lunes, 24 de octubre de 2016

COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista

LOS SANTIAGOS DE TABLADO.
Una de las tradiciones más hermosas de La Feria de Chilpancingo, ya desaparecida...
ENTREVISTA A LA SEÑORA MARGARITA ORGANISTA CASTAÑÓN
-Hija de don Raymundo Organista Organista, responsable de la Danza y de doña Rafaela Castañón Salazar, hermana del inolvidable compositor de “La Feria de Chilpancingo” y de “Tierra Colorada”, Pepe Castañón, don José Castañón Reynoso.

-La muy apreciada señora Margarita Organista Castañón, hija de don Raymundo Organista Organista, nos hizo favor de recibirnos en su hogar el último día de noviembre del año 2011.
La casa, ubicada en las calles de Canuto Neri número 20, en el Barrio de San Mateo, está llena de recuerdos. En una de las paredes luce la fotografía en óvalo, blanco y negro de don Raymundo, en otra fotografía la de su esposa, doña Rafaela, hermana del compositor Pepe Castañón.
Es una mañana fría que nos recuerda al Chilpancingo del ayer cuando se aproximaba diciembre y su feria y cuando don Raymundo, hacedor de las semitas que se convirtieron en una de las más importantes tradiciones de nuestro pueblo, acompañadas del té de Toronjil, se preparaba también junto con un grupo de entusiastas vecinos para ensayar la Danza de Los Santiagos, vistosa, atractiva y alegre que se escenificaba en dos actos:
El Reto, que lo hacían ya vestidos de Moros y Cristianos en el Playón del Huacapa, sobre la hoy calle Morelos, y más tarde en un tablado del jardín del barrio de San Mateo adonde acudía la ciudadanía.
-Margarita, muchas gracias por recibirnos en tu hogar. Te suplico hagamos un viaje por el pasado, cuando tu papá ensayaba esa danza que ha desparecido del escenario de la Feria de Chilpancingo, pero que todavía, algunos de nosotros la recordamos con mucho cariño.
“Gracias a ustedes por estar aquí, en esta humilde casa. Efectivamente, desde que empezaba el mes de diciembre todos los días se ensayaba la danza de Los Santiagos, porque tenían que aprenderse las relaciones que normalmente ya eran personas que cada año participaban, como era la familia Donjuan, don Filogonio Rivera, don Bernardo Aguilar, don Licho Calvo, don Cutberto Arellano y eran amistades de mi papá que siempre lo apoyaban en eso”.
-¿Cuándo comenzó a participar tu papá en esa danza?
“Que recuerde, desde que nací ya él participaba en la danza, porque había una fotografía de mi papá que se nos extravió donde tenía veintiún años y ya estaba vestido de Santiago y siempre era su papel el de Vespasiano”.
¿Quiénes son los personajes que intervienen en la danza?
“En el lado de los cristianos es el Señor Santiago, Vespasiano, Tito, Alférez y el niño. De parte de los Moros es el Moro Capitán, Alfareo, El Sultán, y ahorita no recuerdo los demás, pero del lado de los Moros son seis personajes y del lado de los cristianos son cinco”.
-¿Cuál es la trama que escenifican?
“Es el convertir a los Moros a la religión cristiana. Es el fundamento de la danza, porque antes hacían Cruzadas, y es una parte representativa de las Cruzadas, por eso son las batallas y se retan. La parte de los Moros reta a los cristianos: Antes de empezar la danza, las relaciones y todo, se retan. El Moro Capitán reta a los cristianos. En el transcurso de la danza todos participan en las relaciones, porque el Señor Santiago siempre está a la cabeza, pero los que sobresalen en la batalla son Tito, Vespasiano y el Alférez, que es el que porta la bandera de los cristianos”.
-¿Qué música se usa en el desarrollo de la danza?
“Es puro violín el que se usa en toda la danza”.
-¿Se conserva esa música?
“No, desgraciadamente no se grabó, no se tenía la tecnología que hay ahora, porque yo creo que si la hubiera habido lo hubieran grabado, aunque nosotros decimos que más o menos tarareándole a los músicos a ver si nos entienden, pero no creo”.
