martes, 13 de septiembre de 2016

COLUMNA

El Grillito Sin Censuras

Alfonso Cerdenares Domínguez

-.Se le cae de las manos, a Leyva Mena, el municipio. -.Se ha dejado comer el mandado por los de “la basura jefa”. -.Sería fabuloso una planta recicladora en Chilpancingo. -.A Leyva Mena le falta visión social, visión ciudadana y visión laboral. -.La revocación de mandato, exigen trabajadores al Congreso Local.
 Sin lugar a dudas, a Marco Antonio Leyva Mena, presidente municipal de Chilpancingo de los Bravo, se le está cayendo de las manos el control del municipio; ya van varios días que los trabajadores de su propio ayuntamiento están exigiendo la revocación de mandato del alcalde que, a decir verdad, ha demostrado que no más “no la hace” y que todo lo que prometió en su época de
campaña fue una verdadera falacia, fueron promesas que ahora ya se han ido al caño; revisando el quehacer de Marco Leyva –MAL por sus iniciales –realmente su mandato deja mucho qué desear; para empezar, al parecer se ha dejado comer el mandado por los de “la basura jefa” que prácticamente se han adueñado del negocio de la basura; lo que no sabemos si ellos –los de las múltiples camionetas –tienen algún proyecto de reciclaje o reutilización de los desechos que la gente tira a diario y que, consideramos, debe de ser varias decenas de toneladas, nada más en la ciudad de Chilpancingo; sería bueno que la ciudadanía tuviera la cultura de la clasificación de la basura, sean en inorgánicos o inorgánicos y aparte los metales, además de que en un sitio especial se colocaran las pilas que todos aún utilizamos, sean para la cámara fotográfica, las grabadoras o cualquier otro enser –como los juguetes que juegan solos –que llegamos a utilizar; sería fantástico que, en el sitio donde se depositen los desperdicios se instalara una planta recicladora y hasta elaboradora de composta; esto, con los desechos orgánicos, en los que se tendría que incluir la madre tierra, a la que algún día todos vamos a ir a pagar tributo; nosotros imaginamos cómo se podrían elaborar otros productos con, por ejemplo, las botellas de Tereftalato de polietileno, mejor conocido como PET, o con cualquier otro material; eso, además de ayudarnos a cuidar el medio ambiente, daría trabajo a un buen número de personas que se dedicarían a reclasificar la basura en el tiradero; claro está, con un salario determinado por el municipio, puesto que el “negocio” sería regenteado por el ayuntamiento y el presidente en turno; pero todo esto, quizá, no ha sido vislumbrado en ninguno de los cerebros trinchones de los asesores del alcaldete, Leyva Mena, sino por el contrario, como que andan en busca de causarle mayores problemas a su “jefe”; evidentemente, a Leyva Mena le falta visión social, visión ciudadana y visión laboral, pues no es posible que un empleado municipal sobreviva con un salario menor a los 4 mil 500 pesos mensuales, mientras que él, como alcalde, mínimamente se lleva 32 mil pesos cada mes, si no es que más; sin embargo, lo peor de todo no es eso, sino las mentiras que Leyva Mena hizo a los trabajadores a quienes prometió el pago de un bono como compensación por el Día del Servidor Público Municipal, pero también exigen autorice 90 días de aguinaldo; entre otras cosas más, los aglutinados en la Sección 14 del SUSPEG, exigen al gobierno municipal son: el pago del 100% de las cuotas que aportan al Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero, ISSSPEG, y que sus aportaciones al Servicio de Administración Tributaria, SAT sean timbrados; por ello, ante la inoperancia del alcalde y sus funcionarios, los trabajadores están haciendo un llamado al Congreso Local para que revoque el mandato de Leyva Mena, cosa que sí lo lograran, sentaría un precedente en la historia de Chilpancingo; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com

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