martes, 11 de octubre de 2016

POLICRÓNICA

    Impunidad…Blindado por la impunidad del gobierno federal y estatal, el ex gobernador de Guerrero Angel Heladio Aguirre Rivero, efímero militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), muy orondo, aparece a dos años y 13 días de la masacre de Iguala de la Independencia del 26 y 27 de septiembre del 2014 y anuncia participar en política de “manera modesta” y todavía pregunta ¿Dónde están los 43 muchachos?



 El domingo 9 de octubre, reapareció el defenestrado gobernador de cuatro años y medio, el perredista, Angel Heladio Aguirre Rivero, quien finalmente no los concluyó más que tres, al responsabilizarlo de la tragedia de la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2016 en Iguala de la Independencia,  en donde grupos criminales detuvieron y desaparecieron a 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Su reaparición se registró a dos años y 13 días desde que sucedieron los acontecimientos sangrientos, en la que también perdieron la vida al menos seis personas, entre ellos tres normalistas de Ayotzinapa, un jovencito futbolista del equipo de la capital del estado “Los Avispones”, el chofer del autobús del mismo equipo visitante en Iguala de la Independencia y una profesora, sin cuantificar el número de heridos de ese episodio trágico.  Hasta el día de hoy  también está impune, no hay justicia.En febrero de 2015, renunció a su efímera militancia en el PRD y hasta la fecha sigue impune a pesar de la responsabilidad que tenía en el momento de la tragedia de Iguala de la Independencia. A dos años y 13 días—9 de octubre-- de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el exgobernador de Guerrero Ángel Heladio Aguirre Rivero reapareció públicamente en el puerto de Acapulco en un desayuno el domingo pasado, en donde sostuvo un encuentro con perredistas. Con toda impunidad sigue sin ser molestado el ex mandatario suriano, luego que se demostró públicamente que durante su gobierno no fue ajeno a la infiltración del narcotráfico en la estructura gubernamental y de que impulsara la candidatura del exalcalde perredista de Iguala de la Independencia, José Luis Abarca Velázquez, el exmandatario exigió el esclarecimiento pleno del caso Ayotzinapa. Eso raya en el cinismo e impunidad total con que goza el ex mandatario guerrerense, con mucha desfachatez viene a decir que se esclarezcan los hechos de aquella noche y madrugada trágica. Se supone que es él, el principal responsable, porque encabezaba el Poder Ejecutivo, sin embargo hubo omisión de su parte, pues todo el tiempo andaba borracho y todo se lo dejaba a su sobrino Ernesto Aguirre, quien fungía como disque “asesor”. Para que no haya duda de la total impunidad con la que está blindado Aguirre Rivero, sin titubeo advirtió que se va a reincorporar plenamente a las actividades de tipo político con el propósito de participar “de manera modesta” en el próximo proceso electoral de 2018 y promovió la candidatura de su hijo, Ángel Aguirre Herrera para la alcaldía de Acapulco por el PRD. Esto lo revela, después del desayunar en un restaurante de la avenida costera “Miguel Alemán” de Acapulco, con miembros de la corriente que fundó al interior del PRD denominada Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), funcionarios municipales de la administración del actual alcalde perredista Evodio Velázquez Aguirre y el senador postulado por el sol azteca y ahora priista traidor y chaquetero Socorro Sofío Ramírez Hernández, quien una y otra vez niega que haya estado en el desayuno, tan preocupado estaba, que habló por teléfono en algunas redacciones de periódicos, para desmentir que haya estado en el desayuno mañanera, tanto que retó a los periodistas que le demostraran que estuvo ahí, pero acepta que fue acompañar a su amigo Aguirre Rivero, y aprovechó  para saludar a otras personas, pero que en un lapso de tres minutos se retiró ¿ustedes le creen a Juan Diego de la Montaña?, pues es más fácil que le salga una nariz de “Pinocho”, que los ciudadanos le crean. Como se sabe, en octubre de 2014, Aguirre Rivero solicitó licencia para separarse del cargo como gobernador constitucional, tras la cacería contra normalistas de Ayotzinapa desatada el 26 y 27 de septiembre del 2016. En febrero de 2015, renunció a su efímera militancia en el PRD y hasta la fecha sigue impune a pesar de la responsabilidad que tenía en el momento de la tragedia de Iguala de la Independencia. Con mucho “garbo”, Aguirre Rivero, con un mensaje a sus detractores, declara ante escasos representantes de los medios de información: “Nunca me he ido, la verdad es que he venido con frecuencia al estado, siempre lo hago de manera prudente”, y dijo que actualmente radica en una de sus propiedades de la Ciudad de México y remató: “un político no se retira hasta que se muere”. Tiene toda la razón el ometepense, pero en su caso, pesa en su conciencia—si es que la tiene todavía de tanto alcohol consumido---esa desaparición forzada de 43 muchachos normalistas, que hasta el día de hoy sus padres siguen exigiendo su presentación con vida, porque esas versiones y hasta la “verdad histórica” se ha esfumado. Con toda desfachatez, Aguirre Rivero, adelanta que a partir de ahora estará con mayor periodicidad en la entidad con el propósito de “ayudar y no confrontar”, al tiempo que aprovechó su estancia dominguera en Acapulco  para llenar de elogios al actual gobernador priista Héctor Antonio Astudillo Flores, quien, dijo, es su amigo, así como el recién nombrado subsecretario de Gobernación y exgobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros. Con