lunes, 15 de febrero de 2016

COLUMNA

Mea culpa:Legarreta

Apolinar Castrejón Marino
“Buenos días a todos, menos a Andrea Legarreta, por andar opinando del dólar y la macroeconomía a lo pendejo”. Así saludó el payaso Brozo a su público en su programa “El Mañanero”
Mal empieza el mes del amor para la guapa conductora del programa “Hoy” de televisión, que se transmite a todo el país y varios puntos en el extranjero ¿Que hizo, o que dijo la Legarreta?
Casi nada, el martes 26 de enero, dijo que “El que suba el dólar, no afecta a los mexicanos, y sube por causa de otros países que están mal, no es por culpa de nuestro gobierno”.

La intención era muy clara, minimizar el papel del gabinete económico de Peña Nieto, y echarle la culpa a otros factores fuera de nuestras fronteras. Tal comentario, quiso hacerse parecer como algo espontáneo y sin importancia.
Pero algo salió mal, o no quisieron tomar en cuenta la presencia de las llamadas “Redes Sociales” o “Redes Tecnológicas” en las cuales gran parte de la población se encuentra muy activa. Si la pretensión era manipular la percepción de la gente, un programa de entretenimiento a las 10 de la mañana, era grotesco. 
En Twitter la gente empezó a burlarse de lo que había dicho la conductora. Mensajes burlones y caricaturas empezaron a intercambiarse a través de Internet. Los siguientes 3 días, le tupieron duro a Legarreta,  y los nervios la traicionaron.
Envió un “comunicado” en el cual trataba de “deslindarse”, pasando la responsabilidad de sus dichos a la “producción” del programa y a la televisora, e incluso a sus “compañeros” de la sección de finanzas, quienes le dijeron: “si no te cabe, no repartas”.
Y le ganó la lengua, dijo que había sido “una mención” pagada. Y aquí cabe la aclaración que la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, en su artículo VI establece lo siguiente: “Se prohíbe la transmisión de publicidad o propaganda, como información periodística o noticiosa” ¿Qué tal?
Pero además del atropello a la constitución, la percepción generalizada de los mexicanos comprobó la manipulación y el engaño que el gobierno de Enrique Peña, mantiene por todos los medios y a cualquier costo. Legarreta dijo en entrevista a la revista “Quien”, que le pagaron por decir aquello, y aunque no diga quien le pagó, es fácil ver quién se beneficia con esas mentiras “fríamente calculadas”.
Tengamos en cuenta que el pago es un acuerdo para mejorar la imagen de un personaje público, un empresario o un funcionario, o bien, para atacar a un adversario o un enemigo político ¿Se acuerda como le aplicaron al adjetivo de “Peligro para México” al Peje?
Ayer, miércoles 3 de febrero, Legarreta volvió a ofrecer una disculpa “A quienes se sintieron ofendidos” por su comentario. Y dijo expresamente “Se necesita ser un imbécil para pensar que el dólar no afecta la economía de México”. Lamenta leer tanta maldad de seres inhumanos.
Dice que tiene muchos errores y que se equivoca como cualquier persona, pero que no hay maldad en ella. Pero no dice que su hermanito Mauricio es diputete en el Congreso del Estado de Guerrero, por el Partido Verde “Ecologista”, integrante de la Comisión de Vigilancia y Evaluación de la Auditoría General del Estado, pero que vive en Acapulco dándose vida de Rey.
Y tampoco dice que por su papel como estrella popular, en la campaña del partido de su hermano en cines, fueron multados por el Instituto Nacional Electoral con 322 millones de pesos.

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