Días de batalla
(Poesía)
Holocausto perpetrado desde las entrañas del Estado
maquinado por la violencia legendaria
de la propiedad privada
empapado de la sangre del pueblo
que exige justicia por los asesinados y desaparecidos.
El usurpador se ceba en el placer
de la violencia psicópata,
se soslaya en el dolor
de las horas de angustia
que pasan lentas para los padres
y compañeros que esperan a los desaparecidos.
El bestiario del poder imperialista
asesina entre sombras a los pueblos,
encadena el conocimiento,
mancilla la dignidad con la
eterna puta universal.
Los carroñeros cuentan los cadáveres
ríen en el goce de los cuerpos calcinados,
cavan fosas sin fondo,
los cientos y miles de gritos ahogados
exiliados en el fuego
son la ofrenda de muerte del capitalismo.
Por eso no basta con el llanto por los desaparecidos,
no bastan los gritos en las calles,
ni las velas encendidas a media noche,
no basta desgarrarnos de palabras,
hay que arrancarle a los halcones
la humanidad que se desangra,
hay que empuñar la conciencia
y la acción,
transformar el dolor e impotencia
en organización y lucha revolucionaria.
2
Los muros y las puertas de las casas
guardan la humedad de la sangre,
la ceniza de las grandes hogueras
se queda en nuestra patria,
la neblina cubre los rostros de los masacrados,
las historias de tortura continúan,
un iracundo viento trae los gritos
de los desaparecidos,
esta impotencia e incertidumbre de no verlos
va despertando los días de batalla.
Autoría El Insurgente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.