miércoles, 24 de febrero de 2016

POLICRÓNICA

   Fetidez…Desde el gobierno del Partido de la Revolución Democrática (PRD), con Angel Heladio Aguirre Rivero,  la fetidez de la corrupción se ha incrustado en la administración pública con mucho arraigo y se ha extendido hasta el día de hoy con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en que supuestamente se pondría orden y paz, pero está impregnado por elementos pestilentes y aviadores.

Pareciera que la historia se repite de hace dos años en la que aparece los apellidos Salgado Parra de refilón y Salgado Leyva como parte de una negra historia de la corrupción en el gobierno aguirrista. Para no confundir a nuestros lectores, solo como recordatorio les comentamos que el 5 de febrero del 2014 en las páginas de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, se escribió lo siguiente: “La camioneta de lujo de reciente modelo detenida el pasado 29 de enero del 2014, en la ciudad de México, propiedad del gobierno estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que encabeza Angel Heladio Aguirre Rivero, llevaba dos millones y 500 mil pesos en efectivo, mismos que pudieron ser acreditados por el chofer”. En la edición 4555 del miércoles 5 de Febrero del 2014, tituló la nota principal de primera plana “Incautan camioneta del gobierno llena de dinero”, además transportaba dinero y artículos de publicidad a favor del diputado federal del VII Distrito por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jorge Salgado Parra, hijo del actual secretario de Finanzas y Administración del gobierno del estado Jorge Salgado Leyva. Nada más como refilón escribimos esto, porque en esta historia de corrupción que hoy 24 de febrero del 2016 presentamos, aparece el nombre del chofer de los millones de pesos que supuestamente eran del joven legislador Salgado Parra, y finalmente el empleado lo abandonaron sus jefes a su suerte. Jorge Salgado Leyva, fue Secretario de Finanzas y Administración en lo que duró el gobierno del PRD encabezado, Angel Heladio Aguirre Rivero, quien fue corrido vergonzosamente por la masacre de seis personas y desaparición de los 43 normalistas  de la rural “Raúl Isidro Burgos” durante la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre del 2014 en Iguala de la Independencia, por cierto hoy está de fiesta al con memorarse el 195 aniversario de la confección de “La Bandera Nacional”, y en algunas ceremonias estuvo el propio presidente de la República, Enrique Peña Nieto.  En los casi tres años y medio del gobierno aguirrista, Salgado Leyva hizo lo que le vino en gana para manejar el dinero del pueblo de Guerrero a manos llenas, para ello contaba con un séquito de cómplices muy cercano que hacían lo que les ordenaba, y lamentablemente quien sabe de qué se han valido algunos, que siguen con un cargo en la estructura del actual gobierno estatal del Partido Revolucionario Institucional que preside Héctor Antonio Astudillo Flores, pese a que han sido cuestionados severamente. Hay más personas involucradas en actos pestilentes de corrupción, entre ellas la priista Beatriz Alarcón Adame, actualmente diputada local plurinominal integrante de la LXI legislatura local. La historia fétida de corrupción de este día, tiene como principal “estrella” a María Guadalupe Morales Martínez, quien se dice contadora, pero al parecer ni título tiene, pero si experta en la “magia” del dinero cuando fungió como Delegada Administrativa de Finanzas, actualmente es la responsable del área de Control Patrimonial del gobierno estatal astudillista. Esta mujer se enriqueció,  pues manejaba el dinero del gobierno, con la complicidad de Jorge Salgado Leyva, porque en ese entonces era su amante a pesar de que  dicen sus detractores es “machorra”, uno de los casos más sonados es que ella firmaba cheques con grandes cantidades de dinero  con la aprobación del entonces  Contador Público Jorge Salgado Leyva, pues era su incondicional. Varios de esos documentos  iban a parar  en manos de su sobrina María del Carmen Salgado Bahena, y más cheques para otros funcionarios, además de que  todas las compras del gobierno estatal se la daban a la empresa Bejav,  S.A de C.V. entre