jueves, 15 de enero de 2015

COLUMNA

LECTURA POLÍTICA

Noé Mondragón Norato

Un zarpazo de jaguar que terminaría en arañada
El affaire entre la tribu los chuchos de Nueva Izquierda (NI) y el senador perredista Armando Ríos Piter, parece enmarcado en los escenarios de asestarle el golpe político definitivo al PRD, rumbo a la elección de gobernador del 7 de junio de 2015. Los altercados declarativos entre el senador zeferinista y el ex dirigente nacional de ese partido, Jesús Ortega Martínez, revelan una pugna que podría desembocar en cuando menos tres cosas: el enfriamiento político de este personaje mediante una negociación que lo regrese a la competencia por el gobierno estatal –lo cual se ve muy lejano-; su impostergable renuncia al PRD y la posible afiliación de coyuntura a otro partido político que lo proyecte como candidato; o de plano, convertirse en adversario soterrado del eventual candidato perredista con el objetivo claro de desgastarlo por anticipado. Y en este sentido, la consigna política secreta de Ríos Piter parece despejada: si no voy yo, tampoco gana el que se quede como candidato. De ahí se abren las lecturas.

EL ZARPAZO DEL JAGUAR HERIDO.- En el escenario político local, el senador zeferinista ya debió evaluar una situación crucial para sus proyectos de poder: su lucha es contra el tiempo. Porque el próximo 31 de enero, el PRD tendrá definido su candidato a gobernador. Y ya no habrá retorno. Por eso, a dicho legislador le interesa mantener vivo el escándalo no en el plano local, sino en el federal. Allá donde la tribu los chuchos de NI toma las decisiones más importantes. Y esta serie de confrontaciones políticas abiertas se leen así: 1.- Ríos Piter marcó su raya. Y era obvio que sus ataques fueran directos contra el gobernador con licencia, Ángel Aguirre Rivero. Pero el ex mandatario estatal le propinó en realidad una lección muy obvia: en la operación y tejido político fino, el grupo aguirrista le sigue sacando ventaja al zeferinista al que justamente, pertenece el legislador federal. Y las armas que utiliza para mantenerse en el centro de los reflectores públicos son dos: el ataque sistemático contra los chuchos y Ángel Aguirre. Y la prolongación sistemática del escándalo. 2.- En esa maniobra, el legislador federal apelaría a la construcción de otro escenario: que las puertas se le abran en el PRI. Y este partido le ofrezca –mediante un pacto en lo oscurito como el que hoy critica de las tribus-, la candidatura a gobernador. Pero el edil capitalino, Mario Moreno Arcos, ya adelanto lo difícil y complicado de este escenario. Porque los intereses políticos de los actuales aspirantes tricolores, colapsan de frente contra los que guarda Ríos Piter. Sus compromisos políticos serían demasiados. Y a diferencia de Zeferino con las tribus perredistas, a Ríos Piter lo obligarían literalmente a cumplirlos. En los hechos, nada más le prestarían el cargo. Y eso es justamente contra lo que aduce estar luchando. 3.- Regresar a la competencia interna perredista, a tan solo quince días de que el PRD defina su candidato a gobernador, se ve complicado para el senador perredista. De algún modo, ya tendió su baraja y sabía de los riesgos políticos que implicaba esa decisión. Al cortarse él solo de esta competencia política, emuló a los niños caprichosos que se salen del juego cuando advierten que los demás le hicieron trampa. Sin embargo, nada hizo cuando resultó beneficiario de la misma. Por entendibles razones, calló. Al final de cuentas, esta notable exhibición de moralidad, ética y honestidad, podrían resultarle contraproducentes. 4.- Con la tribu los chuchos de NI, Ríos Piter ya no puede negociar nada. Su mejor tiro era la candidatura a gobernador. En esta lógica, parece imposible que acepte de nueva cuenta, la diputación federal. O una Secretaría de despacho en un eventual gabinete estatal perredista. Su probable sobrevivencia política en el PRD, estaría asociada a mantenerse unido a la tribu Grupo Guerrero (GG), de David Jiménez Rumbo, quien también fue uno de los perdedores de esta contienda que apenas inicia, al abrir por adelantado y sin esperar con astucia los tiempos políticos, sus apoyos hacia Ríos Piter. Y por eso es entendible que también se esté lanzando con todo, contra el grupo político del ex gobernador Ángel Aguirre. El zarpazo del jaguar herido lastimó y dañó al PRD. Pero al final de cuentas, esa agresión podría derivar en simple arañada.
HOJEADAS DE PÁGINAS…En aras de limpiar su maltrecha imagen, el PRD y sus tribus tomaron una decisión de alta impacto mediático: le negaron la candidatura a diputado federal por el distrito 12 de Lázaro Cárdenas, a Leonel Godoy Rangel, el ex gobernador de Michoacán, cuyo medio hermano, Julio César Godoy Toscano, mantuvo vínculos con Servando Gómez Martínez, La Tuta, líder del grupo delictivo Los Caballeros Templarios. Y por ese hecho terminó desaforado como diputado federal. Las tribus perredistas tapan un hoyo y se les abren cinco.
dragonato@hotmail.com

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