viernes, 9 de octubre de 2015

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Olvido y abandono oficial 7 
pueblos de la Sierra  de Gro.

Bernardo Torres.--Los fenómenos meteorológicos ocurridos en los últimos años en Guerrero, la ola de violencia que se vive actualmente en el estado y principalmente en la Sierra, hacen de lo que fue un paraíso natural, una zona de alto riesgo para sus habitantes.

Tras el paso de la tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid”, siete comunidades sólo de la región serrana de Chilpancingo, fueron consideradas por el Centro Nacional de Prevención de Desastres, como Zona de Alto Riesgo; entre ellas San Vicente, El Fresno, Azinyahualco, Agua Hernández, Rincón de Alcaparrosa, Heliodoro Castillo y El Ahuajito.
Estos siete pueblos entraron a la lista damnificados y sus comunidades deberían ser reubicadas de manera inmediata por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), sin embargo a más de dos años de ocurrida la contingencia, siguen el olvido y el abandono.
Durante un recorrido por al menos tres comunidades, se constató el estado en el que viven desde el paso de las tormentas y como el apoyo gubernamental comprometido por el propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, simplemente no ha llegado, y el “Plan Nuevo Guerrero” no se ha concretado.
Hace unos días era entrevistado el delegado de la Sedatu, Alfredo Fernández Peri, y daba a conocer que el proceso de reubicación en Guerrero, contaba con avance del 80 por ciento y que solo se afinaban detalles.
Sin embargo, en esta visita a las comunidades de El Fresno, San Vicente y El Ahuajito, se comprobó que en estos casos ni siquiera se han iniciado con los trabajos y cientos de familias siguen viviendo en zonas que el Cenapred, declaró inhabitables.
En la comunidad de San Vicente, municipio de Chilpancingo a dos horas de distancia de la capital por una carretera de terracería, viven alrededor de 400 familias; durante las tormentas del 2013, fueron evacuados en su totalidad y la comunidad sería reubicada en predio conocido como “Coapanguito”.
Tras dos años, de promesas incumplidas, la población decidió regresar a vivir a la comunidad a pesar del riesgo, en los alrededores de observan grandes deslaves que podrían arrasar con el pueblo, o incluso el mismo pueblo podría derrumbarse, pero tienen otra opción.
Ahí las casas son de madera, insuficientes para enfrentar a la lluvia y el viento, que se cuelan por las “rendijas” de las tablas, las calles no están pavimentadas y los niños caminan en medio del lodo.
En días pasados, la tormenta tropical “Marty” provocó fuertes lluvias en la zona, dejando las brechas de terracería intransitables e incomunicadas a este grupo de comunidades, por los deslaves y agrietamientos de las carreteras.
Historias de tristeza y abandono
Dos kilómetros de carretera asfaltada, luego el camino es de terracería, que a medida que se aleja de la ciudad de Chilpancingo empieza a llenarse grietas, piedras, decenas de deslaves, hasta que definitivamente se vuelve intransitable.
En el camino, iniciamos una charla con el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero, Nicolás Chávez Adame, quien junto con un grupo de comisarios de la sierra, han emprendido actividades de protesta y exigencia a los tres niveles de gobierno para que se cumplan los compromisos con la gente.
Señala, como los pueblos han sobrevivido a las vicisitudes, al abandono gubernamental; los pueblos carecen de todo, no hay centros de salud, las escuelas son pequeñas chozas de madera, las carreteras están destrozadas y pareciera que a ninguna autoridad le interesar atender estas carencias.
Reprocha al gobierno municipal, que recién inicia Marco Antonio Leyva Mena, quien ni siquiera mencionó el problema de los damnificados durante su toma de posesión, cuando en el municipio hay siete pueblos pendientes de reubicar.
Después de pasar cinco deslaves, que solo es posible con vehículos 4x4, se puede llegar a la comunidad de Ahuajitos (Ojitos de Agua”, de alrededor de 200 habitantes, quienes recuerdan como si fuera ayer, el episodio vivido durante las contingencias del 2013.
Ahuajitos, esta sobre el filo del cerro, está rodeado de barrancas, donde aprecian grandes deslaves, unos de las tormentas pasadas y otros son los que se formaron hace unos días, con las lluvias que dejó la tormenta tropical “Marty” y que cada vez son más cerca de la comunidad.
Ahí, saben que el riesgo es permanente, pero se niegan a abandonar sus hogares, además dice, no tienen a dónde ir y en caso de hacerlo no podrían sobrevivir, pues lo que ellos saben hacer es trabajar la tierra.
Sus habitantes señalan que aunque fuese reubicados no estarían dispuestos a salir de su comunidad, donde nacieron y quieren morir, a pesar de saberse en zona de alto riesgo.
Esta comunidad no está contemplada dentro de los siete pueblos que deben ser reubicados, aunque se encuentra a punto de colapsar.
En San Vicente, una comunidad de aproximadamente 400 familias, una grieta se encuentra en el centro del poblado, que en octubre de 2013, obligó la evacuación de sus habitantes.
El predio donde serán reubicados se encuentra en el punto conocido como “Coapanguito”, sin embargo la construcción presenta avances, sólo ha sido construida una escuela, pero las viviendas ni quiera han empezado a edificarse.
El Fresno, se encuentra en la misma situación, ahí solo fue construida una vivienda, que por cierto los vientos de los últimos días le desprendieron el techo exhibiendo las deficiencias de su construcción y que pone a la familia, en nuevo riesgo.
Ante el incumplimiento de las autoridades con las comunidades, la Asambla Popular de los Pueblos de Guerrero, señala que todo ha sido una burla del Gobierno Federal, pues mientras ante organismos internacionales y en el extranjero presume un México en desarrollo, en la sierra se evidencia que todo es una mentira.
Hace alusión a las declaraciones de la ex titular de Sedesol, Rosario Robles Berlanga, de que se ha cumplido con las demandas de los damnificados en Guerrero, pero en la sierra simplemente no hay avances.
La APPG, ya prepara acciones para exigir a los tres niveles de gobierno el cumplimiento a los damnificados y como primer paso tomarán predios del Gobierno Municipal en la periferia de Chilpancingo, para que los damnificados que aún no tienen donde vivir, tengan al menos un terreno. (API). 

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