viernes, 10 de junio de 2016

PERIÓDICO VIRTUAL

1 comentario:


  1. Es de mi total interés compartir con la mayor cantidad de personas posible, la triste situación que se vive aquí en mi pueblito, mi querido Tenexpa, Municipio de Tecpan de Galeana, pues desde hace dos años aproximadamente, se ha venido una terrible crisis económica, ha bajado el turismo y ni siquiera los familiares que se fueron a USA vienen a ver a sus madres ancianas, es algo que me consterna y me atañe por completo, por esta única razón, quisiera que me ayudaran a publicar en algún rinconcito (de acuerdo a sus posibilidades) este escrito, muy pequeño, pero creo yo que muy atinado de lo que siento al ver la situación en mi localidad. Con gran Fe, los exhorto a que inviten a mucha gente para que visiten mi pueblo y lo vengan a conocer, pues ya el próximo 24 de Junio, celebra a su Santo patrono de la parroquia de San Juan Bautista, para que de ese modo, pongamos nuestro granito de arena, por mi necesitada y olvidada comunidad. De antemano gracias y espero contar con su interés.


    REFLEXION

    Se despierta tranquila y de madrugada se levanta, como cada día pide a Dios por entereza, pues hasta el leve rozar de sus desgastados huesos le menguan sus pasos, sin querer se lastima, torpe como niño se tropieza, se cae y se levanta casi por rutina, sus dorados años en los pies arden como brazas, pero camina todavía con una pizca de esperanza; con el poco ánimo que resta te regala su sonrisa y te dice buenos días con su mirada, con la humilde sensación de querer ser correspondida o escuchada y por todo te da gracias, porque a su edad aprecia de tu atención más que nada y demanda tu respeto por sus canas... a veces con suerte acompañada, a veces muy sola, se refugia en el cobijo de su cama y clama, clama y llora, llora con nostalgia, llora porque se dice pobre, llora porque se sabe vieja, llora porque mucho extraña y no llora porque aparenta que no pasa nada, pero a su edad ya le pesa, a veces acarrear un kilo, a veces una tina, a veces arrastrar de vuelta su mercancía, pero tú no la miras, como yo a diario la atisbo, ni la estimas, como yo a diario la estimo, no te das cuenta de lo mucho que "haces falta" en mi pueblo querido, de cuánto necesitan éstas personas de tu sonrisa, de tu breve saludo o de tus simples "buenos días"... los pasillos del mercado ya vacíos causando tristeza, porque están vacíos desde que el día comienza, ¡desde que el día comienza! yo no sé a dónde pareciera que todos se han ido, los vendedores se miran y se compran entre ellos; aturdidos o dolidos o cansados o mullidos, no sé qué estará pasando, pero la grandeza de mi pueblo está en su gente y a la gente grande en el silencio la estamos entristeciendo…

    Autora: Fátima Vargas Bailón

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