COLUMNA

El Grillito Sin Censura

Alfonso Cerdenares Domínguez

-.Sin comentarios. -.¿Quién sigue? -.¿hasta cuándo vamos a despertar como pueblo? -.Es el pueblo el que está poniendo los muertos. -.La Nueva Revolución se nota en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco. -.Peligrosos los maestros que se oponen a la privatización de la educación. 

Sin comentarios, nos quedamos sin palabras luego de revisar los acontecimientos ocurridos en el estado de Oaxaca, donde la Policía Federal prácticamente masacró, no solamente al magisterio de la Sección 22 del SNTE, sino al pueblo, a los padres de familia, a la gente; eso sí fue violencia, no solamente lo que ha sucedido en Guerrero donde muchos maestros han desahogado su coraje, su

frustración, su impotencia, incendiando solamente edificios de la propia Secretaría de Educación, meras cosas materiales; no así, vidas humanas como los seis, ocho o diez oaxaqueños asesinados por las fuerzas federales al servicio de la burguesía; ¿quién sigue?, ya pasó en Chiapas, en Michoacán, en Oaxaca, ¿sigue Guerrero?; nosotros recordamos las palabras de una madre de familia cuando la “avanzada” de la CETEG incendió las sedes de los partidos, de la Revolución Democrática y del Revolucionario Institucional: “¡¡¡Malditos!!!”, escribió en su cuenta de Facebook, pero jamás vimos pronunciamiento alguno de lo acontecido en Nochixtlán y en Hacienda Blanca, estado de Oaxaca, donde fueron asesinados maestros y padres de familia de esa entidad; ¿hasta cuándo vamos a despertar como pueblo?, ¿nosotros elegimos a estos gobernantes que ahora masacran a nuestra gente?; naturalmente, aunque nos duela decirlo, ya estamos en los albores de una Nueva Revolución; desgraciadamente no se pudo realizar de manera pacífica, a través de las urnas, como muchos –de manera por demás ingenua –pensaban, sino a través de las armas y, como siempre, es el pueblo el que está poniendo los muertos, pero lo peor de todo es que se está enfrentando el pueblo contra el pueblo, pues los policías son gente emanada del pueblo trabajador que defiende, a sangre y fuego, a la oligarquía mexicana; los que han analizado la historia de los movimientos sociales pueden afirmar que las guerras, al menos en México, no se han extendido en todo el territorio nacional, sino que se han circunscrito en espacios específicos; recordemos que, luego del Grito de Dolores, las fuerzas insurgentes de Miguel Hidalgo, Allende, Morelos y Vicente Guerrero deambularon por los estados de Guanajuato, Hidalgo, Querétaro y el actual estado de Guerrero; la Revolución Mexicana por igual, en estados como Puebla, Morelos, Guerrero, Chihuahua y párele de contar; ahora, la Nueva Revolución se nota en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, tan sólo por mencionar algunos; todas estas guerras fratricidas han tenido un solo objetivo: “derrocar al mal gobierno”; así es, uno por la Independencia de México; otro porque terminaran las injusticias y abusos de los terratenientes que ya trataban como esclavos a los mexicanos, otros por la defensa de una nefasta religión heredada por los españoles y ahora por lograr que se siga respetando una educación gratuita y obligatoria, pues en materia de laicidad, nosotros tenemos nuestras dudas; claro está, también se lucha porque sea abrogada la Reforma Laboral, la cual se trata de implantar, a sangre y fuego, a los trabajadores de la educación, “cueste lo que cueste”; esto apenas comienza y el Estado ha desplegado a sus mejores hombres, no para atacar la inseguridad que priva en cada uno de los rincones del país, sino para reprimir a los peligrosos maestros que se oponen a la privatización de la educación; en fin, la guerra apenas ha comenzado y seguramente continuará el derramamiento de sangre; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com