lunes, 23 de febrero de 2015

ARTICULO

Génesis de las Universidades

Efraín Flores Maldonado*


El deseo de saber…y de poder, son condiciones congénitas desde que el pensamiento y el lenguaje antecedieron a la pintura y escritura del ser humano. La concepción y concreción de los espacios
físicos en donde se transmite el conocimiento erudito y el útil, se debe sin duda, a los filósofos griegos que fueron creadores de los conceptos educación y cultura. La obra “Paideia” de Warner Jaeger, publicada en 1936, nos introduce y conduce por la concepción y desarrollo histórico del proceso consiente para la formación espiritual y material del ser humano en el mundo Helénico. La academia de Platón y el liceo de Aristóteles, son el antecedente más remotos de nuestras actuales universidades. En el medioevo en las iglesias surgen las primeras escuelas de escritura y espiritualidad. En Paris la catedral Notre Dame concedía las “Licencia docendi”  y era el Papa quien otorgaba permiso para fundar universidades. Las primeras de Europa fueron las de París y  de Bolonia. En la de París nombraban Rector y decidían sobre las cátedras, los mismos profesores; en Bolonia en cambio, son los estudiantes quienes se apoderan del control; incluso un estudiante era electo por sus condiscípulos como Rector. En ambas instituciones, cuando había conflictos con la iglesia, reyes y emperadores, operaba lo que se denominó “Dispersión”, que era una visión primigenia del concepto de huelga, materializada en el traslado de maestros y alumnos a otra ciudad en la que continuaban su tarea educativa. De estas dispersiones surgieron las universidades de Oxford, Padua, Siena y Mantua. En la edad media a los colectivos dedicados a la enseñanza se les denomino Studium, universitas studi y universitas collegium. Posteriormente se designa “Universidad” solo a las instituciones de la más alta sabiduría. Es ahí donde se cultiva y enseña el saber histórico acumulado, considerándolo cultura y conocimiento formador de competencias profesionales. Eran las  universidades en su génesis, espacios para formar docentes y perfeccionar ideologías de las elites espirituales y terrenales gobernantes, para reproducirse y perpetuarse en sus dominios. En España Alfonso VIII fundó la academia general de estudios de Palencia y Alfonso 1X en 1230 funda el estudio general de Salamanca. Alfonso X, El sabio, en sus Leyes de partida legisla sobre los estudios a los que considera un “Ayuntamiento de maestros y escolares para aprender los saberes”. Fue la universidad de Salamanca la que alcanzo mayor fama universal. En la nueva España Rodrigo de Albornoz en 1525  al rey español Carlos V, le propone la formación de un colegio donde se enseñe gramática y filosofía y Hernán Cortez en su testamento de 1547 dispone que en la villa de Coyoacán se edifique y se haga un colegio para estudiantes de teología, derecho canónico y civil. Son los Franciscanos y los Agustinos  quienes forman las primeras instituciones educativas en el nuevo mundo, como el colegio de Santiago Tlatelolco y el colegio de Tirimitio, fundado por Alfonso de la Veracruz en 1540. Es Fray Juan de Zumárraga quien solicita al gobierno virreinal la fundación de una universidad en 1536, en el concilio de Trento . En cédula de septiembre de 1551 el gobierno español ordena el establecimiento de estudios de universidad en la nueva España y en 1595 el Papa Clemente VIII emite bula autorizando su fundación, dándosele efectos retroactivos pues esta con el nombre de Real y Pontificio Universidad de México ya había sido fundada en 1535, con siete cátedras, teología, escritura, cánones, leyes, arte, retórica y gramática. El 18 de noviembre de 1791 se funda por orden del Rey Español Carlos IV, con cátedras de Teología, cánones, leyes y cirugía. En la Ciudad de México la Real y pontificia universidad, fue suprimida en 1833 por el presidente Valentín Gómez Farías y en 1834 la restableció el presidente Antonio López de Santa Ana. En 1857 el presidente Ignacio Comonfort la suprimió nuevamente; Félix Zuloaga la restableció también y Benito Juárez volvió a suprimirla. Los invasores franceses la restablecieron y el emperador Maximiliano la suprimió definitivamente en 1865. En 1910 resurge con el nombre de universidad nacional de México por gestiones del maestro Justo Sierra ante el presidente Porfirio Díaz, e inaugurada el 22 de septiembre de ese año. El Presidente Álvaro Obregón designa a José Vasconcelos Director del Departamento de Bellas Artes  y Rector de la Universidad siendo este filósofo quien la doto de su lema “por mi raza hablará el espíritu”. Es todo.* Doctorante en Ciencias de la Educación

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