viernes, 6 de mayo de 2016

PRIMERA PLANA




Derramaron sangre los hermanos Armando, Diego y Jeremías también para homenajear a su familiar fallecido Raúl, era uno de los aclamados peleador de Tigres en Zitlala, como cada 5 de mayo se lleva a cabo, en esta ocasión se realizó, en medio del miedo porque un día antes 300 hombres irrumpieron la crítica tranquilidad desde hace un año. 

Entre el miedo, ofrenda y
recuerdos pelea de tigres


Texto y fotos: Salomón Flores.ZITLALA, GRO.--El ritual ancestral para pedir lluvias y buena cosecha, se vio marcado este año por la inseguridad que prevalece en esta municipalidad, donde la paz se ha corrompido desde hace poco más de un año, ante la bestial guerra de dos grupos del narcotráfico. 

La pelea de tigres que se realiza en Zitlala es un ritual ancestral con el que las personas se lían a golpes para ofrendar la sangre derramada a los supremos dioses y, con ello, obtienen buenas lluvias y buenas cosechas. 
En esta ocasión, aunque los hechos de violencia registrados durante las 24 horas previas no interrumpieron el ritual, se podía sentir temor entre los pobladores, lo cual se corroboró ante la menor presencia de personas, en comparación con años anteriores. Un día antes, unos 300 hombres armados que se asumieron como policías comunitarios penetraron en la cabecera municipal de Zitlala y pueblos vecinos, para realizar un operativo de búsqueda por una mujer secuestrada.
La movilización de civiles armados provocó a su vez la llegada de fuerzas de seguridad estatales y federales, principalmente militares que se apostaron en las entradas a la cabecera.
Así, entre armas y uniformes, la gente cohibida organizó y realizó la festividad.  
A eso de las cuatro de la tarde, las personas vestidas de tigres llegaron a la plazuela central para empezar a bailar y, los que se iban a batir en duelo, “a calentar”. 
Participaron tigres-personas de los tradicionales barrios de la cabecera así como de los diversos pueblos que ruegan por buenas cosechas de maíz y frijol principalmente. 
Triple homenaje 
Esta vez participaron tres hermanos que, a diferencia de los demás tigres, solo usaban la máscara y decidieron quitarse las playeras. La participación y el modo de vestir, dijeron, es un homenaje a otro de sus hermanos que “se adelantó”, es decir, murió hace aproximadamente 15 años. El nombre de aquel infortunado era Raúl Bonito.
El señor Armando Bonito Tepetitlán, uno de los que integraban el trío, expresó que la decisión de participar junto con sus dos hermanos menores y el hecho de pelearse sin playera, era una forma de homenajear a Raúl porque solía participar en este ritual y, lo hacía vestido de esa misma manera.
Raúl era uno de los más aclamados peleadores, según afirmó don Armando, y tenía un estilo único que gustaba a los pobladores. Luchaba sin playera a pesar de que los tigres se golpean con riatas en el tronco del cuerpo, lo cual es más doloroso, “pero aguantaba”.
“Es doloroso pero aquí va a depender mucho de cómo esquives el golpe y cómo puedas moverte, porque la verdad si te llegan a dar bien, es lógico que duele, es muy doloroso, hay ocasiones que el dolor dura una semana o quince días, hay veces que no puedes caminar y menos ir al baño, del fuerte dolor cuando te pegan en las piernas”, relató don Armando, por su propia experiencia, pero insistió en que también aguanta el dolor porque así era su hermano.
Los tres hermanos representan al barrio de San Mateo y no suelen hacer ejercicio, tampoco se preparan previamente para las peleas; solo toman su máscara y deciden enfrentarse a otro tigre para recordar a Raúl.  
Al final de la jornada, dos de los hermanos ganaron. Son buenos en la pelea y aunque uno perdió, demostró que también tiene experiencia. Esta vez, recibió un fuerte golpe en la entrepierna que lo dejó privado por un momento y, no pudo continuar la lucha.  El que perdió su pelea fue Jeremías  Bonito, pero afirmó que el próximo año estará presente para obtener la revancha. 
Se le apreciaban las marcas de los golpes que le propinaron en el estómago y espalda, incluso sangraba, pero dijo sentirse  gustoso de poder ofrendar a los dioses y, homenajear a su hermano.
Diego es el tercer hermano y parece ser el más correoso para las peleas. 
“Nosotros le damos las gracias al patrón que esta allá arriba y de ese modo les dé una buen cultivo,  una buena temporada a todos, y claro, a mi hermano que siempre le gustó participar, en este ritual”, dijo el más pequeño de los tres. (API). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.