lunes, 6 de abril de 2015

COLUMNA

Sin Concesiones

Armando Patrón

 •Bruno Placido ordenó la matanza en San Juan del Reparo
 Fue el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Placido Valerio quien ordenó que mataran como moscas en una emboscada a policías comunitarios del Frente Unido para la Seguridad del Estado de Guerrero (FUSDEG), y son falsas todas las versiones que ha vertido en los medios de comunicación en el sentido de que ocurrió un enfrentamiento en las inmediaciones de la comunidad de San Juan del Reparo.

De acuerdo con versiones de familias de los comunitarios muertos y heridos, la policía comunitaria aglutinada en el Fusdeg, había sido convocada a una reunión con simpatizantes de esa organización en esa comunidad.
Una parte de la comunidad simpatiza con Bruno Placido Valerio y la otra con el Fusdeg. Los simpatizantes de la UPOEG por órdenes de Placido Valerio atravesaron una camioneta en la carretera en los momentos en que se llevaba a cabo una asamblea informativa en la comisaría, con la finalidad de perpetrar la emboscada y posterior masacre.
Un grupo de la policía comunitaria del FUSDEG, todos ellos de El Ocotito, Xaltianguis y La Haciendita, decidieron realizar un recorrido de vigilancia por la comunidad, y cuando transitaban por un camino de terracería, se toparon con una camioneta atravesada, desatándose en esos momentos una balacera que dejó como saldo tres policías comunitarios muertos, varios heridos y algunos más detenidos
De acuerdo con un recorrido realizado por agentes de la ministerial y reporteros, los militantes de la UPOEG,  se dispersaron por el monte formando una “U”, para masacrar a los comunitarios de El Ocotito, Xaltianguis y La Haciendita. Una estrategia clara de grupos paramilitares y miembros del crimen organizado.
Lo más grave de esta acción es que los policías comunitarios detuvieron a dos policías de la UPOEG, quienes aparecieron muertos después degollados y torturados, en un hecho inconcebible de una organización que presume proteger al pueblo, pero que realiza acciones propias del narcotráfico y de grupos de sicarios miembros del crimen organizado.
El degollamiento de dos policías comunitarios del Fusdeg, pone de manifiesto que en la UPOEG, puede haber adiestramiento de grupos paramilitares, que están convirtiendo a sus integrantes en una parvada de asesinos y cobardes, impropio de ciudadanos que juraron defender a la sociedad.
Bruno Placido Valerio con la finalidad de justificar una masacre, señaló que habían caído cuatro miembros de su organización y que diez habían resultado heridos, pero las evidencias demuestran que los muertos y los heridos en su mayoría son del Fusdeg.
Inmediatamente después de que llegó la segunda camioneta del Fusdeg al lugar de la emboscada, buscaron ayudar a los heridos y levantar a los muertos. Muchos presentaban huellas de tortura, algunos el tiro de gracia y otros habían sido desaparecidos. Existe el testimonio de un sobreviviente que se escondió entre la maleza.
Los mismos trabajadores de Servicios Periciales han comentado que jamás ocurrió un enfrentamiento porque la mayoría de los muertos y heridos don del Fusdeg, y no se ha podido comprobar las muertes de miembros de la UPOEG, y solamente hay un herido grave de bala en el hospital de Renacimiento, en Acapulco.
Bruno Placido Valerio es el responsable de la muerte de tres policías comunitarios de El Ocotito, uno de La Haciendita y otro de Xaltianguis, y responsable de las heridas causadas a otros cuatro que están hospitalizados en el Hospital de Acapulco.
Bruno Placido Valerio pretende engañar a la sociedad dando versiones falsas, ha estado cayendo en contradicciones serias. Ninguna versión ha sido comprobable. Mentira tras mentira pretende justificar el asesinato de policías comunitarios que sólo buscaban ayudar a la gente sin pago alguno.
El ordenó degollar a los comunitarios después de que habían sido detenidos por la UPOEG. Fue él quien ordenó la emboscada en conjunto con el “Karaoke”, un rufián jefe de la mafia, en esa zona, en represalia por haber sido expulsado de Tierra Colorada
Gasta el momento Bruno Placido Valerio se ha dedicado a mentir, a tratar de engañar a la sociedad. No ha presentado prueba alguna de sus acusaciones. En lugar de pedir que se aclaren los hechos, intenta confundir. Lo más ano sería que pidiera que se investigara la emboscada y que se castigue a los responsables de la masacre y a quienes con acciones propias de asesinos del crimen organizado cortaron la garganta a los policías del Fusdeg.
A pesar de que fue el impulsor de la masacre y que debe llamar al diálogo y a que se haga justicia a los asesinados, el dirigente de la UPOEG ordenó a todos los policías comunitarios de su organización a que instalarán retenes a lo largo de su zona de influencia, con la finalidad de intimidar a las demás organizaciones.
Bruno Placido Valerio se ha convertido en un verdadero asesino. Gracias a la UPOEG, se ha hecho poseedor de varios permisos de taxi, de lujosas casas fuera de Ayutla de los Libres, de abultadas cuentas bancarias y de camionetas blindadas para proteger su seguridad, mientras que los policías comunitarios del UPOEG arriesgan su vida intentando salvar las vidas de las personas de sus pueblos.
¿Quién ordenó la emboscada que enluteció a varias familias de El Ocotito, La Haciendita y Xaltianguis? ¿Quién ordenó la celada que tiene moribundos a otros cuatro policías del Fusdeg?
Bruno Placido Valerio tiene que aclarara porque sus policías actúan como si fueran miembros del crimen organizado, torturando y asesinando a dos policías de la forma más ruin y cobarde. ¿A quién le aprendieron a degollar?

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