lunes, 9 de febrero de 2015

COLUMNA

Lectura Política

Noé Mondragón Norato 

Añorve-Figueroa y su pugna por Acapulco
En Acapulco las cosas se pusieron al rojo vivo. Porque una vez definido el precandidato de unidad a gobernador, los grupos de poder intentan acaparar la segunda plaza en importancia política. Y ahí asoman únicamente dos: el del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y el del diputado federal, Manuel Añorve Baños. Una rápida hojeada por los vericuetos que ha tomado esta disputa, podría aclarar la forma en que cada cual opera para quedarse con esa candidatura.

FIGUEROA-AÑORVE: DISPUTA RENOVADA.- En el principal puerto turístico de la entidad, el PRI evalúa encontrar los caminos que lo conduzcan de regreso a esa alcaldía. Pero el trabajo del ex edil Luis Walton Aburto, podría frenar sus planes. Como sea, los indicios de la incipiente disputa tricolor no dejan de ser perturbadores: 1.- El grupo Figueroa cedió en la candidatura a gobernador. Sacrificó a su principal pieza política, el dirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero. Pero quedó pendiente la alcaldía de Acapulco. Ahí, despuntan en la competencia dos de sus alfiles: el delegado de la Profeco, Fermín Alvarado Arroyo. Y el ex diputado federal, César Flores Maldonado. Pero la principal de ellas, es el diputado local, Rubén Figueroa Smutny, hijo del defenestrado ex gobernador. Este grupo político busca la alcaldía de Acapulco, como buscó en su momento, la candidatura a senador en la elección federal de 2012. Y lo hizo precisamente frente al grupo político encabezado por el diputado federal y ex edil de esa comuna, Manuel Añorve Baños, quien también fue desplazado por el actual senador, René Juárez Cisneros. E intentó acaparar en la coyuntura, la candidatura a gobernador por segunda vez y se quedó a la vera del camino. Es por eso que ahora está enfocando sus baterías con fuerza hacia el puerto de Acapulco. 2.- A pesar de los enormes desfalcos financieros que le heredó a la comuna porteña y que desempeñó en el periodo 2008-2011, aunado a los ácidos cuestionamientos por sus presumibles entendimientos con el narcotraficante, Edgar  Valdéz Villareal, La Barbie; Añorve Baños ya perfila a su esposa, la actual diputada local, Julieta Fernández Márquez, como precandidata del PRI a esa alcaldía. Pero guarda bajo la manga, otro as político: el también legislador local, Ricardo Taja Cisneros. Con ambos pretende enfrentar las embestidas políticas del grupo Figueroa, quien en 2012 logró postular a Fermín Alvarado como candidato, pero fue derrotado por Luis Walton. Se entiende que en ese tiempo, Añorve aceptó hacerse a un lado por dos razones: venía de perder la elección de gobernador en la elección de febrero de 2011. Y luego perdió también la postulación como senador. Hoy las cosas cambiaron radicalmente. La pugna Añorve-Figueroa adoptó nuevos escenarios. 3.- En esta incipiente disputa por el poder municipal porteño, aparece un tercero y un cuarto como los fieles de la balanza: el precandidato a gobernador por el PRI, Héctor Astudillo Flores. Y el dirigente nacional de ese partido, César Camacho Quiroz. Ambos van a cabildear para lograr un acuerdo en común. El punto es que al propio Astudillo se le relaciona con el grupo político de Añorve. Y en ese carril, se entiende que ni la dirigencia nacional del PRI ni el presidente Peña Nieto, estarían en condiciones de ceder la precandidatura a gobernador primero, y luego la candidatura por la alcaldía de Acapulco, al mismo grupo político. En este caso, a la dupla Añorve-Astudillo. En el reparto, esa posición tendría que ser negociada a favor de grupo político del ex gobernador Figueroa. Sin embargo, asoman sus debilidades: no cuenta con un aspirante realmente fuerte y competitivo. Fermín Alvarado ya fue candidato y perdió. Su eventual postulación se leería como que en el PRI, se está abriendo cancha a los perdedores del pasado. César Flores Maldonado, está inactivo desde hace ya varios años y ha perdido fuerza electoral entre el voto duro tricolor. Y Rubén Figueroa Smutny, carga con el  estigma político arrastrado por su progenitor. Amén de no contar con una presencia notable ni fortalecida en el puerto. En esta lógica, en Acapulco se estarían dando las condiciones políticas para que el PRI no logre el triunfo en la alcaldía. Porque la pugna por el poder entre ambos grupos políticos tricolores, aparece como irreconciliable. De hecho y si el sentido común no falla, podría operar uno contra el otro.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Lo de los 60 cadáveres encontrados en un horno crematorio sin uso en Acapulco, se ha convertido en arma política sucia contra el edil con licencia, Luis Walton Aburto. Y se entiende: Walton está a la cabeza en las encuestas dentro de todos los aspirantes de la izquierda. Incluida por supuesto, la del PRD. Y como siempre ocurre con los punteros, había que encontrarle un vínculo negativo para afectarlo.
dragonato@hotmail.com

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