una actitud de paranoica, Aguirre Rivero, según, él, se refiere a sus entrevistadores: “No se olviden que tengo una militancia de 35 años en el PRI y después encabecé una coalición de izquierda que fue triunfadora, y que en el último momento se unió el PAN. No me siento etiquetado”. Esa es la conducta deshonesta de Aguirre Rivero, cuya administración se caracterizó por escándalos de corrupción, nepotismo y narcoviolencia que alcanzaron su máximo nivel de expresión con el caso Ayotzinapa. Además llega al extremo del cinismo al preguntar ¿Dónde están los 43 muchachos?, pues el debería dar una contundente respuesta, porque esos hechos lamentables ocurrieron en su borracho gobierno que solo duró tres años y medio, porque el último de los cuatro años y medio, los concluyó un sustituto o interino, otro ebrio empedernido  Salvador Rogelio Ortega  Martínez, ambos ahora tienen deudas pendientes con la justicia, por el mal manejo del erario público del estado de Guerrero. Para que no haya duda, hoy en día Aguirre Rivero goza de toda impunidad de parte del gobierno federal y estatal, gracias a que es su amigo el actual presidente de la república el priista Enrique Peña Nieto,  por ello presume que hasta este día, no ha sido molestado por la Procuraduría General de la República (PGR), y que después de que presentó su licencia, se puso en manos de las autoridades investigadoras, inclusive dijo que compareció. Aguirre Rivero goza también de total impunidad a nivel estado de Guerrero, a la cabeza como gobernador el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, quien no ha actuado en consecuencia, pese a que hubo hasta desfalcos, saqueos impunes, desvío y hasta dinero procedente de manera ilícita. Actualmente, el gobernador Astudillo Flores no ha hecho nada para sancionar a exfuncionarios de la administración de Aguirre Rivero y Salvador Rogelio Ortega Martínez, quien éste último completó con un año, los cuatro y medio de años que debería estar el ometepense. A pesar del desvío millonario de recursos públicos exhibidos por investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), y auditorías federales, principalmente en el tema de seguridad y el ramo de la construcción, donde ambos exmandatarios adjudicaron contratos de manera irregular para beneficiar a amigos y familiares. Como sabe Aguirre Rivero que está blindado de impunidad tanto del gobierno federal y estatal, es por ello que ahora se anda paseando sin preocupación, tanto que asiste a un encuentro con actores políticos de diversas filiaciones partidistas. Lo único cierto, es que ni han molestado, mucho menos mandado a la cárcel al ex gobernador de Guerrero, Angel Heladio Aguirre Rivero, pues los hechos de Iguala de la Independencia, definitivamente no tiene paralelo en los últimos tiempos modernos que estamos viviendo, por la impunidad con que se está dejando para la historia de Guerrero y de México. Ahora busca protección del Partido de la Revolución Democrática (PRD) o de cualquier partido, pues buscará un cargo de representación popular en las elecciones del 2018, ya sea diputado local, federal y hasta senador de la república, a fin de seguir gozando de total impunidad…Rivas…El senado de la república, no debiera ser pichicato y de una vez por todas, ya debe aceptar la propuesta de que  la representación senatorial reciba el máximo galardón postmortem para un veracruzano, pero que por muchos años estuvo avecindado en Chilpancingo, Guerrero. El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Pablo Escudero Morales, recibió la candidatura de Gonzalo Rivas Cámara para recibir post mortem la medalla “Belisario Domínguez”, por parte de cuatro personas físicas y morales distintas. El viernes por la noche se recibió la propuesta de otorgar la medalla a Gonzalo Rivas Cámara, quien murió al tratar de apagar un incendio en una gasolinera durante una protesta de normalistas de Ayotzinapa, el 12 de diciembre de 2011 en Chilpancingo, Guerrero. El senador Escudero Morales señaló que Gonzalo Rivas Cámara tiene méritos, pues “arriesgó su vida, sabiendo perfectamente que las acciones que iba a ejecutar o la maniobra en el cierre de la bomba (de gasolina), a sabiendas de que no hacerlo iba a tener consecuencias fatales, no sólo en esa gasolinera sino enfrente, con los ductos que había por ahí. “Que la pérdida de vidas que se pudo haberse ocasionado iba a ser terrible, y él decide correr el riesgo para cerrar las bombas y luego tratar de apagar una de las bombas, donde pierde la vida; me parece que sin duda amerita, y con creces, ser valorado para que pueda recibir esta presea”, explicó el senador Escudero Morales. La Medalla Belisario Domínguez es la máxima distinción que otorga el Senado de la República a aquellos mexicanos que se han distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad. El presidente del Senado refirió que aún está abierta la convocatoria a otras propuestas para  otorgar la medalla Belisario Domínguez. La Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, en coordinación con la Junta de Coordinación Política, realizará el dictamen que “busque el mejor perfil para que se le otorgue la condecoración”. Insistimos, que a pesar de que no es de Guerrero, Gonzalo Rivas Cámara tiene todos los méritos para recibir ese galardón en los próximos días cuando el Senado de la República haga público el designado y luego entregar esa presea de cada año en una solemne ceremonia, en la que también asiste como invitado especial el presidente de la república

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