viernes, 10 de junio de 2016

ARTICULO

Reflexionar, llamado a tiempo 
del gobernador Héctor Astudillo

César González Guerrero
Los resultados electorales del pasado 5 de junio del 2016, en donde el Partido mayoritario, el Revolucionario Institucional (PRI) que hoy gobierna en el país, no alcanza los triunfos necesarios para llegar al 2018 con todas las condiciones favorables de mantener el poder, han hecho coincidir a varios analistas, ciudadanos, militantes, dirigentes y personajes importantes de que es necesario, no solo analizar, sino encontrar estrategias urgentes para no repetir la historia del año 2000 en que, por primera vez, el PRI pierde la Presidencia de la República, con el entonces candidato del PAN Vicente Fox Quezada, creando mayor incertidumbre y falsas expectativas a la sociedad en general.

Y es en ese sentido, en que el líder moral de los guerrerenses, Héctor Astudillo Flores,  quien coordina los esfuerzos de un gobierno plural e incluyente, convoca a todas las fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias, a todos los guerrerenses, a mantener acuerdos, la unidad y el entendimiento, a fin de evitar confrontaciones que obstaculizan el desarrollo socioeconómico de Guerrero.
Lo sucedido en entidades como Veracruz, Tamaulipas, Durango y Quintana Roo, donde por primera vez el PRI pierde el poder; vuelve a perder  Aguascalientes, Chihuahua y Puebla; logra recuperar Oaxaca y Sinaloa que estaban en poder la oposición; y se confirma el triunfo en Tlaxcala, Hidalgo y Zacatecas, sin dejar de lado, una vez más, la derrota en la Ciudad de México, requiere de una crítica constructiva por que los tiempos actuales así lo exigen. La adulación y la simulación ya no funcionan.
Es muy necesario analizar los motivos por los cuales el electorado decidió votar en contra, no solo del PRI sino también en contra de otros partidos. El mensaje de la ciudadanía para el 2018 está a tiempo, está otorgando una nueva oportunidad para recomponer políticas públicas. El aviso del 5 de Junio del 2016 es muy claro, la gente no está de acuerdo con una serie de acciones que perjudican a las mayorías. Lo lamentable es que el PAN y el PRD tampoco son la mejor opción, menos MORENA. La experiencia de sus gobiernos así lo dice y los hechos están a la vista.
Y es que los motivos si son muchos, y no únicamente en contra del PRI porque, finalmente, también los otros partidos, autoridades y dirigentes cargan muchos lastres, pero solo mencionemos algunos: corrupción, inseguridad, desempleo, abusos del poder, impunidad, arrogancia, soberbia, prepotencia, errores y omisiones que demuestran incapacidad para gobernar, la falta de preparación y experiencia de algunos representantes populares como gubernamentales, la carencia de perfiles profesionales actualizados de quienes son responsables de algunas áreas de trabajo, etc, etc. Son algunos vicios que se deben erradicar.
Ahora, cualquier motivo es suficiente para que el ciudadano común y corriente se harte de tanta mentira y engaños. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños, ahora están más politizados, principalmente quizá, por el uso de las nuevas tecnologías y la informacion. Ahora son tiempos de transparencia, honestidad, preparación, responsabilidad, eficacia y eficiencia,  ya no se permiten la simulación y las falsas promesas. Son tiempos de transformación total, tanto en el quehacer gubernamental como ciudadano. Es más, siempre y ahora, quien tiene más poder es la gente.
El político ha perdido la confianza de la gente porque no cambian ni el discurso ni sus poses demagógicas. El abrazo y la palabra vacía ya no es motivo de credibilidad. La gente está enfadada de este tipo de autoridades y dirigentes. Lo malo es que a las nuevas generaciones y nuevos liderazgos no les heredan nada bueno, solo problemas y desagradables situaciones que ubican a nuestro país en últimos lugares a nivel mundial, en todos los aspectos. 
Urge que el Presidente de la República Enrique Peña Nieto, asuma el compromiso de devolver la confianza a los mexicanos y exija a sus colaboradores un verdadero cambio de actitudes; inclusive los dirigentes, Representantes populares, Senadores, Diputados, Federales y Locales,  Gobernadores, Presidentes Municipales, Síndicos y Regidores, servidores públicos de los tres niveles de gobierno deben cambiar.
 Aun hay tiempo para instrumentar medidas y corregir las desviaciones de tanto irresponsable colocado en diversas instancias que solo buscan servirse del poder y no servir a la gente, de ahí es donde se debe empezar a cambiar. Se debe sancionar todo tipo de abusos y omisiones. Solo así la gente recuperará la confianza en sus autoridades y dirigentes, de lo contario continuará expresando su descontento votando en contra de quienes le están fallando. Todo ello genera inestabilidad y en ocasiones hasta ingobernabilidad. Los ejemplos están a la vista. 
Que conste, los males señalados están en todas las expresiones políticas habidas y por haber, y en todas partes del mundo. La nueva cultura política es una exigencia para todos: pueblo y gobierno. A nuestros gobernantes se les ayuda hablándoles con la verdad y eso a nadie debe molestar. Ya veremos

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