-¿Quién tocaba el violín?
“Un tiempo lo tocó el señor García, de los que ahora tienen un Mariachi, pero el mero señor García. No recuerdo cómo se llamó, creo que fue don Crescencio García. Yo que recuerde él era el que tocaba”.
-Esta representación se hacía en el jardín de San Mateo, donde colocaban un tablado.
“Sí, era un tablado que hacían al lado izquierdo de la iglesia, porque para el lado derecho hacían el baile, y en toda esa parte donde está el jardín era un patio donde se ponían los juegos mecánicos. Por el mismo ruido que había de los juegos, del baile y de la lotería la gente no apreciaba bien de lo que se trataba la danza”.
-Y máxime que no hacían uso de micrófonos…
“No había micrófonos, y realmente era poca gente que le ponía interés, y se colocaban cerca para escuchar lo que decían. Por eso mucha gente venía a la casa durante los ensayos, porque aunque no tenían los trajes, pero como que le tomaban más sentido, porque escuchaban bien todo lo que ellos decían en sus relaciones”.
-¿Qué tiempo duraba la danza?
“Tardaba más de dos horas”.
-¿A qué hora se presentaba?
“A las ocho de la noche era cuando se presentaba la danza y terminaban como a las diez y media”.
-Esto, ¿en qué año sería?
“El último año que sacó la danza mi papá fue en el sesenta y siete”.
-¿Por qué?
“Porque ya estaba enfermo, ya andaba con sus problemas de diabetes y le había recomendado el médico que no hiciera corajes, sobre todo porque había veces que en el pendón y en las ferias hay veces que se la pasan de traguitos y no se presentaba algún danzante y eso le hacía hacer corajes a mi papá, y le recomendó el médico que se evitara de hacer corajes”.
-Cuando ensayaban aquí seguramente apoyabas a tu papá y a los señores que participaban en esta danza orientándoles en la lectura.
“Pues, sí, porque a mí me daba el libreto mi papá para que si se le olvidaba alguna parte a alguien de su papel, yo le decía que era lo que seguía”.
-¿Recuerdas algunos versos?
“Pues, muy poco realmente”.
-¿Me podrías decir algunos que te vengan a la memoria?
“Uno de los que nunca se me ha olvidado es cuando reta el Sultán a los cristianos, dice: ‘Salga el poderoso Tito, salga el noble Vespasiano o salga el Alférez valiente’, y así, pedacitos, son muy pocos los que recuerdo”.
-Así que el libreto era muy grueso, muy voluminoso.
“Pues sí”.
-¿Se conserva?
“Nosotros no lo conservamos porque se extravió desde cuando mi hermano Salvador iba a Almolonga a apoyar a los señores que salían de Santiagos. Después él murió y no tuvimos la precaución de que luego se buscara, sino hasta después que ya nos había pasado el dolor. Le dije a mi cuñada que buscara entre los papeles de mi hermano el libreto y me dijo que ya no había nada de papeles porque se habían mojado y todo se había echado a perder. Entonces no conservamos nosotros el libreto, estamos tratando de conseguirlo porque me parece que la familia de don Israel lo tiene”.
-Esta danza, ¿de dónde la aprendió tu papá o quién se la enseño?
“No te sé decir de quién viene todo eso, porque él desde joven empezó. Nos comentaba que un señor Arellano era el que los ensayaba y él ahí empezó a salir en la danza”.
-¿Se reunían aquí?
“En la sala se reunían. Yo creo que por eso construyó mi papá la casa así de grande, la sala era de diez metros y ahí cabían muy bien, porque primero, cuando vivíamos en la casa de aquí abajo, ensayaban en la panadería, porque la sala no era muy amplia. Arrimaban el tablón a un lado, y ahí ensayaban. Ya cuando nos pasamos para acá, como construyó la sala amplia, ahí ensayaban”.
-¿Fue a propósito la construcción de una sala amplia?
“Sí, decía: Aquí si una fiesta o un pesar, cabemos todos”
-¿Cuál fue el nombre de tu mamá?
