martes, 2 de junio de 2015

POLICRÓNICA

   ¿Narcopactos?...Ante su miedo extremo de sufrir una segunda derrota estrepitosa que no la soportaría para el resto de su vida, y ahora hasta se olvidó de Dios en cada uno de sus mensajes como lo hizo en la primera vez,  prefiere el camino fácil, el infernal por lo que ya suscribió “narcopactos”.


El candidato a gobernador de Guerrero por la coalición Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Héctor Antonio Astudillo Flores, está extremadamente preocupado, no está seguro de que el domingo 7 de junio pudiera levantarse con el triunfo sin mayor contratiempo, ya que está conociendo de cerca cada uno de los números que arrojan las diversas casas encuestadoras que se realizan en torno a los comicios de Guerrero, considerado como “foco rojo” por las autoridades electorales y el gobierno de la república, de entre los 17 estados en donde se van a renovar Congresos locales, presidencias municipales, diputaciones locales y en nueve, gobernador y en todo el país 500 diputados federales. Desde  los tiempos inmemorables  de la existencia del hombre siempre ha estado dispuesto a negociar con los Dioses y los espíritus, incluso con aquellos de naturaleza malvada con el fin de hacer su estancia "terrenal" más llevadera. Pactos y ofrendas para conseguir riqueza, poder, salud, bienestar, sexo o fama. Aunque en la mayoría de los casos la entidad maligna solicita el alma eterna de la persona para conseguirle sus peticiones. Hace 10 años Héctor Antonio Astudillo Flores, al terminar cada discurso invocaba a Dios, parece que en esa ocasión lo abandonó a su suerte y perdió frente al demoniaco de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, vestido de amarillo y cargando las siglas del Partido de la Revolución Democrática, no logró exorcizarlo. Recordamos que una y otra vez repetía  Héctor Antonio Astudillo Flores ante sus seguidores y en actos multitudinarios “Ponga en manos de Dios mi triunfo”. En las  primeras tres horas de la madrugada ya del 7d de febrero del 2015, cuando ya se conocían  los resultados que no lo favorecieron, lloró con impotencia, más aún ya se había quedado solo y su alma, todos aquellos que lo vitorearon, como si la tierra de los hubiera tragado, desaparecieron.  Un testigo de esa fecha fatídica, cuenta que estaba en las oficinas del PRI estatal,  Astudillo Flores, salió y tomó su carro que tenía estacionado y solo se fue a su casa para seguir llorando su derrota y mucho tiempo estuvo desconcertado y lanzaba madres contra todos y no sabía qué hacer ante la estrepitosa derrota del domingo 6 de febrero del 2005, si reclamarles a los dirigentes de su partido, a sus operadores políticos y asesores, únicamente se refugió en su casa con su familia. Hemos seguido de cerca cada uno de sus discursos, ya nunca más ha mencionado a Dios, porque éste no lo premió la primera vez con el triunfo a gobernador de Guerrero y ahora como castigo, simplemente ya no lo invoca, prefiere otros espíritus malignos que nadie ve y otros terrenales que andan causando problemas a la sociedad. El candidato del PRI-PVEM, ahora teme lo imprevisible de su triunfo y por supuesto su carrera política, el poco control que puede ejercer sobre el futuro y valorando el presente por encima del pasado y el futuro. No es extraño por tanto que desde que perdió Astudillo Flores quedó traumado, por ello ahora desea tener acercamiento con muchas personas para pactar con cualquier tipo de espíritu maligno, aún con el riesgo de una vida eterna cargada de sufrimientos. Astudillo Flores cree que Dios lo ha abandonado para siempre, pues no  ha encontrado alicientes en su vida política para triunfar que sería la joya de la corona en su  vida pública como gobernador de Guerrero, por ello ha decidido pactar con personas de dudosa reputación. La mañana del sábado, el candidato a la gubernatura de Guerrero por el PRI-PVEM, Héctor Antonio Astudillo Flores presentó la adhesión a su campaña electoral de los presidentes municipales por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Tixtla y Mochitlán, región centro de la entidad. Durante la conferencia de prensa, realizada en el hotel “El Cano”, en el puerto de Acapulco, Gustavo Alfredo Alcaraz Abarca, alcalde de Tixtla, y Severo Espíritu Valenzo, edil de Mochitlán, acompañaron al candidato priísta, quien dijo ante medios de comunicación que la ley electoral aún permite nuevas adhesiones y que estas “fortalecen su campaña y lo encaminan al triunfo este 7 de junio”. Creemos que es una pésima decisión y peor haber aceptado la sugerencia de sus asesores hacerla público, cuando pudo haberla hecho en silencio y sin estridencia, ya que como se sabe Alcaraz Abarca, quien de acuerdo a un reportaje del diario Reporte Índigo ha sido acusado por los grupos de policía comunitaria local de ser el protector del grupo de Los Rojos,  y todavía tuvo el descargo de señalar que aunque el municipio que gobierna “es pequeño” le aportará “votos al candidato del PRI”. Cosa totalmente falso, porque se le olvidó que ahí está el ombligo de lo que ahora conocemos como movimiento social que exige justicia para los seis asesinados y la