lunes, 14 de diciembre de 2015

COLABORACIÓN

Crónica  de navidad
Mariposas y Hadas.
Felipe Zurita


La fantasía  salta por todas partes cuando el año parece terminar, el viejo Alfred se vuelve más inquieto. Que hay noche en que llega a  despertar  para escribir sus viejos relatos de navidad.

Su cuerpo aceitunado y ese sombrero que deja de ser de duende y más bien de tlacololero desgastado  por el tiempo y raído por su distraída forma de caminar, de gruñir, de mal humorado.
Acepta que no ha logrado aún escribir ningún cuento de navidad, más bien son relatos de historias que el mismo vivió.  historias que el mismo invento para lograr la atención de la navidad.
Polvoriento y quizás más rengo que de costumbre por el frío de la noche, el buen Alfred se rasca la cabeza metiendo los dedos entre el sombrero y sus ojeras, dejando ver su pelona.
-¿Que miras?… todo te interesa… ponte a escribir –refunfuñó el pequeñín.
-¿Sabes cuales son los besitos de miel? -no, respondí mientras ubicaba los dedos en la computadora
Los besitos de miel son los que dan los niños y hacen que la vida siempre sea feliz, que la vida sea alegre como el cuento de LA MARIPOSA  donde el jardín florece todos los días por alimentarse de la felicidad.
La risa de un niño es el alimento del alma,  el deseo de una vida,  los sueños por alcanzar, pero sobre todo es el momento de volver a renacer, es por ello que los abuelos se vuelven cómplices de los nietos.
Porque han entendido que la vida vuelve a iniciar con ellos, porque la vida es una fuente de alegría y sus almas vuelven a ser libres,  vuelven a soñar, pareciera que los años de trabajo y de problemas se borran con el reír de los nietos. 
¡Eso es la navidad! ahí está la fuerza de lo que debemos comprender, de poder ser felices con nosotros, con nuestros hijos y no esperar a los nietos porque para ello hay muchos soles, muchas lunas y muchas horas que pudieran no llegar.
Para mi corazón –dice Alfred-, hay dulces, luces y voces que alimentan el alma con sabores de aires frescos y deseos que no se olvidan. Como el salta monte que sabe saltar de rama en rama sin caer y cuando no alcanza abre sus alas para volar dejando ver su traje de alegría de una HADA.
Todo tiene su hora como el sol naciente y el mar rodeado de estrellas. Todos son para ti fue las voz delgadita que se dejó escuchar por aquella hermosa hada con forma de chapulín y que al volar frente al sol mostro su cuerpo de mujer.
Los polvos de la ilusión cayeron como esa misma forma en que fuimos creados por las estrellas el deseo de la niña que pidió ver a una hada, se hizo realidad lo que su abuelo un día le dijo, los deseos se vuelven realidad cuando estos se piden con e l corazón.
Debes hacerlo desde la fuerza de tu alma para que llegue a Dios y se vuelva realidad. 

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