miércoles, 16 de diciembre de 2015

COLABORACIÓN

Cuentos de navidad


Polvo de estrellas 

Felipe Zurita. 
Después de muchos años perdidos en el monte, se logra entender el canto de las aves, el rugir del jaguar el caminar del agua y hasta  leer las estrellas sin perderse en la  oscuridad.
No sé cuánto tiempo ha pasado, no conté soles ni lunas, tampoco pasos, pero si sueños y esos son muchos. Nunca hubo soledad siempre estuvo ahí el viento.
Aquí solo saben hablar del tiempo, de las horas, de los días, de la semanas, de los meses y de los años, se ha perdido el hombre en su propuesta de historia de cuentos.
Debería ser libre como el viento, ir y venir. Envolver con su caricia y ser alimento del alma que lo respira y entregarse sin mareos,  sin  sentidos.  

En el campo la flor nace mientras que el árbol solo respira la tranquilidad de los arbustos y el arrullo que lo hace dormir el agua que el mismo deja  escapar para dar y darse vida.
Las rocas nacidas del mar dejadas por Dios, añoran el golpe de las olas y el baño del agua del mar, pero han comprendido que es tiempo de soñar. 
Junto a ellas el jaguar reposa en el tibio abrazo de esas grandes piedras que parecen  olvidar moverse y se abrillantan como estrellas ante la caricia del aguar. 
No hay reposo en la selva, en la montaña, en el monte, en el desierto, es como el mar que vibra con fuerza, que abraza y te enamora,  que te lleva y te hace morir.
Cada paso cada sonido es una forma de vida. Cada planta te alimenta como tú la alimentas a ella. Todo es todo. No hay nada oculto, el agua brota para reír.
La felicidad es el canto del agua que se mese en el rocío de cada mañana, en el saltar de hoja en hoja hasta tocar la humedad de la tierra para que esta nutra la vida.
Duerme junto al río. Escucha como sonríe el agua cuando brota del suelo, a veces tibia,  otras veces fría y otras tan calientes que logra pintar el fondo de colores.
Es ahí donde los peces toman su color, donde el brillo de sus escamas se vuelve arcoíris. Porque el rocío dejado en las hojas de los pinos son gotas de color.
Algunas de ellas no llegan al suelo, se las quedan los capullos de los gusanos quienes pintan sus alas para ser hermosas mariposas.
En ocasiones las hojas de los arbustos se molestan, abrazan las gotas de agua del arcoíris y pintan sus hojas tal como lo hacen las flores y las rosas.
Y te preguntas porque tu pintas de blanco tu tiempo, cuando pudiera hacerlo de colores por cada felicidad que logras y sin embargo te arrugas, como si guardaras el tiempo en hojas 
En libros que no dejaste comprender tu vida. Sabes porque..? Porque fuiste perdiendo el tiempo, no leíste el espacio de la vida, olvidaste tu destino.
Es tiempo de reencontrarlo porque somos descendientes de reyes de sangre azul somos hijos de las siete estrellas polvo de otro mundo y magia de un sueño.
Se rey de tu vida se polvo de las siete estrellas pero sobre todo se magia de tu amor del deseo que guarda el destino y alimento del alma de quien respira tu secretos. 

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