades.

PRI: HORA CERO.- En corrillos políticos tricolores trasciende fuerte el rumor, en el sentido de que será después del 25 de diciembre próximo cuando se defina el nombre del candidato  a gobernador por ese partido. Y las lecturas sobre los actuales aspirantes revelan de algún modo, su nivel de popularidad. Pero también de desprestigio: 1.- Dos de los aspirantes son los más conocidos: Héctor  Antonio Astudillo Flores y Manuel Añorve Baños. Porque ambos ya compitieron como candidatos a gobernador. Y perdieron. Pero en la actual coyuntura, ambos personajes ya tendieron un acuerdo político a fin de ejercer presiones ante los grupos priístas del centro del país: si no es Añorve Baños, éste último apoyará a Astudillo Flores. Y viceversa. El punto sin embargo, es que el ex edil de Acapulco, carga con dos pesados lastres: la enorme deuda financiera que le heredó al actual edil, Luis Walton Aburto. Y sus presumibles relaciones peligrosas con Edgar Valdez Villarreal La Barbie, uno de los operadores del extinto capo sinaloense, Arturo Beltrán Leyva. Ventiladas en su momento por Mateo, el testigo protegido de la PGR. Y Astudillo Flores tiene un expediente político que no conoce de grandes logros. Ambos poseen además, un factor en común: todas sus derrotas las han convertido en victorias. Son de los políticos que ganan perdiendo. Y durante el proceso electoral que se avecina no harán la excepción. Con un ingrediente político adicional: si cualquiera de los dos quedara como candidato, el ganador sería el diputado federal, Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien en 2011 empujó a Manuel Añorve Baños, como candidato del PRI. Además, para el 2015, Beltrones Rivera concluirá su papel como coordinador de los diputados federales priístas. Y necesita oxígeno político para abrir la negociación con el presidente Enrique Peña Nieto, que le garantice permanencia. Guerrero resulta prioritario y estratégico para él en esa ruta. 2.- El alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, proyecta cuando menos tres puntos importantes a su favor: su vasta experiencia en la función pública, la cantidad de elecciones ganadas –seis en total y ninguna derrota- y su estrecha relación política con el presidente Peña Nieto. Desde luego, sus adversarios políticos le crearon un ambiente desgastante, utilizando al empresario Pioquinto Damián Huato, quien lo señaló inicialmente de proteger al grupo delictivo Los Rojos. Y luego cambió de opinión y dijo que siempre no. Le atribuyó entonces una relación con los Guerreros Unidos, el grupo criminal que desapareció a los 43 normalistas en Iguala de la Independencia. Fue clara la utilización política de Pioquinto Damián Huato con fines de golpeteo hacia Mario. Porque hasta hoy, la PGR no le ha encontrado nada. Y se mantiene con altas expectativas en la puja por esa candidatura tricolor al gobierno estatal, pese a la evidente guerra sucia desatada en su contra. 3.- El grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, apoya de fondo al actual dirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, quien proyecta dos fortalezas: las elecciones abiertas ganadas –tres en total- y su relación con los grupos políticos a nivel central, particularmente con el secretario de educación, Emilio Chuayffet Chemor. Sus debilidades inician con el respaldo político a su proyecto por la gubernatura, por parte del grupo Figueroa, que está muy desgastado en términos de aceptación ciudadana. Y su muy escasa experiencia en la función pública, pues nunca ha sido alcalde. Y el municipio es el primer frente de contacto directo con los ciudadanos. A lo anterior se suma que, ya como dirigente estatal del PRI, Salgado Romero perdió la mayoría de las diputaciones federales, locales y alcaldías en la pasada elección de julio de 2012. Además, el punto quemante de su hipotética postulación, atraviesa por el necesario acuerdo político del grupo Figueroa, con el de la dupla Añorve-Astudillo. Y ambos están confrontados. De ahí que la decisión de las cúpulas tricolores en los próximos días, no será nada fácil. Dependerá de lo anterior, la derrota o la victoria electoral. Es innegable.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El que también se está metiendo fuerte al escenario de la pugna por el gobierno estatal, es el edil porteño Luis Walton Aburto. Y la acción más visible de los últimos días es el bombeo de agua potable en ese puerto turístico, que subió de 60 a 80 por ciento. De hecho, las acciones de los alcaldes que están en la precampaña por la gubernatura, van a decidir muchos rumbos políticos. Con sus respectivas alianzas partidistas.
dragonato@hotmail.com

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