martes, 29 de marzo de 2016

COLUMNA

Miguel Antonio de Nava, héroe mochiteco

Apolinar Castrejón Marino
Pues por lo que se ve, los mexicanos arman guerras por cualquier cosa. Así, hubo una que se llamó Guerra de Reforma, también conocida como la Guerra de los Tres Años. ¿Que qué peleaban?
Bueno, había 2 bandos los liberales y los conservadores, y se peleaban nada más y nada menos, que la presidencia de México. Había un presidente, Ignacio Comonfort, pero unos querían que permaneciera y otros que dejara la presidencia.

Al frente de los conservadores se encontraba el general Félix Zuloaga, quien proclamó un plan llamado “De Tacubaya”, y defendía que Comonfort permaneciera en la presidencia. Mientras los liberales se amparaban en la Constitución de 1857, para desconocer a Comonfort.
Así que los balazos estaban a peso, y en la ciudad de Querétaro los conservadores se toparon con los más bravos soldados liberales, como el general Mariano Escobedo, Vicente Jiménez Bello e Ignacio Manuel Altamirano, originarios de Tixtla y Miguel Antonio de Nava procedente de Mochitlán. Fue llamada La primera Brigada del Sur.
Como previsión los conservadores, se refugiaron en el cuartel de Querétaro “¿zacatito pal conejo?”. Así que los liberales decidieron ponerles sitio, el 14 de marzo de 1867. Como quien dice, los encerraron, y no les permitían recibir alimentos, ni agua, esperando que se rindieran. 
Siguieron días de intensos combates, con heridos de ambos lados. Pero el 24 de marzo de 1867, los soldados conservadores, trataron de romper el cerco, y en  los puntos llamados Casa Blanca y La Alameda fueron interceptados por los liberales iniciando un combate feroz, en el cayó abatido valiente coronel mochiteco, Miguel Antonio de Nava.
Miguel Antonio nació en Mochitlán, actual Estado de Guerrero el 23 de octubre de 1833, hijo de Don Sebastián Bartolomé de Nava y Doña María Josefa Eugenio, y fue bautizado en la iglesia parroquial el 23 del mismo mes. Vivió su niñez y parte de su juventud en su lugar de origen, ayudando a su familia en los trabajos del campo.
Como eran tiempos de guerras, se alistó como soldado con el coronel chilapeño Jesús Villalva, distinguiéndose en la toma de Chilapa, que estaba en manos de las tropas conservadoras, el 9 de octubre de 1857. Consiguió el grado de capitán y luego el de coronel.
Mochitlán es un pintoresco pueblecito que se localiza a unos 20 kilómetros al sur de Chilpancingo, capital del actual Estado de Guerrero. Es de un extraño clima tibio, que le permite tener palmeras de cocos.
La plaza cívica lleva el nombre del Coronel Miguel Antonio de Nava y en el extremo poniente, hay un busto de bronce, donado por el político tixteco Moisés Ochoa Campos, cuando fue diputado federal, develado en solemne ceremonia el 20 de octubre de 1958, y con los correspondientes honores  del Gobierno del estado, a través de la Dirección General de Actividades Cívicas, y la presidencia del municipio de Mochitlán.
Moisés Ochoa Campos escribió un libro de Miguel Antonio de Nava, al que llamó héroe de la esperanza, y mártir de Querétaro. Ahí revela que sus restos se perdieron al ser sepultados a la fosa común, por orden del gobernador queretano Benáez. 
En desagravio, los familiares del coronel recibieron una medalla con la leyenda: “Venció en Querétaro, 1867” y al reverso: “La Patria agradecida”. También agrega que “el lugar exacto donde el héroe cayó acribillado por los imperialistas, es la alameda de Querétaro, que se localiza a 150 metros de la plaza de la Constitución”.  

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