jueves, 19 de enero de 2017

PRIMERA PLANA



Los vecinos afectados por el ruido, polvo y demás molestias que conlleva una obra pública realizada a las puertas de su hogar han hecho ver al alcalde que al centro de la ciudad desembocan grandes cantidades de agua en temporada de lluvias, por lo que lo recomendable para arreglar las calles es el pavimento con un espesor de treinta centímetros, como el que ha colocado FONATUR.


Paran vecinos destrucción
de calles que hace Evodio


Miguel Angel Mata Mata.ACAPULCO, GRO.--Vecinos y comerciantes de las calles del centro del puerto de Acapulco han decidido parar por la fuerza la destrucción de calles nuevas que emprende el gobierno local con el argumento de que colocarán adoquines en lugar del pavimento de treinta centímetros de grosor que apenas hace dos meses entregó el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur).

A partir de las diez de la mañana de este jueves se instalarán en plantón en la primer calle que ha comenzado a destruir el gobierno local y no se irán de allí hasta que se detenga la obra. “El alcalde ha venido y nos quiere convencer con el cuento de que tiene casi 200 millones de pesos para el primer cuadro de la ciudad pero ¿por qué no aplica ese dinero para arreglar la zona de La Quebrada, cuyos barandales se caen de podridos o no arregla las calles como la Azueta? ¿Por qué  mejor no nos devuelve el kiosco? “, dicen
La Plaza Álvarez y sus calles adyacentes fueron remodeladas recientemente por FONATUR. Inclusive el concreto armado con que se arreglaron las calles, con un espesor de treinta centímetros, aun no termina de fraguar. El periodo durante el que se llevaron a cabo esos trabajos fue de doce meses, durante los cuales los comercios y restaurantes dejaron de recibir clientes e, inclusive, algunos bajaron sus cortinas y se perdieron empleos.
Los comerciantes informaron que se trata de un proyecto que lleva a cabo la dependencia inventada por el alcalde, llamada Zona Turística de Acapulco (ZONATUR), a cuyo frente se encuentra un viejo amigo de la infancia del alcalde,  a quien se acusó en su momento de comprar tambos para depositar la basura con un costo de diez mil pesos cada uno. El arquitecto a quien se ha asignado la obra, sin licitación alguna, se apellida Meraza y cobrará veinte millones de pesos por destruir lo nuevo para colocar adoquines.
 “Pero se cree muy bueno en oratoria y hasta dice parecerse a Fidel Castro, nos quiere convencer de que el adoquín es mejor que el concreto. Ya lo queremos ver en la temporada de lluvias cuando se dé cuenta de su error y, entonces, allá vendrá de nuevo a abrir la calle”, dijeron los afectados.
Los inconformes le han avisado de su decisión a la autoridad la que ha respondido que “abrirá un pedacito de calle para poner el adoquín y que vean que se ve mas bonito”, dicen. Pero ellos insisten: el concreto es mas fuerte que el adoquín y en temporada de lluvias se verá la diferencia.

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