otras, pues tenían acuerdos por millones de pesos. Esa empresa la dirigía en ese entonces por la ahora diputada local plurinominal del Partido Revolucionario Institucional, Beatriz Alarcón Adame. Entre la actual legisladora y María Guadalupe Morales Martínez se hacían “favores” en desfalcos millonarios por medio de las comercializadoras, uno de los casos es que a la  hija de la representante popular Berenice Alarcón se le expidieron  muchos cheques millonarios, entre los que se tienen registrados por más de 3,000,000.00 de pesos, que salieron de la cuenta 02283378-4 del Banco Banorte y pertenecían a la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado con el números de cheques 14906381 y 14906389, en donde el contador público Elpidio Pacheco  Rosas, en su calidad de subsecretario de egresos y María Guadalupe Morales Martínez, tenían firmas mancomunadas. En este punto, hay duda si Morales Martínez tenía la facultad para poder firmar cheques de esa magnitud, ya que se supone que los autorizados para realizar dichas emisiones solamente están el Secretario de Finanzas y Administración, el subsecretario de egresos, el tesorero y el de caja, no la delegada de administración. Cuando se dio la noticia  el 12 de febrero del 2015 de la detención de  Víctor Ignacio Hughes Alcocer, ex subsecretario de Finanzas durante la administración del político perredista, así como a su hijo Víctor Felipe Hughes y su hermano Henry Paul Hughes Alcocer, este último director de Obras Públicas de la entidad durante el gobierno de Aguirre Rivero, por el  presunto desvío y lavado de dinero por 287 millones de pesos junto con el hermano incómodo del entonces gobernador, Carlos Mateo Aguirre, era todo un escándalo. Pero al paso del tiempo, podemos verificar que no se queda atrás la mafia que encabeza la ambiciosa de María  Guadalupe Morales Martínez, originaria de Zumpango, seguía cobrando su salario  en la Secretaria de Educación Guerrero (SEG), mientras  fungía como Delegada de finanzas durante dicho mandato y hasta la fecha sigue en la nómina a cargo del titular José Luis González de la Vega Otero, Secretario de Educación Guerrero  quien debiera tomar cartas en el asunto. También en este rosario de pestilente corrupción está el profesor Ruffo Montiel Adán, ya que su plaza pertenece a la subsecretaría de Planeación. Estos hechos  de corrupción los puede constatar el propio titular de la SEG, José Luis González de la Vega Otero con sus nóminas  firmadas y con sus asistencias. Además la ley es clara, todo  aquel trabajador del gobierno del estado  que tenga cargos públicos, está obligado a solicitar permisos. Sin embargo Morales Martínez, como se dice “intocable”, porque con sus millones de pesos tiene comprado al sistema tanto federal como estatal con su averiguación previa por enriquecimiento ilícito  desde que ella entró al gobierno  hasta la fecha. No para ahí las pestilente de la SEG y el gobierno del estado, pues  su marido de la corrupta señora, Víctor Parra Ríos, en aquellos tiempos del aguirrismo era Director  general de Presupuesto paraestatal, y lo recuerdan muchos perfectamente porque se le celebraba su cumpleaños cerrando los espacios en Palacio de Gobierno con payasos, mariachis y se paraban labores. Además  María Guadalupe Morales Martínez contaba con  una casa de interés social en Villas Silvestre en Chilpancingo  para la gente de clase media, pero no es todo, también cuenta con mansiones en la Playa Bonfil del puerto de Acapulco,  tres en la Ciudad de México y una más cerca del  fatídico “Polideportivo”—en donde han matado un policía estatal y apenas esta semana un civil-- y un terreno enorme, en donde en el 2014, comenzó a construir en la colonia “Country” y colindante con la colonia “Unidad Deportiva” de esta capital y por cierto quedó a deber la mano de obra a varios albañiles cómo todo una ladrona. No termina ahí la negra historia, la funcionaria estatal tiene en la nómina del Palacio de Gobierno a sus hijos y hermanos, además cobran en la Secretaría de Educación Guerrero. También están como “aviadores” del gobierno del estado sus padres y familiares con los apellidos Parra Morales, Morales Martínez. Estas familias