COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

 Chilpancingo adolece de la ineptitud en el sistema de servicios. -.El cuidado del medio ambiente no se aprende en la escuela. -.Los chilpancingueños debiéramos de cuidar la ciudad.

 Además de la inseguridad, Chilpancingo adolece de la ineptitud en el sistema de servicios, sea agua, energía eléctrica, recolección de basura y vialidad, entre tantos otros; por donde quiera que volvamos la vista nos encontraremos con montones, cerros de basura, con bolsas de plástico diseminadas en cada esquina, convertidas en basurero, tristemente por los mismos vecinos de la calle o de la barriada; ya es costumbre ver a aquel señor salir de su domicilio, todas las mañanas,

para dejar sus bolsas negras de basura en el camellón de la Av. Insurgentes, o a la señora que carga con dos que tres chamacos, arrojando los restos de la bolsa de cacahuates por la ventanilla de la Urvan en la que viaja, situación que es muy bien imitada por los infantes; ¿somos una ciudad de cochinos?, ¡¡¡posiblemente‼!, pero recordemos que el cuidado del medio ambiente no se aprende en la escuela, así como tantas otras costumbres, sino en la casa, en el hogar, con nuestras familias; los hábitos de limpieza ahí se adquieren, pues en la escuela solamente recibimos enseñanza académica para reforzar nuestras acciones que, la mayoría de las veces, son asimiladas a través de nuestros padres; el hecho de que nuestros estudiantes no levanten sus platos desechables o no tengan la costumbre de ir a depositar la basura en el cesto correspondiente es porque así lo acostumbra su familia en casa donde, por lo general, es la mujer la encargada de realizar las labores de limpieza, dejando que el hombre prácticamente no haga nada; quizá por ello, cada que termina la hora del recreo en nuestras escuelas, las áreas del plantel quedan como si hubiera pasado un ejército de manifestantes, arrojándolo todo a su paso; se nos olvida que ahí, a unos dos o tres metros está el bote para depositar la basura; eso es por una parte, por la otra, los servicios en la recolección de basura, al menos en la ciudad de Chilpancingo, llamada pomposamente “capital del estado de Guerrero”, son pésimos; casi nadie –más bien nadie –de los funcionarios que han llegado a ser “directores” de Servicios Públicos Municipales ha dado “el ancho” y no porque no haya querido, sino porque no recibe el apoyo total del grueso de la población; además de adolecer de todo un parque vehicular suficiente para cubrir las rutas proyectadas, la gente no tiene la cultura del cuidado del medio ambiente, de ahí que, no solamente nuestro Chilpancingo, sino muchas de las ciudades del país, se hayan convertido en viles basureros y eso sin tomar en cuenta los basureros que se hayan en el Congreso de la Unión; los chilpancingueños debiéramos de cuidar la ciudad y tratar de combatir a los grafiteros que la han convertido en una sucursal de Lecumberri, peor que los baños públicos de cualquier central camionera; en fin, veremos qué pasa si seguimos así, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com