martes, 14 de febrero de 2017

PRIMERA PLANA



Una obra pictórica del último de los grandes muralistas mexicanos, José Reyes Meza, realizado a base de mosaicos multicolores en el techo exterior del edificio Manper, fue dañado en un edificio de Acapulco.


Ignorantes dañaron un
mural histórico en Aca



ACAPULCO, GRO.— En Acapulco, fue dañado por la colocación de anuncios, cables y estructuras de aire acondicionado, un mural del último de los grandes muralistas mexicanos, José Reyes Meza, realizado a base de mosaicos multicolores en el techo exterior del edificio Manper.

La obra pictórica ha sido tomado en cuenta por ningún gobierno de Acapulco a pesar de su valor histórico.
El edificio Manper es un inmueble  privado de unos seis pisos donde rentan oficinas; durante un tiempo ahí tuvo su sede el PRD municipal. Se ubica sobre la avenida Costera de Acapulco, muy cerca del Sanborns centro y el hotel Oviedo. El edificio es único, pues tiene en su interior decoraciones con referencia prehispánica, que se cree también son de Reyes Meza.
El maestro muralista falleció en el 31 de octubre de 2011. Reyes Meza  fue  pintor, muralista y escenógrafo. Nació en Tampico en 1924. A la edad de 14 años ingresó a la Academia Nacional de Artes Plásticas –San Carlos. En 1942 ingresó al Instituto Nacional de Antropología e Historia en donde funda el Teatro Estudiantil Autónomo. A partir de este momento desarrolla una intensa actividad escenográfica, colaborando en la mayoría de los grupos que iniciaron el actual movimiento del Teatro en México.
Su obra forma parte de colecciones oficiales y privadas como el Museo Nacional de Historia-Castillo de Chapultepec, Senado de la República, Instituto Politécnico Nacional, Secretaría de Comunicaciones y Transportes y Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, Colección FEMSA, Organización Benavides, Museo de Arte Moderno de Phoenix y el Smithsonian Institution en Washington. Su obra mural es de gran trascendencia, destacando los frescos en el Casino de la Selva en Cuernavaca, Morelos; el mural tallado en la montaña que decora la Presa Raudales de Malpaso en Chiapas, los murales en mosaico que decoran la fachada del Pan American National Bank de Los Angeles, California; el mural en el edificio del Registro Público de la Propiedad en el D.F. y dos murales para la Universidad Autónoma de Tamaulipas en la Facultad de Veterinaria en Ciudad Victoria y el Edificio Administrativo de Tampico.
La obra dañada por la ignorancia acapulqueña, forma parte del trabajo de juventud del pintor, pues en la fecha que realizó este mural en Acapulco contaba con 31 años. Los años 50 en Acapulco fue una década que dejó importante obra civil y privada con gran valor estético. Un legado cultural y artístico que ningún gobierno ha valorado.

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