cuentan con terrenos por donde quiera, carros y camionetas de lujo, Ram doble cabina, Cherokee, y esos son pocos, ya ni el cuestionado ex secretario de Finanzas y Administración, Jorge Salgado Leyva de quien dicen que anda en camionetita vieja como abuelito. Su “íntima” colaboradora de Salgado Leyva, salió también ratera, y es posible que lo haya superado. Entre la historia de la danza de los millones de pesos del gobierno del estado con Angel Heladio Aguirre Rivero, tanto Morales Martínez, como Salgado Leyva mandaban millones de pesos para comprar altos funcionarios Federales para hacer transacciones fraudulentas en los diversos bancos de la Ciudad de México. Para muestra un botón de como saquearon el erario del estado de Guerrero, aquel 29 de enero del 2014, fue detenido el contador, pero en ese día la hacía de chofer, Luis Alfonso Alarcón Torres a quien agarraron con dos millones y medios de pesos en una camioneta blindada, y ese tiempo se atribuyó que era para el entonces diputado federal del VII Distrito por el PRD, Jorge Salgado Parra, actual titular del Instituto estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG). El empleado del gobierno estatal, Luis Alfonso Alarcón Torres lo dejaron solo a sabiendas de que ellos tuvieron la culpa, pues éste solamente recibía órdenes. La impugnada zumpangueña, María Guadalupe Morales Martínez, hoy en día, sin empacho vocifera abiertamente que el actual Subsecretario Tulio  Samuel Pérez Calvo son  “amiguísimos” y que cuenta tanto con el respaldo de esta personalidad como la de la Diputada local plurinominal priista Beatriz Alarcón Adame. Ante tal impunidad y el cinismo de esta persona, y del Gobierno actual en donde funge como Directora General de Control Patrimonial, pues cuenta con la protección de la legisladora Beatriz Alarcón Adame quien da el apoyo incondicional, ya que también  ha mantenido a su hermano Fernando Alarcón Adame, y quien también le ayudó con recursos del gobierno de Aguirre Rivero para hacer su casa tanto la de él,  como el de su señora suegra que en ese entonces María Guadalupe Morales Martínez  era su vecina en Villas Silvestre quien ha sido su chacho desde entonces. Tan cínica es María Guadalupe Morales Martínez, anda vociferando a los cuatro vientos que como invirtió a la campaña del entonces candidato a gobernador del priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, y como pago hoy en día es Directora del Control Patrimonial, de donde podrá auto pagarse. Además la ahora funcionaria astudillista afirma y presume que tiene millones de pesos para financiar campañas y que tiene de su lado a la bola de indios de la comunidad de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, la pregunta ¿será por eso que la mantienen ahí?. ¿Y si no es así señor Gobernador entonces cuando va a llegar el orden y paz?. Con este caso, el gobernador del estado, el priista Héctor Antonio Astudillo Flores, primero debe investigar que reputación tienen sus colaboradores que vienen de otros gobiernos y también nombrar a gente capaz, estudiada y no ponga a los amigos de sus más allegados como en este caso lo está haciendo la diputada Beatriz  Alarcón Adame, una de sus más fieles allegados. Se sabe de antemano que Héctor Antonio Astudillo Flores y su esposa Mercedes Calvo Elizundia son personas razonables, están obligados a saber con qué tipo de personas se hacen rodear y si quieren pasar a la historia como gobernantes honestos, tienen que sacudirse de personas nefastas y con negros antecedentes....Nombramiento...El ex delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Fermín Gerardo Alvarado Arroyo, fue nombrado nuevo delegado federal de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS). La subcoordinadora de Fortalecimiento Institucional de la Unidad de Delegaciones Federales de la STPS, Beatriz Stacpoole Gómez, presentó a Alvarado Arroyo a los trabajadores, luego de que le diera el nombramiento el secretario del Trabajo, Alfredo Navarrete Prida. Se desempeñó como delegado de la Profeco, precandidato a alcalde en 2015 y candidato a alcalde en 2102; antes fue diputado federal y local.

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