viernes, 2 de diciembre de 2016

COLUMNA

 Alimentos adictivos


Apolinar Castrejón Marino
Hoy vamos a revelarle un gran secreto, por qué a los niños y jóvenes les gustan tanto las pizas y la coca cola.
Fácil, es que estos productos de consumo habitual, tienen ingredientes altamente adictivos. No se alarme, porque no le va a servir de nada, solamente tome en cuenta que como su nombre lo indica, la gente se acostumbra a consumirlos, hasta llegar a experimentar la sensación de necesidad.

El Glutamato Monosódico GMS es una substancia química que se agrega a los alimentos procesados para que realce determinados sabores. Contiene componentes químicos llamados excito-toxinas que tienen el fin de estimular y excitar las neuronas, haciendo que se agilicen rápidamente, como un disparo, pero después de la explosión, mueren repentinamente.
A pesar de ser altamente dañino, el GMS está presente en casi toda marca y línea de alimentos procesados, alimentos infantiles, y comidas instantáneas. Hay una proteína vegetal hidrolizada que se encuentra en todos los productos que venden las transnacionales como Burger King, Mc Donalds, Wendy´s, Taco Bell, y KFC. La base de tal proteína es el GMS.
Si usted se ocupa de checar las etiquetas de los alimentos para saber el contenido, le servirá de muy poco, porque las autoridades no exigen a los industriales informar adecuadamente a los consumidores.
Por ejemplo, el Jarabe de Maíz, que se encuentra en la mayoría de los alimentos infantiles procesados y la frituras embolsadas, afectan a los infantes, debido a que su organismo se encuentra en pleno desarrollo, y es impactado por el alto contenido de fructuosa sintetizada. Este químico actúa en el inhibiendo la función del páncreas de producir insulina, y por tanto lo predisponen a la diabetes y al cáncer.
Tomemos en cuenta que los niños son cuatro veces más vulnerables que los adultos, dado que sus barreras cerebrales y ductos sanguíneos no están completamente desarrolladas.
Las papilas gustativas también son afectadas cuando la lengua entra en contacto con los alimentos enriquecidos con GMS. El aspartame funciona como una droga: al consumir el producto invade las papilas, produciendo una sensación de placer y bienestar, y además deja la sensación por más tiempo que los alimentos naturales.
No debemos perder de vista que el Glutamato es la base de los alimentos industrializados, y que ha infiltrado la “comida sana” a base de cereales, leche y verduras, disfrazándose con otros nombres, aunque el efecto es siempre el mismo: provocar dependencia en el organismo.
Nombres como Fitoproteína hidrolizada, Fitoproteína Autolizada, y Ácido glutámico, aparecen en las etiquetas, pero nos dicen que solo son “conservadores”, por tanto inevitables. Y aún hay otros nombres más engañosos como Caseinato de calcio de gelatina, Glutamato monopotásico, Levadura Autolizada, a los cuales la publicidad les resta importancia.
Grandes bolas de papel, o montañas de aserrín, debidamente procesadas, pueden ser convertidas en frituras y embutidos, y luego adicionados con aspartame, podrán producirnos un “buen sabor de boca” aunque no sean un alimento.
Hemos tomado mucha de esta información de las investigaciones del Prof. Alexander Backman, un investigador independiente, co-conductor del programa ConcienciaRadio.com transmitido vía Internet. Durante muchos años se ha dedicado a investigar los efectos del Glutamato en los humanos. Su dirección electrónica es  abba@alexanderbackman.com 

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