lunes, 8 de junio de 2015

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

GOBERNADORES CHILPANCHIGONES
De los más recientes chilpancingueños que han sido gobernadores de Guerrero, se cuentan de 1961 a 1963 al licenciado Arturo Martínez Adame, que siendo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue designado por el Congreso de la Unión para relevar en el mando del Poder Ejecutivo de Guerrero al general Raúl Caballero Aburto (ometepequense) quien fue tumbado del poder por el pueblo. 

El médico militar Raymundo Abarca Alarcón, nacido en Chilpancingo, fue gobernador de Guerrero de abril de 1963 a abril de 1969, lo relevó en el cargo el profesor Caritino Maldonado Pérez (Tlalixtaquilla, región de la montaña).
Alejandro Cervantes Delgado ha sido uno de los más brillantes gobernadores de Guerrero, su mandato fue de abril de 1981 a abril de 1987. Muchos años atrás hubo otros ilustres como el general Baltazar R. Leyva Mancilla.
Lo que ha distinguido a los mencionados ha sido su carácter chilpancingueño: Inteligentes, trabajadores, hombres de palabra. Esforzados. No rateros mañosos ni tramposos, no mentirosos. Sinceros, honestos, creativos, emprendedores. Dueños de una recia personalidad, pero a la vez generosos, atentos, educados, jamás altivos ni estúpidos. Nunca endiosados y mucho menos incultos.
Baltazar R. Leyva Mancilla se preocupó por la libertad de prensa (él fundó el Diario de Guerrero, el de a de veras el 7 de agosto de 1947), por la educación, por la salud del pueblo, por abrir carreteras, escuelas, hospitales y por proyectar a Guerrero en el turismo, con las bellezas de Taxco, Zihutanejo y Acapulco. Su pasión fue la cultura y la política de alto nivel donde se desempeñó con sano juicio y sabiduría en diversos cargos públicos así como en la Secretaría de la Defensa Nacional.
Don Arturo Martínez Adame vino a darle a Guerrero tranquilidad, luego de que el estado estaba sumido casi en la barbarie por las múltiples arbitrariedades cometidas por el gobernador Caballero Aburto y su familia en un gobierno népota hasta el insulto. El doctor Raymundo Abarca Alarcón siguió la línea de Martínez Adame y se preocupó por modernizar a Chilpancingo, a pesar de los graves problemas que tuvo que enfrentar para abrir calles.
Don Alejandro Cervantes Delgado fue un innovador. En toda la geografía guerrerense hizo obra a favor del pueblo, tuvo algunos contados colaboradores excelentes, jóvenes y brillantes profesionistas quienes después serían guías y líderes de Guerrero. Pero también hubo mequetrefes en su gobierno y que lo traicionaron. 
La más grande virtud de ACD fue cultivar la amistad. Por culto, humilde. A muchos les consta que salió pobre de la gubernatura mientras otros fueron los nuevos ricos de Guerrero. Político de nivel, dueño de una gran trayectoria como representante de México en multitud de foros en diversos países.
En fin, gobernadores nacidos en Chilpancingo que dejaron huella profunda en el quehacer político y de servicio histórico en beneficio del pueblo de Guerrero. Su defecto es que no se supo sacudir jamás a la gusanera de farsantes que le siguieron y lo engañaron.
En cuanto a presidentes municipales, Chilpancingo ha sido el municipio guerrerense que en mayor porcentaje ha padecido políticos aventureros, aves de rapiña, endiosados, ignorantes y bobos.

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