presentación de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” que no se sabe su paradero desde la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre del 2014,  en Iguala de la Independencia. Alcaraz Abarca y el mismo candidato Astudillo Flores, se les olvidó que en Tixtla se encuentra la normal de Ayotzinapa que es el que ahora tiene de cabeza a los tres niveles de gobierno, es más a partir de este martes, comienza una enérgica protesta para boicotear las elecciones del 7 de junio, entonces de donde va a sacar los votos el alcalde cuestionado. No es más que un asunto mediático y peor, en el municipio en donde está el cuartel general de la Asamblea Nacional Popular (ANP), que es el motor de todas las movilizaciones tanto el candidato Astudillo Flores y sus flamantes asesores, se les olvidó también que de acuerdo a información recabada de diversos medios nacionales, José Luis Ortega Abarca, apodado “La Gringa”, medio hermano del alcalde de Tixtla, Gustavo Alfredo Alcaraz Abarca, fue asesinado el 25 de enero, y se desempeñaba como encargado de la dirección de Agua Potable y Alcantarillado de Tixtla, y fue señalado por integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de ese municipio como líder de la banda delictiva de Los Rojos en ese lugar. En febrero de 2015, fuerzas estatales, apoyadas por el Ejército, instalaron cuatro retenes en las entradas del municipio de Tixtla, luego de que trascendió que un grupo de hombres armados había entrado a la cabecera municipal; posteriormente, los militares custodiaron a Alcaraz Abarca, que más tarde se refugió fuera de Tixtla. En cuanto al presidente municipal de Mochitlán, Severo Espíritu Valenza,  según al mismo reportaje de Reporte Índigo estaría vinculado al cártel de Guerreros Unidos -y de acuerdo al semanario Proceso, con Los Ardillos -, pese a que trae a cuestas este negro badajo, todavía  tuvo cinismo  de decir que “se une a la tarea de la campaña de Astudillo Flores en una decisión responsable y de manera libre, porque considero que la propuesta del candidato del PRI es la mejor”. También se olvidaron los promotores de este “narcopacto”, que en el mes de abril de 2015, la dirigencia del PRI en Guerrero, había presentado una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) en contra de Espíritu Valenzo, por haber participado supuestamente en un acto de campaña de la candidata a la gubernatura de la coalición PRD-PT, Beatriz Mojica Morga. No cabe duda, que el equipo que tiene Astudillo Flores, en lugar de ayudarlo para triunfar, parece que están interesados para que enfrente una segunda derrota, ya que el alcalde de Mochitlán, Severo Espíritu Valenzo, ha sido vinculado a otro grupo delictivo. De acuerdo a una nota del semanario Proceso de febrero de 2015, pobladores de esta localidad se enfrentaron con un grupo de integrantes del grupo delictivo Los Ardillos el 23 de febrero. En aquellas fechas, se escribió la siguiente: “Cerca de las 17:00 horas los hombres, algunos de ellos armados con pistolas y machetes, se dirigían a los municipios de Mochitlán y Quechultenango y al pasar por esta comunidad (Petaquillas), descendieron de las unidades de transporte público y particulares donde se desplazaban y caminaron por el lugar lanzando consignas contra la policía comunitaria”, en franca alusión a los miembros del Frente Unido por la Seguridad y Desarrollo de Guerrero (FUSDEG). “El hecho provocó la ira de decenas de hombres y mujeres de este poblado vecino a la capital, quienes encararon al grupo de hombres vinculado a Los Ardillos que eran encabezados por el alcalde perredista de Mochitlán, Severo Espíritu Valenzo”, agrega Proceso. El mensaje subjetivo que está lanzando desde ahora Héctor Antonio Astudillo Flores a los guerrerenses de que va aplicar estrictamente su eslogan de campaña “Paz y Orden”. Es decir habrá paz sepulcral para los que se rebelen contra su posible gobierno, porque ya cuenta con el aval de los “chicos malos”, pues con el narcopacto que ha hecho a todas luces con los alcaldes acusados y cuestionados de tener vínculos con la mafia. Eso desde ahora los guerrerenses nos debe horrorizar, pues va a poner orden contra todos aquellos inconformes, no con las instituciones legalmente establecidas para que apliquen la ley, sino a través de las fuerzas oscuras. Esto viene a colación, porque uno de sus asesores cercanos de Astudillo Flores habría revelado a sus amigos, que ahora si se acabará la violencia en Guerrero, asegurando “nuestro jefe está haciendo narcopactos”, y puso como ejemplos a los alcaldes que ya están apoyando la causa para ganar las elecciones del 7 de junio. Además hubo una revelación extrema que ese “narcopacto”, alcanza a otras regiones convulsionadas como es la Sierra Madre del Sur, pues la orden es que se tenga el mayor número de votos a favor de la coalición PRI-PVEM para que ganen también sus candidatos a presidentes municipales y diputación local del distrito 19 que abarca Leonardo Bravo, Heliodoro Castillo (Tlacotepec) y Eduardo Neri (Zumpango). Para garantizar esos triunfos tuvieron que poner  quietos a dos dirigentes de campesinos de la sierra Severo Oyarzabal Díaz