lunes, 18 de julio de 2016

NOTA

Cada muerte tiene un rostro;
era maestra, mujer asesinada


La joven encontrada privada de la vida por arma de fuego el pasado jueves sobre el libramiento nuevo Chilpancingo –Tixtla, fue identificada durante las primeras horas de este viernes en el Servicio Médico Forense (SEMEFO).

Tras ser localizado su cadáver con un impacto de bala en el ojo derecho, a 10 kilómetros de la ciudad de Chilpancingo rumbo a la región Montaña, la joven fue levantada por prosectores del Servicio Médico Forense y llevada a la morgue.
La mañana de este viernes acudieron hasta ese sitio, familiares de la mujer quienes manifestaron que buscaban a una joven que no llegó a su domicilio durante la noche, por lo que había sido reportada como desaparecida.
Los familiares entraron a la morgue cuando se les informó que durante el jueves había sido levantado el cadáver de una joven con las referencias que ellos daban, siendo de esta forma que encontraron a su familiar.
Declararon que en vida, la víctima mortal respondió al nombre de Ana Carolina Serna Hernández, era maestra y que contaba con 23 años de edad, con domicilio Chilpancingo.
También dijeron desconocer el motivo de la ejecución y no dieron más detalles de la desaparición.
El cuerpo fue entregado a sus familiares tras el papeleo de rigor, por lo que se espera que en las próximas horas se realice el velorio y el sepulcro.
El hallazgo de esta joven ejecutada se da en un momento en que diversos sectores de la sociedad guerrerense, principalmente feministas, exigen al Gobierno la declaratoria de una “Alerta de Violencia de Género”, donde incluso ya se buscan las vías legales y políticas para que se emita la alerta, a pesar de la negativa de las autoridades.    
Por tanto, la muerte de Ana Carolina ha causado gran indignación y a su vez críticas a los tres niveles de gobierno. En redes sociales se registró una oleada de comentarios sobre este hecho que difundieron los principales medios de comunicación digitales, mediante la cual los ciudadanos mostraron su descontento y hartazgo por la inseguridad.
En las mismas redes se difundió la cuenta de Facebook de la ahora occisa y se hicieron reclamos al gobierno, mostrando que “cada muerte tiene un rostro”, y se resaltaron varias fotografías del rostro de la mujer que ella misma en vida publicó. (API). 

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