jueves, 7 de enero de 2016

NOTA

Guerra entre Los Rojos
y Los Ardillos, en Zitlala


Ezequiel Flores Contreras.CHILPANCINGO. Gro. (apro).- Al menos seis personas muertas, cinco hombres y una mujer, dejó un enfrentamiento armado registrado esta mañana entre habitantes de un poblado indígena del municipio de Zitlala, con pistoleros al servicio del grupo delictivo Los Ardillos, dirigido por los hermanos del dirigente perredista Bernardo Ortega Jiménez.

Mientras que ayer, otro grupo armado se llevó por la fuerza a un líder del sol azteca de la zona, identificado como Santiago Tixteco, esposo de la actual regidora del PRD, y hasta el momento sigue desaparecido, informaron fuentes oficiales.
En principio, un informe del gobierno estatal reportó que a las 08:40 horas, autoridades municipales reportaron que en la comunidad de Quetzalcoatlán de las Palmas, “incursionó un grupo armado” donde “catearon” viviendas y que había “varios heridos”.
Posteriormente, señalaron que en diferentes puntos de la comunidad de indígenas nahuas, fueron localizadas seis personas asesinadas a tiros, una mujer y cinco hombres, entre ellos un menor de edad, a consecuencia de un enfrentamiento entre pobladores y pistoleros.
Cuatro de las víctimas fueron identificadas como habitantes del lugar: Reynaldo Marabel Lara, de 14 años; así como los hermanos Andrés y Julián Lara Tlatempa, y Gerardo Lara Zapoteco, de 24.
Las otras dos víctimas, siguen en calidad de desconocidas.
Fuentes oficiales refieren que en este municipio se libra una brutal confrontación entre pandilleros al servicio de la banda de Los Rojos, que encabeza Zenén Nava Sánchez “El Chaparro”, y gavilleros del grupo de Los Ardillos, que dirige Celso Ortega Jiménez, hermano del ex presidente del Congreso y actual dirigente del PRD, Bernardo Ortega Jiménez.
De acuerdo al testimonio de habitantes de esa franja de Zitlala que conecta con la zona conocida como El Alto Balsas, Los Ardillos, que se encuentran afincados en el poblado de Tlaltempanapa, exigieron a las autoridades de las comunidades de Tlapehualapa, Quetzalcoatlán de las Palmas y Tlalcozotitlán, que formaran “guardias comunitarias” para impedir el paso de Los Rojos, de lo contrario advirtieron que “pronto los visitarían”.
Los pobladores consultados por apro refieren que el ataque a Quetzalcoatlán, un lugar donde habitan no más de 300 indígenas nahuas dedicados al cultivo de temporal y pastoreo de chivos, fue la respuesta de Los Ardillos ante la negativa de los comisarios de sumarse a las actividades de este grupo delictivo.
Apenas, el domingo 20 de diciembre fue ejecutado el director de Tránsito de Zitlala, Filiberto Corraltitlán Yectli y al siguiente día, cuatro jóvenes fueron encontrados asesinados en las inmediaciones del poblado de Tonalapa.
Ante el escenario de violencia que se vive en Zitlala, el alcalde priista, Roberto Zapoteco Castro, huyó de su municipio y se refugió en esta capital para exigir seguridad al gobernador, Héctor Astudillo Flores, porque las autoridades estatales y federales no han cumplido con el anuncio realizado en diciembre de enviar a tropas del Ejército a esta zona de la entidad colapsada por la narcoviolencia.
La guerra entre Los Rojos y Los Ardillos
Un informe oficial refiere que desde hace más de tres años, en esta franja de la entidad que conecta la región Centro con la Montaña, las bandas de Los Ardillos y Los Rojos mantienen una brutal disputa por el control de las zonas de producción y trasiego de drogas que ha dejado una estela de muertos, desaparecidos y desplazados en los municipios de Chilapa, Zitlala y Tixtla.
Por su parte, autoridades de los tres niveles de gobierno se han limitado a observar la confrontación entre delincuentes.
El grupo delictivo de Los Ardillos, que se encuentra afincado en el poblado de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango expulsó a sangre y fuego a la banda de Los Rojos que dominaban Chilapa, luego de que a principios de mayo decenas de pistoleros tomaron la cabecera municipal con el apoyo del Ejército y las policías estatal y federal.
En ese lapso, se dio a conocer públicamente la desaparición forzada de al menos 16 personas y los familiares presentaron denuncias formales contra el líder perredista Bernardo Ortega, señalado como protector y brazo político de Los Ardillos, así como mandos del Ejército y las policías estatal y federal, acusados de cómplices de las acciones de esta banda delictiva.
No obstante, las autoridades aún no han garantizado el derecho de justicia de las víctimas y se desconoce si investigan los presuntos nexos con el narco de Ortega Jiménez, quien a principios de diciembre conformó su propia corriente denominada Movimiento Alternativo Social junto a Lázaro Mazón Alonso, donde presumieron su triunfo en la alcaldía de Tixtla.
Amparados en el manto protector de las autoridades de los tres niveles, la banda de Los Ardillos también tomó el control del municipio de Tixtla y obligaron a la pandilla de Los Rojos a replegarse a Zitlala y el municipio de Mártir de Cuilapan, señala el reporte oficial.
Actualmente, Los Ardillos han tomado poblados claves de Zitlala como la comunidad de Tlaltempanapa, considerada como la principal zona productora de marihuana en la región Centro de Guerrero, donde se creó una guardia comunitaria, indica el informe elaborado por funcionarios estatales.
Desde este extenso “jardín de marihuana”, Los Ardillos pretenden expandirse a la zona del alto Balsas a través de la conformación de guardias comunitarias para cercar a Los Rojos que están refugiados en el poblado de Apango, municipio de Mártir de Cuilapan.
Por su parte, el grupo de “El Chaparro” ha destado una ola de ataques contra la población de Tlaltempanapa desde la ruta que conecta Zitlala con el municipio de Mártir de Cuilapan sobre el camino que pasa por la comunidad de La Esperanza.
A pesar de que las autoridades, tanto municipales como estatales y federales, llevan un seguimiento puntual de la batalla que libran ambos grupos delictivos en la región Centro de la entidad, simplemente han dejado a su suerte a la sociedad que se encuentra en medio de una batalla que ha exhibido nexos de políticos con el narco.

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