y al ex alcalde de Tlacotepec, José  Concepción  Hernández Solano, ambos intentaron alcanzar candidaturas, pero se les “invitó” que esperaran, porque los jefes ya habían acordado quienes serían los abanderados por el tricolor para esos cargos. También esto complementa de que hacer “narcopactos”, es terminar las rivalidades entre bandas del crimen organizado, y bien lo decía ese asesor del candidato, “volverán los viejos tiempos,  en que los capos podían hace negocios, sin que el pueblo se enterara a través de levantones, asesinatos y masacres, solamente ellos sabrán quienes hacen el negocio”. No está descabellada esa revelación, pues anteriormente habría que recordar que tanto a nivel nacional y estatal, se sabía de la existencia del narcotráfico, pero nada de hechos delictivos como ahora que están a la orden del día tanto en el medio urbano y rural. Las ganancias eran entre los capos y los gobernantes en turno y nunca se supo que estaban vinculados a las mafias. Ese es el planteamiento  entramado y subjetivamente está arreglado desde ahora y antes de que lleguen las elecciones del 7 de junio…Enriquecimiento…Los habitantes del municipio de Mártir de Cuilapan, ya están hartos de su presidente municipal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), José Guadalupe Rivera Ocampo, porque no ha hecho nada para sacarlo del marasmo. Como se sabe el gobierno de la república tiene al municipio como piloto del programa nacional “Sin Hambre”, en la que ha sido un fracaso, pues no han hecho todo lo que ofrecieron las autoridades. Además el alcalde Rivera Ocampo, se apropió de muchos beneficios como pintura y otras cosas, que repartió en su precampaña a candidato a diputado local por el PRD, y finalmente no tuvo el respaldo, ni de los ciudadanos, mucho menos de los dirigentes perredistas. La semana pasada los campesinos lo retuvieron para exigirle que cumpla su palabra, como es la solución a los conflictos por el agua, tierras que tienen con algunas comunidades, además lo acusan de enriquecimiento ilícito. Por casi tres días fue retenido hasta que lo obligaron a que firmara minutas,  y a la fecha  no hay resultados y hasta cerraron los accesos principales a la cabecera municipal. Finalmente para liberarlo, tuvo que firmar compromisos, y parece que su futuro de Rivera Ocampo serán las retenciones de sus gobernados, porque sigue incumpliendo compromisos, entre ellas obras del programa 2014, es la hora en que no ha iniciado, como sucede en la comunidad de Oxtotipan, en donde sus moradores el domingo pasado desde la nueve de la noche y hasta las tres de la madrugada de ayer lunes, lo pusieron en libertad, al comprometerse que comenzaría y terminaría los 100 metros de pavimentación que comunica con el centro de salud y otras obras prioritarias de la localidad, ubicada en la región que se conoce como el Alto Balsas. Los habitantes de Apango saben que su autoridad, definitivamente ha ocupado el erario pública para lucrar y enriquecerse con las arcas del municipio de  Mártir de Cuilapan. Los mismos ciudadanos afirman que  Rivera Ocampo ha utilizado el dinero público para beneficiar a una empresa constructora que tiene en Chilpancingo, a nombre de su hermano Guillermo, además de que recientemente se construyó una casa con valor de 3 millones de pesos en la colonia Reforma, de la capital guerrerense. Tan corrupto  salió el perredista, que ahora mismo los habitantes exigen dos cosas, que la Auditoría General del Estado le practique una auditoría para que entregue cuentas y “devuelva lo que robó” al pueblo y después proceder a su desafuero, porque se ha convertido en un vil delincuente. Ante la inutilidad de la autoridad, los mismos pobladores ahora Apango  ya tiene un “consejo ciudadano” que a través de las asambleas del pueblo dirigen los movimientos y ejecutan acciones. Se trata de un comité paralelo al cabildo municipal con facultades para gobernar siempre ejecutando solamente las decisiones del pueblo a través de las asambleas. Es decir, los ciudadanos de Apango han desconocido a su presidente municipal a quien le han advertido que deberá regresar al pueblo todo lo que le ha quitado. En el consejo están inmersos varios ex presidentes municipales y ciudadanos. No solamente en la cabecera municipal repudian a José Guadalupe Rivera Ocampo, sino también el medio rural, porque se ha comprobado que es un tipo rapaz y eso ha generado mucha inconformidad. Los habitantes de Apango son ciudadanos respetuosos, pero en el momento de que sus autoridades les fallan, han llegado al extremo de pasearlos y desnudarlos, eso ya sucedió en el pasado. La semana anterior, nada más retuvieron y pasearon por las calles acusándolo de rata al presidente municipal perredista, José Guadalupe Rivera Ocampo, nada más falta que lo desnuden y de continuar con su necedad de incumplido, podría cumplirse esa sentencia. Los apangueños no están dispuestos a seguir tolerando ese tipo de ratas encarnadas en el poder y creen que nadie les puede hacer nada, sin embargo ya estamos viendo cómo se organizan los ciudadanos en contra su alcalde corrupto y ladrón

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