“Rafaela Castañón Salazar”.
-¿Fue hermana mayor de Pepe?
“No. Fue la penúltima. Fue mayor que mi tío Sofío”.
-¿Cómo participaba tu mamá? Seguramente le ayudaba a hacer su traje para la danza.
“Ah, pues claro que sí. Ella era la que le hacía el traje de Señor Santiago porque se bordaba todo de lentejuela, desde el manto que llevan, el calzoncillo, porque el Señor Santiago lleva calzoncillo con elástico; y los demás: Tito, Vespasiano, Alférez, ellos llevan traje como militar, con unas franjas rojas en la pierna y dorado en medio, y el saco con chaparreras doradas. El sombrero también es diferente. El de Santiago era forrado nada más con plumas blancas y también se bordaba el forro del sombrero. Y los de Tito, Vespasiano y Alférez era negro, pero con un doblez a un lado el sombrero y pluma negra, y el niño igual que el Santiago”.
-Esta danza era la más vistosa, la más querida por Chilpancingo…
“Sí, además que lucían mucho porque era a caballo. No usaban machete sino espadas”.
-¿Dónde las conseguían?
“Mi papá las conseguía no se en dónde. Yo tengo la espada de él”.
-Esta casa está llena de muchos recuerdos valiosos de Chilpancingo.
“Sí, tengo un pergamino que le dieron en México por representar la danza de Los Santiagos”.
-Don Raymundo Organista Organista, ¿cuándo nació y cuándo murió?
“Nació el 23 de enero de 1907 y falleció el 2 de marzo de 1969. El problema fue la diabetes”.
-Él le dejó a Chilpancingo, aparte de esta danza tan hermosa, otra tradición muy especial que es el toronjil y la semita.
“La semita de requesón, que después decía que era más sabrosa la semita de queso que la de requesón, porque muchas veces el requesón le daba un sabor un poquito ácido y el queso no, el queso le daba más olor y más sabor”.
-¿Qué sientes ahora cuando escuchas por allá a muchas personas que elogian la semita de Chilpancingo?
“Me da gusto porque no se ha perdido esa tradición. A mi papá en estos tiempos le mandaban hacer muchos pedidos de pan, de semitas y sobre todo las empanadas de camote que yo creo que en Chilpancingo nadie hacía las empanadas de camote como mis papás, porque la cajeta era algo especial, no como las que hacen ahora que muerdes una empanada y salen los hilitos del camote. Mi mamá colaba el camote y además las especies que le ponía, además de la piña, le daban un sabor diferente”.
-¿Y tu mamá cuándo nació y cuándo falleció?
“Mi mamá nació un 24 de octubre de 1915 y falleció el 10 de diciembre del 95”.
-¿Cuántos hijos hubo en la familia?
“Cinco: Mi hermana Eva que es la mayor, después mi hermano Salvador, mi hermano Victorio, tu servidora y mi hermana Lucila, que es la más chica”.
¿Cuál es el nombre de tu esposo y de tus hijos?
“Mi esposo es Alfredo Jacobo Rivera Hernández, y mis hijas, la mayor se llama Olga Margarita, la segunda Elisa y el tercero José Alberto”.
-Aquí estuvo con ustedes tu tío Pepe Castañón.
“Sí, cuando se vino de México llegó a vivir con nosotros con sus cuatro hijos, ya después hizo su casa en la colonia Guerrero y se fue a vivir allá. Se volvió a casar cuando ya tenía a sus hijos, de la segunda esposa, entonces construyó aquí enfrente y se vino a vivir ahí”.
-¿Cuál fue el nombre de su primera esposa?
“Carmen Huerta, era de la ciudad de México”.
-¿Después casó con doña Sofía?
“Sí, Sofía Vázquez Tapia y tuvo a sus otros dos hijos”.
-Te agradezco, Margarita, te agradezco mucho esta aportación valiosa para nuestra evocación, para la historia de nuestro Chilpancingo. Muchas gracias.
“Gracias a ustedes por acordarse de uno”.
-Muchas gracias.

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