COLUMNA

 Lectura Política

Noé Mondragón Norato

La visita de Peña Nieto a Guerrero

La visita que el presidente Enrique Peña Nieto, tiene programada para mañana miércoles al municipio de Iguala de la Independencia, se inscribe en el contexto de las diez acciones programadas por su gobierno, surgidas a raíz de los funestos eventos ocurridos en Iguala. Destacan entre ellas la Ley de Infiltración contra el crimen organizado, que contempla la disolución de las autoridades municipales si se demuestra con indicios suficientes, su colusión con los grupos delictivos. También las competencias de cada autoridad en el combate a este flagelo; la creación de Policías Estatales Únicas y con mayor profesionalización; un teléfono único de emergencias; el establecimiento de una clave única de identidad; una operación especial en la Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán; impulsar el derecho humano a la justicia; un sistema nacional de búsqueda de personas e integrar el consejo consultivo para la reforma a los Derechos Humanos, entre otras acciones. Pero la visita presidencial encontrará sin duda, algunos bemoles.

PEÑA: CRISIS QUE LO ALCANZA.- Para el presidente del país, arribar por vez primera la municipio donde ocurrieron los hechos sangrientos del pasado 26 y 27 de septiembre y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se convierte no solo en un reto político, sino una forma de legitimarse ante la comunidad nacional e internacional, donde ha vendido con gran alharaca, la serie de reformas emprendidas durante sus dos años de gobierno. Su visita encontrará sin embargo, varios imponderables: 1.- Como la demanda principal de encontrar a los 43 estudiantes con vida no se ha cumplido, el presidente corre el riesgo de que la protesta de los padres de familia inconformes, junto con los maestros disidentes de la Ceteg y la propia comunidad de Ayotzinapa, boicoteen el evento donde se presente. Nadie le garantiza al inquilino de Los Pinos que su presencia se mida en términos de aceptación y júbilo, como en sus mejores tiempos de campaña electoral. Sobre todo, porque la PGR ya dio por concluidas sus investigaciones en el basurero de Cocula. Y los padres de familia agraviados, han tenido que buscar por su cuenta, los presumibles restos de sus hijos, en otras fosas clandestinas. 2.- Peña Nieto encontrará además, un panorama social desolador. Porque el movimiento social de Ayotzinapa y todos aquellos que están al frente de él, convirtieron progresivamente el territorio guerrerense, en un estado sin ley. Presentar con vida a los normalistas ha servido de pretexto recurrente para apoderarse de las casetas de cobro de la Autopista del Sol, cerrar establecimientos comerciales, destrozar y quemar inmuebles y vehículos oficiales. En estos momentos, ellos son la Ley y deciden cual será el siguiente objetivo. Y estas no son acciones que intimiden a los gobiernos estatal y federal. Pero sí a la población a la que afectan de soslayo y se apanica cada vez que “los ayotzinapos” cumplen con cada punto de su “plan de acción”. El presidente ha carecido de un efectivo plan, que disuelva la protesta. Porque no lo tiene. Y su gobierno tampoco ha presentado a los 43 que faltan. 3.- El presidente acudirá a Iguala movido por la efeméride. Porque apenas el pasado 27 de noviembre anunció una serie de Reformas a la Constitución por los hechos de Guerrero. Y ayer lunes cumplió 2 años al frente del gobierno de la república. Sin embargo, hay otra fecha que choca con su optimista visita: hoy martes se cumplen 40 años de la muerte del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos. El miércoles estará fresco ese aniversario luctuoso. Las huestes opositoras a su gobierno podrían armar un escenario nada agradable para Peña Nieto. 4.- El escenario optimista está relacionado con un evento que podría ser de alto impacto mediático y que en su visita, anunciaría tentativamente, el presidente del país: los indicios claros de que los estudiantes estén vivos y que la autoridad federal los presente en Iguala. Es un hecho atípico, pero posible. De otra forma, el presidente se enfrenta a la discordia y a los agravios de más de dos meses de espera. Su visita podría encuadrarse en todo caso, como ofensiva. Porque la única forma de atemperar los ánimos, es presentando resultados en torno a los 43 desaparecidos. A estas alturas, todo lo demás es inútil.

HOJEADAS DE PÁGINAS…La renuncia de Florencio Salazar Adame al PAN, ocurre en el contexto de las definiciones de los candidatos a gobernador por los distintos partidos políticos. Y es elocuente que los apoyos de Florencio –quien en 2000 renunció al PRI para irse al PAN y jugó con Fox-, ya están cargados a favor del senador perredista, Armando Ríos Piter, quien no puede salir airoso también, de los apoyos políticos que otorgó personalmente al ex edil de Iguala, José Luis Abarca Velázquez. Como la de Florencio, la espiral de las renuncias partidistas apenas inicia. 

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